Capítulo extra 1

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NOTA: Como recordarán, en el último episodio, Anton nombró a su hija como Rachel, en honor a su querida niñera, Rachel Hill. Para evitar confusiones al distinguir quién está hablando, utilizaremos 'Rachel (hija)' para referirnos a la hija y simplemente 'Rachel' para mencionar a Rachel Hill. Espero que disfruten de esta historia tanto como yo disfruté escribiéndola. ❤

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Sábado.

RACHEL

20:12 pm.

Entré a casa después de un largo día y, al adentrarme en el comedor, me encontré con mi hija, la pequeña Rachel. Aunque ya no era tan pequeña, pronto cumpliría los dieciocho años.

Rachel: — ¿De dónde vienes con tantas cosas?

— Ya he comprado lo necesario para el cumpleaños de tu padre

Rachel (hija): — ¿Qué has comprado?

— Algunos globos y algo de ropa. Para ti, dos pantalones. Espero que te gusten

Rachel (hija): — ¡Ay! Gracias, ya me hacían falta

— Sí, y a tu padre también le compré pantalones.
También compré calcetines, para ti y para mí, escoge los que quieras y me dejas los otros para mí

Rachel (hija): — Vale, gracias mamá
— dijo y se acercó a mí para darme un beso en la mejilla.

— Ve a descansar, ya es tarde

Rachel (hija): — Sí, ya voy. Gracias por las cosas

— ¿Dónde está tu padre?

Rachel (hija): — No sé, en el cuarto creo

— Vale

Rachel (hija): — Buenas noches

— Buenas noches, cariño

Ella subió las escaleras y yo puse los globos que había comprado dentro de un armario en la cocina, para que no los viera Anton, pues él no tenía idea de que le estábamos preparando una fiesta sorpresa para su cumpleaños.
En realidad, a él no le gustaba celebrar su cumpleaños, pero desde que estábamos juntos, Anton cambió de parecer y ahora le gustaban los cumpleaños, por eso siempre los celebrábamos.

ANTON

Estaba sentado en la cama mirando mi teléfono móvil, cuando me topé con una foto en la historia de Instagram de mi hija Rachel. La imagen mostraba a Rachel con una camisa corta que dejaba al descubierto parte de su abdomen, hasta se le veía el ombligo, y eso me molestó.

La puerta de la habitación se abrió y Rachel, mi esposa desde hace cinco años, entró. Habíamos decidido casarnos después de un tiempo juntos y había sido una de las mejores decisiones de mi vida, junto con la de tener a mi hija.

Rachel: — Hola, ¿todavía despierto?

— Sí, estaba viendo algunas cosas…

Rachel: — ¿Qué pasa? ¿Por qué esa cara?

— ¿Te has fijado en cómo se viste nuestra hija?

Rachel: — ¿A qué te refieres?

— Mira esto — pedí y le mostré la foto.

Rachel: — Le queda bien la ropa

— No, eso no es apropiado

Rachel: — ¿Por qué dices eso?

— Mira cómo se viste, parece…

Rachel: — No exageres

— Realmente, parece…

Señor Harris, Usted Es Mi ObsesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora