ANTON
Sábado.
Estaba en casa, y desde el día del evento, la niñera había cambiado su actitud hacia mí. Me miraba de manera diferente, y no sabía por qué.
Nicole: — ¿Ya saldrás de la habitación o qué?
— Recuerda que debes tratarme de usted.
Nicole: — ¿Quiere que le limpie la habitación o no?
— Hazlo mañana
Nicole: — ¡Agh!
La nueva empleada de limpieza salió de la habitación, y la miré con enojo. Desde que Julia la contrató hace una semana, la limpieza en casa se había vuelto un caos. No sabía cómo comunicarse conmigo, era descortés e irresponsable, pero al menos hacía un buen trabajo en la limpieza, y no podía quejarme de eso. Julia insistía en mantenerla porque necesitaba el trabajo para pagar sus estudios universitarios. Si dependiera de mí, ya la habría despedido. Mi teléfono empezó a sonar, era Brandon.
Brandon: — ¿Vendrás esta noche?
— ¿A dónde?
Brandon: — ¡Por Dios! ¿Has olvidado? Es el cumpleaños de Michael, cumplirá once años y dijiste que estarías en la fiesta
— Estoy ocupado y no puedo ir
Brandon: — No puedes cancelarlo, él está emocionado de que vengas, siempre le das buenos regalos. Así que arréglatelas y ven. Por cierto, si quieres, puedes traer a Julia y a Rachel. Adiós
Colgué y suspiré. No recordaba que hoy fuera el cumpleaños de uno de sus hijos. No entendía por qué sabía cómo complacer a los niños si nunca me gustaron ni tenía buena relación con ninguno.
Me levanté y fui a la habitación de la niñera para decirle que teníamos que ir a una fiesta. Al mirar dentro, vi que estaba jugando con la pequeña, ambas sonriendo y divirtiéndose. Por un momento, parecía que eran grandes amigas, y estaba claro que a la niña le gustaba tener a Rachel como niñera.
— Rachel
Casi nunca la llamaba por su nombre, siempre la llamaba niñera, pero comenzaba a llamarla por su nombre, quizás porque ya nos conocíamos desde hace un tiempo y era hora de tener un poco de confianza.
Rachel: — Señor Harris, ¿cómo está?
— Bien. Por la tarde, tenemos que ir a una fiesta en casa de Brandon. Dile a Julia que también vendrá
Rachel: — Está bien. Señor, por cierto, quería preguntarle si le gustaría salir algún día a pasear con la niña
— No me vengas con eso
Rachel: — Señor...
Ya no había salido con la niña a pasear. La semana pasada fue la última vez, y todo eso era idea de Rachel, que quería que pasara más tiempo con la niña.
— Después lo hablamos
18:24 pm.
La tarde cayó, y era hora de dirigirnos a la fiesta. Aquella noche, opté por vestirme de manera más casual de lo habitual, dejando de lado el traje para ponerme un polo blanco y unos jeans azules, ya que se trataba de un evento informal. Al salir de la habitación y bajar las escaleras, me encontré con Julia, quien lucía un vestido, Rachel también llevaba un vestido, y la niña igual. Cada una vestía de manera distinta, y dada la temporada primaveral, todas lucían espléndidas. Mis ojos se posaron en Rachel, quien llevaba un vestido azul marino, haciendo juego con mis pantalones del mismo color. Se veía impresionante, destacando sutilmente sus pechos gracias al escote en forma de V de su vestido.
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Señor Harris, Usted Es Mi Obsesión
RomanceAnton Harris, dueño de una editorial, se enfrenta a un giro importante en su vida con una sorpresa inesperada. Para lidiar con la situación, contrata a Rachel Hill como niñera. A pesar de su historial con otras mujeres, Anton encuentra en Rachel a a...