cuatro

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Soyoung estaba nerviosa, demasiado, lo sabía por la manera en la que se llevaba los dedos a la boca y mordía sus uñas sin piedad. A pesar de que no estábamos hablando podía leer perfectamente sus pensamientos y entender cómo se sentía, pues todo su cuerpo respondía ante la situación. Era lo que tenía haber convivido con ella durante tres años seguidos día sí y día también, lo mismo me sucedía con el resto de los miembros.
Llevé la mano al ratón y pulsé el botón derecho con la esperanza de que la pantalla del ordenador hiciera algo, pero ésta seguía congelada por mucho que insistiera. Soyoung se levantó de la silla a mi lado para tirarse al suelo y tumbarse en posición fetal. Sorprendida me di la vuelta y la miré desde la silla para luego soltar una carcajada falsa. A mí me estaba exasperando bastante la situación también, así que me molestaba que estuviera creando un drama porque el ordenador se hubiera quedado colgado mientras hacíamos los arreglos de la maqueta que teníamos que mandar esa misma noche.

—Es una mierda—sentencié agitando la mano, no sé muy bien con qué fin—. Deberíamos ir a preguntarle a alguien por el programa o algo, no es la primera vez que falla... O a lo mejor es el ordenador, no es muy nuevo tampoco...

Soyoung gruñó y escondió la cabeza entre las piernas. Entendía la desesperación. Habíamos trabajado mucho en esa maqueta y nos molestaba muchísimo que fallara en el último momento. Solo queríamos que no se borrara, pues en la copia de seguridad que habíamos hecho no estaban muchos de los últimos cambios que habíamos hecho e incluso faltaban voces que añadimos en el último momento. Además, estábamos seguras de que si intentábamos repetirla, no iba a quedar nada parecida. Pero cabrearse y llorar era inútil ya que eso no iba a hacer que el ordenador se arreglara mágicamente y continuara trabajando como si nada.

Me volví hacia la pantalla y pulsé el botón del ratón una vez más sin perder la esperanza de que se descongelara de una vez, ya que además de molestarme que todo mi trabajo estuviera cerca de desaparecer, tampoco tenía mucho más que hacer. Al ver que nada sucedía dejé mis manos caer con fuerza sobre mis muslos, haciendo un sonido hueco cuando éstas chocaron contra la tela de mi vaquero. De verdad que era una mierda, una enorme y con siete picos y en cada pico otra mierda.

—Deberíamos ir a por un café—propuse estirándome en la misma silla—. ¿Qué te parece?

Cuando miré por encima de mi hombro a ver si la posición de Soyoung había evolucionado, me llamó la atención que se hubiera incorporado en el sitio y estuviera sentada como un indio sobre el suelo con cara de haber visto una película triste. Me levanté para sentarme a su lado y posar mi cabeza sobre su hombro. Cedió poniendo la suya también sobre la mía suspirando, aunque sabía perfectamente que continuaba mirando a la nada pensando en un trillón de cosas que no se atrevía a decir en voz alta. Sí, en lo más profundo de su ser se estaba cagando en Bang Sihyuk y en todo Big Hit.
Llevábamos los últimos tres años trabajando en un álbum, o al menos intentándolo. Habíamos finalizado y mandado por lo menos quince canciones en los dos últimos meses y a nuestra empresa le terminaron gustando tan solo cuatro. Cuatro canciones no daban para un álbum, esas cuatro canciones que habían calificado como "apropiadas para nuestro comienzo" no nos daban ni por dónde empezar a patrocinarnos. En otras palabras, no teníamos material suficiente. Varias veces nos habían propuesto música de otros productores, trainees y artistas de la misma empresa, pero en un principio ninguno queríamos que alguien escribiera por nosotros, queríamos ser nosotros mismos. Nuestros jefes lo entendieron y, tras mucha insistencia, dieron su brazo a torcer. Aún así, últimamente el ánimo de todos los integrantes del grupo se encontraba por el suelo, incluida yo. Todo esto retrasaría nuestro debut, y no quería—y sabía que no debía—echarme la culpa, pero aún así no podía evitarlo. Yo era la que me encargaba de escribir nuestra música y también la que convenció a todos para que nadie hiciera por nosotros canciones, y yo era la que había provocado ese parón inesperado porque casi no tenía ideas para seguir escribiendo, y mis compañeros eran conscientes, mas no me decían nada.

Grey | Min Yoongi; BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora