ANTON
17:45 pm.
Estaba en una reunión con algunos empresarios, discutiendo estrategias de publicidad para los libros que íbamos a lanzar al mercado. De repente, noté que una de las tres mujeres empresarias presentes no dejaba de mirarme. Era atractiva, y a pesar de ser socios, no podía evitar pensar en follármela después.
18:05 pm.
La reunión, que había durado dos largas horas, finalmente concluyó. Después de despedirme de todos, me dirigí hacia el ascensor, y la mujer que me había estado mirando durante la reunión me siguió.
— Si me sigues, debes estar preparada para enfrentar las consecuencias — le advertí, mientras presionaba el botón del ascensor que nos llevaría al estacionamiento.
Sheyla: — Me gustan los retos — susurró, y no lo pensé más. Cuando llegamos a mi coche de alquiler, la invité a subir y la llevé a mi suite en el hotel.
Minutos después, la arrojé sobre la cama y me puse un preservativo. Apenas la conocía, pero eso no parecía importar en ese momento, lo que quería era saciar mis deseos, el hecho de quitarme las ganas de coger. Sin embargo, mientras lo estábamos haciendo no sé por qué carajos se me vino a la mente la imagen de la niñera, pero una cosa sí sabía, que me excitó bastante pensar en ella.
18:27 pm.
— ¿Estás comprometida? — pregunté al ver un anillo en su dedo anular que antes no había visto porque quizás se lo quitó.
Sheyla: — Desde hace una semana, pero no me importa serle infiel.
Los dos lo somos — respondió poniéndose otra vez la ropa que estaba tirada en el suelo.
— ¿Y tú, hermoso?— No soy de esas cosas
Sheyla: — Me gustan los hombres como tú, rebeldes — dijo y sentó en mi regazo.
— No soy para ti
Sheyla: — Qué lástima, porque lo haces tan rico — susurró pasando su dedo por mi pecho y otra vez en ese instante recordé la mirada y el mordisco de la niñera cuando me la encontré vistiéndose, lo que me hizo apartar a la que tenía encima.
— Te tienes que ir
Sheyla: — ¿No lo quieres repetir?
— Vete — respondí y ella me miró confundida.
Sheyla: — Tú te lo pierdes cariño
Se levantó, se terminó de vestir y salió de la suite, pero antes, me tiró un beso al aire.
Seguidamente, tomé mi móvil y llamé a Julia.
Julia: — ¿Sí?
— ¿La niña, cómo está?
Julia: — Está bien
— ¿Y tú ya mejoraste?
Julia: — Ya casi, ¿por qué lo pregunta?
— Era solo para sacar conversación.
¿Y la niñera ya volvió de la cosa que tenía que hacer?Julia: — Sí, ya está devuelta y ahora está cuidando a la niña, ¿quiere hablar con ella?
— No. Nos vemos luego
Colgué y dejé el móvil sobre la mesita noche.
Desde que conocí a Julia fue extraño, la relación que tuvimos era…
Era simplemente raro, no podía describir la sensación que sentía cuando la tenía cerca.
Era como si ella ocultara algo y que ese algo yo también lo sabía, pero no tenía idea de lo que podía ser.
A penas conocía datos de ella, puesto que nunca me habló de su pasado cuando la contraté, pero igualmente, nunca me interesó saber sobre su vida, como muchas otras personas en mi vida.
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Señor Harris, Usted Es Mi Obsesión
RomanceAnton Harris, dueño de una editorial, se enfrenta a un giro importante en su vida con una sorpresa inesperada. Para lidiar con la situación, contrata a Rachel Hill como niñera. A pesar de su historial con otras mujeres, Anton encuentra en Rachel a a...