cuarenta

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Me levanté despacio del sofá, agarrándome con firmeza al respaldo. Sabía que aunque tuviera todo el cuidado del mundo para no marearme, lo iba a hacer igual. La espalda me dolía horrores, tenía unos calambres terribles en las piernas y cada dos por tres sentía que me iba a dar algo por el calor que sentía pero estaba, al fin, entrando en el último trimestre del embarazo. La vida me sonreía: Yoongi estaba triunfando un montón, la terapia me estaba yendo increíblemente bien y el embarazo era de manual. A pesar de que toda mi vida girara en ese momento alrededor del bulto enorme que había en el centro de mi cuerpo era feliz, una afirmación que me habría costado horrores formular hacía algunos meses. 

Apagué la televisión una vez sentí que el mundo se tambaleaba un poco menos y anduve todo lo rápido que pude para orinar. Necesitaba prepararme para ir a terapia porque, aunque estuviera mucho mejor, sentía que algunas cosas necesitaba continuar tratándolas, entre ellas los pequeños ataques de pánico que estaba sufriendo últimamente. El corazón se me aceleraba con mayor facilidad de lo normal y, aunque los ataques no eran tan fuerte como antes, seguían sucediendo y me preocupaba que eso afectara al bebé. Además, después de ir a terapia tenía que acudir a Big Hit ya que los compañeros de la empresa habían decidido organizarle una fiesta de cumpleaños a Yoongi. Era una sorpresa y me había costado muchísimo no decirle nada y fingir que mi tarde iba a ser súper tranquila, algo que no consideraba que Yoongi se hubiese tragado en ningún momento. Me faltó poco para meter la mentirijilla de que iba a irme a hacer yoga—ejercicio que no había hecho en la vida—para poder ir más preparada al parto. 

Una vez me había vestido, me despedí de Holly rápidamente y marché de camino a terapia. A pesar de que los medios casi no me hicieran caso, pues me había ganado un buen anonimato después de todo el revuelo de hacía unos meses, aún me ponía gafas de sol para salir a la calle aunque estuviera nublado. Detrás de las lentes me sentía un poco más segura, una simple embarazada con problemas mentales y muchas ganas de solucionarlos para poder parir con seguridad y viajar con mi retoño y el amor de mi vida por el mundo. 

Realmente, aunque pensara aquello, no tenía ni idea de qué quería hacer una vez fuera madre. Quería mucho a Yoongi, pero me negaba a ser su mujer florero y mucho menos una ama de casa que le cuida sus pertenencias y tan solo le otorga descendencia. Porque sí, mi mente maquiavélica ya que me había imaginado dentro de diez años teniendo nada más y nada menos que cinco hijos de un artista internacional que apenas pasaba por casa y no ejercía la figura paternal. Además, en ese futuro apocalíptico él se dedicaba a ponerme los cuernos constantemente con mujeres más jóvenes cuyo suelo pélvico estuviera más fortalecido al no haber parido tantas veces. Y yo era plenamente consciente de que esto era imposible porque Yoongi no era así. Él amaba la música pero siempre me había demostrado que por encima de todas esas cosas se encontraba la familia que él y yo estábamos formando. 

Harta de divagar siempre llegaba a la misma conclusión: no tenía ni idea de lo que iba a ser de mí. ¿Podría volver a ser idol? ¿Entraría en alguna carrera para poder estudiar un grado que me permitiera trabajar? Mil dudas surgían en mi cabeza y por mucho que tratara de resolverlas junto a mi psicóloga, las sesiones de terapia me seguían abriendo más caminos alternativos, algunos maravillosos y otros terriblemente deprimentes. 

Una vez sentada frente a mi terapeuta, solté un suspiro. 

—¿Aliviada?—cuestionó apoyando los codos en la mesa y, posteriormente, el mentón sobre sus nudillos. 

—Inflada como un globo—dije, lo que provocó una carcajada en respuesta. 

—Es normal, estás ya en el mes...

—En el sexto mes—respondí—. La verdad es que siempre había sido muy consciente de que llevar a cuestas un bebé debía de ser un cansancio constante pero esto es muy fuerte. Creo que va a nacer pesando diez kilos, ¡al menos!

Grey | Min Yoongi; BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora