Capítulo extra 12

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ANTON

Dos días después

Sábado, 14:22 pm.

Yo me encontraba en la sala, concentrado en la lectura de un periódico, cuando noté el paso de Lucía en dirección a la piscina de la casa. Debo admitir que no comprendía la razón detrás de su elección de llevar puesta una bata que pretendía ocultar su cuerpo, ya que en realidad solo cubría su espalda, dejando al descubierto la parte frontal. Curiosamente, mientras se dirigía a la cocina para servirse un vaso de agua, parecía consciente de mis miradas, incrementando la apertura de su bata, quizás con la intención de llamar mi atención. Sin embargo, eso no era asunto mío. No tenía motivo alguno para observarla mientras paseaba vestida con un bikini blanco que parecía casi transparente.

Después, cuando ella salió de la cocina, la vi dirigiéndose hacia la puerta de cristal que daba al patio. Finalmente, decidí levantar la mirada, pero en ese preciso instante ella volteó en mi dirección. Decidí apartar la vista rápidamente y regresé a mi periódico.
No quería que ella pensara que su presencia había despertado mi interés de alguna manera. En absoluto. Solamente la observé con el propósito de entender por qué estaba paseándose por la casa, casi desnuda, en lugar de simplemente dirigirse de una vez a la piscina.

Entonces, mi mujer se apareció por la puerta.
Había ido a la peluquería.

Rachel: — Ya he vuelto de la peluquería — dijo y se acercó a mí.
— ¿Cómo me queda?

— ¿Te has hecho... Mechas?

Rachel: — Sí, ¡gracias por notarlo!

— Te quedan bien — dije mientras admiraba su nuevo aspecto.
Rachel no solo se había hecho mechas, sino que también se había cortado un poco el cabello.

Rachel: — Y también me corté un poco el cabello

— Sí, lo he notado. Te ves hermosa

Rachel: — Te amo — dijo y volteó a ver hacia el patio, notando la presencia de Lucía.
— ¿No se suponía que hoy se iría?

— Mi amiga Jessica, de la inmobiliaria, me dijo que no había encontrado ninguna casa cerca de aquí

Rachel: — ¿Y Lucía no ha intentado buscar por su propia cuenta?

— No lo sé — respondí y ella lanzó un suspiro.

Rachel: — Sabes, me parece que ella se está aprovechando de lo que nosotros le podemos dar

— Ya, pero yo solo lo hago por Damaris más que por Lucía

Rachel: — Entiendo, pero si su marido no le ha hablado ni la ha buscado… Quizás era mentira lo que le dijo que la vendría a buscar

— No sé, tal vez

Rachel: — Bueno, de momento la tendremos aquí uno o dos días, pero no más.
No es que me molesta ayudarla y compartir la casa con ella, pero teniendo en cuenta de que Lucía tiene dinero y que podría pagarse un hotel

— Lo sé. Solo la tendremos un día más. Yo se lo diré

Rachel: — Vale. Por cierto, Dany vendrá hoy a estar con la niña

— ¿A qué horas vendrá?

Rachel: — En la noche, como a las seis, porque antes saldrá a correr

— Me alegro

15:45 pm.

Aprovechando que Lucía se encontraba en su habitación, decidí acercarme para entablar una conversación con ella. Toqué la puerta y, tras unos breves segundos, Lucía la abrió, mostrando sorpresa en su rostro.

Señor Harris, Usted Es Mi ObsesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora