Capítulo extra 6

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ANTON

Viernes, 11:19 am.

Luego de reflexionar profundamente durante toda la semana, finalmente decidí dar mi consentimiento para que Lucía tuviera la oportunidad de ver a mi hija, a pesar de haberme negado en repetidas ocasiones previamente. Comprendía, en cierta medida, que ella también deseaba ver a la niña, ya que ambas compartían un vínculo como madre e hija. 

Entonces, tal y como había pedido Lucía, el viernes nos encontraríamos para que ella pudiera hablar con mi hija y establecer algún tipo de contacto con ella.

— ¿Ya estás lista?

Rachel (hija): — Sí, ahora voy

— Te espero en el auto

Rachel (hija): — Vale

11:21 am.

Rachel (hija): — ¿Dónde nos encontraremos con Lucía?

— En el centro comercial, en la cafetería de siempre

Rachel (hija): — ¿Y por qué ahí?

— Es un lugar concurrido y seguro. Además, a tu madre y a mí nos gusta. Siempre vamos allí y ya me lo conozco. Por cierto, recuérdame comprar los pastelitos que le gustan a tu madre porque si no me mata

Rachel (hija): — Está bien.
¿Y te quedarás conmigo?

— Lo he pensado mucho, aparte de que tu madre me lo ha dicho, así que no

Rachel (hija): — ¿Me dejarás sola con Lucía?

— Sí, pero igualmente te estaré vigilando. Solo por si acaso

Rachel (hija): — Está bien

— ¿Y cómo llevas los estudios?

Rachel (hija): — Bien. Espero pasar el examen de selección y poder entrar en la universidad

— Y… Ese chico… Dany, ¿qué tal? ¿Irá a esa misma universidad, no es así?

Rachel (hija): — Ajá… ¡Oh! Escucha, mi canción favorita — mencionó y me di cuenta de que no quiso seguir con la conversación que yo le quería hacer.
Quién sabe por qué me había evadido al mencionar a ese chico, pero tal vez solo había sido una coincidencia de que ella no quisiera hablar de él conmigo. Sin embargo, mi poca intuición femenina me hizo pensar en algo más. En que ella ocultaba algo. No obstante, no la quise agobiar con ese tema. Si ella no quería hablar sobre sus amigos, pues yo no la rogaría a hacerlo. Así que, dejamos de hablar y nos pusimos a escuchar las canciones que salían en la radio, las cuales eran de rock de las épocas de los 80’ y 90’. Simplemente, eran grandes éxitos y por suerte, a mi hija también le gustaban ese tipo de canciones y por eso podíamos disfrutar de escuchar el mismo género sin tener que estar de obligados escuchándolo.

11:45 am.

— Bien, ya llegamos. Recuerda lo que te dije

Rachel (hija): — Sí… Si ella me dice que me vaya a vivir con ella…

— Le dices que no y que se vaya a la… Muy lejos

Rachel (hija): — Ajá

— Vale, repasemos el plan: ¿Y si te dice algo que no te gusta? ¿O te insulta?

Rachel (hija): — Responderé educadamente y si no funciona, con la mano te haré un gesto para que vengas y me ayudes

— Exacto, y yo vendré corriendo

Rachel (hija): — Papá, pero yo sé defenderme

— Lo sé, pero no está de más lo que te pido

Rachel (hija): — Está bien…

Señor Harris, Usted Es Mi ObsesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora