cuarenta y uno

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Toqueteándome el vientre me volví a levantar por cuarta vez de esa silla, que era tan incómoda que hacía que me dolieran a la mínima los isquiones. Llevaba por lo menos esperando diez minutos en aquella sala y menos mal que estaba sola porque cualquiera al ver mi conducta pensaría que estaba desquiciada. Estar embarazada de siete meses y tener paciencia en momentos de incertidumbre no iban muy de la mano, al menos no en mi caso. Que me hicieran esperar de esa manera me parecía una broma algo retorcida teniendo en cuenta la puntualidad inquebrantable de Big Hit para cuestiones como esa. En el fondo, pensaba que estarían tratando de vengarse... Aunque consideraba que era suficiente venganza el cómo se habían cargado mi carrera de un día para otro, pero bueno, no está bien juzgar a los demás. 

Frustrada caminé despacio de un lado a otro, suspirando cada tres pasos y mordiéndome el interior de la mejilla. Aquel día se presentaba como un caos completo para mí y los minutos estaban corriendo en mi contra. La reunión que tenía concertada con el tal Cho Hayoon—al cual no conocía de absolutamente nada—, parecía que nunca iba a darse. ¿Quién era tan importante como para que llevara un retraso de casi quince minutos? ¿Beyoncé? Tan solo por lo mucho que estaba jugando conmigo y mi capacidad de controlar la ira, me entraron unas ganas irrefrenables de irme a mi casa. 

Salté en el sitio cuando a mis espaldas la puerta de la sala se abrió. Sujetándola se encontraba un hombre pocos años mayor que yo con una perilla que le decoraba pobremente la barbilla y unas gafas de sol que apenas cubrían del todo sus ojos. Al verme de pie—y probablemente con cara de matar a alguien—, hizo un gesto rápido con la mano que le quedaba libre, invitándome a entrar sin decir absolutamente nada. Hice caso a su petición (o, más bien, orden) y entré en lo que creía que sería un despacho pequeño pero, contra todo pronóstico, el habitáculo era más grande que mi estudio y el de Yoongi juntos. Aún sin intercambiar una palabra con aquel hombre, me senté en una de las sillas que se encontraba frente a su mesa, colocando mi bolso sobre mi regazo. Cho Hayoon se sentó un poco después de que yo me acomodara en el sitio, con una postura relajada y una sonrisa ladina. Antes de hablar suspiró y se inclinó sobre la mesa, mostrando una fingida condescendencia. 

—Shin Hyori.

Dijo mi nombre despacio. Parecía que incluso le costaba articular cada una de las sílabas. Incómoda carraspeé y me recoloqué en el asiento. De manera inconsciente, cubrí mi abultada tripa. 

—Es un placer—dijo antes de que pudiera responderle—. Mi nombre es Cho Hayoon. Supongo que Suga... Bueno, Min Yoongi, te habrá hablado de mí. 

Siendo completamente franca, no mucho. Mes y medio atrás, cuando Yoongi estuvo en una pequeña gira por Japón y diferentes ciudades de Corea del Sur, tuve tanto tiempo a solas que el futuro volvió a pesarme sobre los hombros. Guiada por una especie de nostalgia sobre algo que nunca llegué a tener, compuse a solas unas veinte canciones. Cuando Yoongi volvió a casa no pude evitar pedirle el favor de que hablara con alguien sobre la posibilidad de que pudiera escribir de forma definitiva para Big Hit. Me daba igual si era para JSH o para cualquier otro artista, como si lo que necesitaban eran jingles o parodias de canciones ya conocidas. Necesitaba volver a la música, saborearla, crearla y disfrutarla. Yoongi me prometió que haría lo que pudiese y, un mes después, me había concertado una cita con ese tal Cho Hayoon. 

—Es un egocéntrico, un arrogante y la verdad es que no sé si sabe algo de música—me dijo Yoongi una vez le confirmaron la posibilidad de que hablara con él—. Cualquier cosa negativa que te diga, pasa de ella. Le gusta criticar a todo lo que se mueve. Pero... Tú tienes mucho talento y ya te conocen en la empresa. Creo que le será difícil negarse a contratar a una letrista con esas cualidades. 

Tomé aire por la nariz llenando del todo mis pulmones y lo solté despacio mientras confirmaba las palabras del señor de la perilla asintiendo con la cabeza. 

Grey | Min Yoongi; BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora