Grey | Min Yoongi; BTS

treinta y seis

Tiré de la cadena una vez había terminado de vomitar. Sorprendentemente, solo había pasado al servicio una vez para ello, y eso que las náuseas matutinas aún continuaban molestándome. Había pasado ya un mes desde que di positivo en aquellas pruebas y me sentía algo mejor, aunque algo más cansada e hinchada. Piscológicamente, no sabía ni dónde me encontraba ni que estaba haciendo. No sabía qué estaba pasando, no concebía la situación como real. Era un sueño del que en algún momento me despertaría y que, por ende, se solucionaría por si solo. No, de ninguna de las maneras era capaz de aceptar que algo estaba creciendo dentro de mí, de lo cual era responsable. Quería creermelo, sentirme feliz por ello, mas las dudas continuaban asaltándome, ganando a la emoción.

Contra todo pronóstico, Yoongi y yo no habíamos hablado sobre el tema. A ninguno de los dos nos apetecía afrontar la situación, al parecer. Nada más ver el test, lo tiramos a la basura y nos fuimos a ver la televisión, abrazados, consolándonos en silencio porque en realidad ninguno de los dos sabía que decir. No obstante, todas las mañanas me preguntaba cómo me encontraba y me acariciaba la frente, colmándola de besos. Estaba preocupado pero también aterrado, y lo entendía porque yo me sentía exactamente igual. No lo sabía nadie y eso era aún peor, necesitaba compartir mis emociones y ni siquiera había sido capaz de comunicárselo a mi piscóloga, a la cual había mencionado que "me encontraba en cierta situación de estrés".

Una vez salí del baño volví al escenario y me senté en el sitio que me correspondía. Tuve que ausentarme en medio de un meet and great pero los fans no parecieron molestos, al contrario, se preocuparon inmediatamente por mi salud y me desearon una pronta y efectiva recuperación. Los trabajadores de Big Hit me recomendaron que no volviera al evento, pero no podía dejar sin nada a aquellas personas que habían estado horas esperando para verme a mí y a mis compañeros. Así que me tomé un caramelo de menta y puse mi mejor sonrisa. Charlé con un montón de personas, acepté regalos—que luego me fueron arrebatados—e intenté parecer lo más mona posible. No quería que nadie notara que algo me pasaba, algo que ni yo sabía aún cómo manejar.

Estuve manejando bastante bien la situación hasta que una chica con el pelo azul se me acercó emocionada a tomar mis manos. Había lágrimas en sus ojos y no paraba de reír, emocionada. Traté de calmarla diciéndole que no pasaba nada, lo que no sirvió de mucho.

—Hola, unnie. Encantada de conocerte me llamo Choi Yeosin y soy muy fan. Me gusta mucho tu pasión por la música y lo bien que escribes, ¡tus letras me inspiran un montón!

Le sonreí todo lo que pude y apreté sus manos. Agradecí con la cabeza e iba a responder a sus elogios cuando hizo un comentario que me descolocó:

—Veo que has engordado unnie, luces mucho más sana ahora. Me hace feliz que comas bien.

Aunque hubiera querido responder algo no pude ya que la mandaron rotar en ese instante al sitio de Jimin, sentado a mi izquierda. Me quedé estática y gracias a la inercia pude sonreír y charlar discretamente con la siguiente persona que se sentó a hablar conmigo. ¿Estaba más gorda? ¿El embarazo se notaba ya? No podía creerlo, era muy pronto. Mi ropa de siempre aún me valía y yo no me notaba en ningún lado del cuerpo ni un míserio cambio... Exceptuando la hinchazón, tan similar a la que sufría cuando me encontraba en el período. Empecé a sudar de más y tuve que pedir varias botellas de agua. Me mantuve firme todo el evento, aunque sin poder parar de darle vueltas a lo que aquella chica acababa había mencionado.

Tenía que hablar con Yoongi, no aguantaba más. Debíamos tomar una decisión. Yo no estaba segura de querer ser madre en ese momento, acababa de reconciliarme con Gloss, con mi lado musical y artístico. Estaba satisfecha con mi vida, feliz de poder compartirla con Yoongi. No creía que fuera justo que de pronto tuviera que enfrentarme a ser madre sin siquiera planearlo.