veintisiete

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En la calle hacía frío. La ciudad no estaba nevada, no era temporada de llevar plumas pero desde luego hacía un frío capaz de entumecerme los dedos de las manos y los pies. Me encontraba caminando hasta la consulta de mi psicóloga, sola, escuchando música y tapando mi cara con una mascarilla. En los últimos dos meses parecía que dispatch se había cansado un poco de perseguirme por la calle pero yo aún tenía miedo y prefería seguir llevando al menos una mascarilla para sentirme algo más anónima. Divisaba ya a lo lejos el portal en el que estaba el despacho de psicólogos en el que trabaja Yang cuando mi teléfono móvil comenzó a sonar. Me paré un momento para contestar, viendo que la persona que me reclamaba era Lena.

A pesar de llevar tanto tiempo alejada de la industria y mi grupo, seguíamos en contacto. Decidieron llamarme en grupo cuando tuvieran tiempo libre teniendo en cuenta que yo, al no estar haciendo nada, siempre estaba libre. Normalmente me llamaban por las noches o a la hora de comer y solía hacerlo Jimin, por lo que me sorprendió bastante que Lena fuera la que aparecía en el remitente.

—¿Sí?—contesté apartándome a un lado de la calle, sabiendo que si me paraba en medio de la misma entorpecería a los demás peatones.

—¡Hola Glossie! ¿Cómo te va?

Escuchar mi nombre artístico me hizo sonreír con nostalgia y estar hablando solo con Lena me hizo sentir muy segura. Sentía que había algo de intimidad entre nosotras en ese momento y me hizo querer contarle todos mis pensamientos. Pero no era el momento, además, era raro que me llamara a esas horas y su tono de voz era algo decaído, completamente incongruente con su saludo cariñoso.

—¡Hola! Me va bien, gracias por llamar. ¿A ti cómo te va? ¿Sucede algo?

Se hizo un pequeño silencio en la línea, hecho que me llamó bastante la atención y me llevó a concluir que Lena no me llamaba para saber cómo estaba, sino que había un motivo oculto que en breve iba a descubrir.

—Em...—murmuró tras el silencio incómodo—. A ver, ¿sí? Sí, creo que sí. P-pero no te agobies, ¿vale?

—Creo que la única que está agobiada eres tú—bromeé sin precaución, por lo que me sentí algo borde, pero Lena estaba tan preocupada que ni siquiera se quejó.

—Hyori creo que estoy embarazada.

Por poco el móvil se me cae al suelo de la sorpresa. Por el tono de su voz imaginé que no era una buena noticia y supe que ni loca debía felicitarle por ello. Entré un poco en pánico pero conseguí calmarme haciendo respiraciones profundas mientras me dirigía a un banco para sentarme. Gracias a mi impaciencia siempre que iba al psicólogo salía pronto de mi casa y tenía un margen de diez minutos para hablar con mi amiga.

—¿Qué necesitas, Soyoung?—pregunté seria, intentando sonar calmada y comprensiva.

—No lo sé.

—¿Se lo has contado a Namjoon?

—Sí.

Me llevé la mano a la frente y masajeé mi sien, algo mareada. De tan solo pensar en cómo me sentiría yo en su situación se me subía la bilis a la garganta.

—¿Quieres que te acompañe a por una prueba o va Namjoon contigo?

—Estoy esperando el resultado de dos que me acabo de hacer. Namjoon lo sabe, pero está en la empresa y no sabía a quién llamar... No quiero hacer esto sola.

Gimoteó al otro lado de la línea y decidí quedarme un momento en silencio, ofreciéndole un margen para respetar sus emociones.

—Me quedaré contigo hasta que salgan los resultados, ¿vale?—prometí mientras ella suspiraba, saturando el sonido de la llamada.

A pesar de que tener un hijo podría ser muy bonito, entendía la congoja de Lena. No era un buen momento para tener bebés, apenas había debutado, era una figura pública y no debía tener pareja. Tener un bebé era el colmo de los colmos. Era capaz de imaginar como se sentía entonces, ahogada en un miedo infernal a que todo lo que llevaba años y años construyendo se fuera en un momento al garete.

—¿Miro ya?

Vi que habían pasado al menos cinco minutos desde que me había llamado. Ella había estado entretenida escuchando mis quejas sobre solfear en clave de fa para el piano y lo muy contento que estaba Yoongi trabajando en sus propias canciones.

—Sí. Y estate tranquila.

La línea se mantuvo en silencio un momento que se llenó de tensión. Deseosa de saber el resultado estuve a punto de preguntar, intención que quedó anulada al escuchar de nuevo los sollozos de Soyoung.

Grey | Min Yoongi; BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora