Capítulo 13

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RACHEL

La forma en que esa mujer me miró realmente sacudió mi confianza, así que decidí usar la excusa de ir al baño. Al entrar, lo primero que hice fue mirarme en el espejo.
Siempre me había sentido bien con mi cuerpo, pero notar que el señor Harris había observado detenidamente el de esa mujer en lugar del mío, me hizo sentir celos, aunque admito que no debería importarme si él me miraba o no.

Mientras me observaba en el espejo, el mismo hombre con quien el señor Harris había hablado previamente entró al baño.

— Este es el baño de mujeres — dije, confundida.

Christian: — ¡Ah! No me di cuenta
— respondió y me miró de arriba abajo, sin mostrar vergüenza alguna.
— Anton y yo nos conocemos, pero nunca me mencionó que tenía una esposa

— Pues ni a mí

Christian: — ¿Tú no lo eres?

Negué con la cabeza a su pregunta, sintiéndome incómoda por su presencia en un lugar donde no debería estar.

Christian: — Eres hermosa — mencionó nuevamente, mirándome de manera inapropiada y esta vez, sentí temor por lo que podría suceder. Respondí con una sonrisa falsa y traté de pasar rápidamente junto a él en dirección a la puerta.
— Espera, ¿a dónde vas? — preguntó.
— No seas grosera, te estoy hablando

Intenté alejarme, pero me agarró fuertemente de las muñecas y no pude escapar.

— ¡Suélteme! — exigí, y finalmente, logré zafarme al golpearlo en sus partes sensibles con la rodilla. De inmediato, miré hacia la puerta y apareció Anton.

Anton: — Déjala en paz — dijo entrando rápidamente, agarrando al hombre por el cuello del traje.
— Rachel, sal de aquí. ¡Ahora!

Me quedé paralizada por un momento, pero obedecí sus órdenes y me quedé en la puerta, fuera del baño.

Anton: — ¿Qué pretendías, eh? ¡Contesta, joder!

Christian: — Lo mismo que tú siempre hiciste con las novias que tuve. Alison, Yesenia... A todas me las quitaste. Siempre fuiste un cabrón de hermanastro, por eso te odio tanto, al igual que mamá y papá. Nunca nos quisiste y nosotros siempre te dimos todo

¿Qué? ¿Ese hombre era el hermanastro de Anton?

Christian: — Y ahora pasará lo mismo con Sheyla. ¿Crees que soy idiota y que no me he dado cuenta de cómo la miras? Nunca te importaron los demás, siempre fuiste tú primero

Anton: — Yo no soy culpable de que todas tus novias sean unas putas y me busquen.
Escúchame bien, si vuelves a tocar a Rachel, te corto el cuello

Christian: — Pues inténtalo, a ver si te atreves

Ambos se gritaban, pero de repente se escuchó un golpe, tal vez el señor Harris le había dado un puñetazo, o quizás Christian se lo había dado a él.

Anton: — Sal de aquí y vete a la mierda, donde perteneces

Christian: — Eres un maldito

Christian apareció por la puerta, con sangre en la nariz, y me vio solo de reojo.

En ese momento, temblaba.
¿Qué diablos había sucedido?
Un pervertido había intentado aprovecharse de mí y resultó ser el hermanastro del señor Harris.

Anton: — ¿Estás bien?

No quise responder a su pregunta y simplemente me dirigí hacia donde estaban Julia y la niña. Él me siguió en silencio.

Señor Harris, Usted Es Mi ObsesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora