Capítulo 20: La fractura.

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-Venía muy grave. - relató la anciana Urasue, recordando con tristeza las condiciones en las que Itachi Uchiha llegó al hospital Shikon, 10 años atrás. - Sufrió un fuerte golpe en la cabeza, tenía algunas costillas rotas... y una extraña marca en su tobillo izquierdo. – dio un sorbo a su taza de café. – La recuerdo muy bien porque, por mucho que quisiera quitarla con la esponja que usaba para asearlo, no lo conseguía. Y cuando le pregunté al doctor qué podría ser, me respondió que a lo mejor, era una marca de nacimiento o una cicatriz que le quedó por su accidente.

***

-Cuando una sacerdotisa de poderes oscuros lanza una maldición, el humano o la criatura que la tiene, muestra marcas de patas o mordidas en los hombros o tobillos. Los únicos animales que pueden llevar a cabo esa tarea, son los cuervos, las mariposas negras y las serpientes. La gravedad de la maldición siempre depende de la fuerza que tenga el shikigami de la sacerdotisa. En la mayoría de los casos es fácil removerlas. Pero, si una serpiente fue la que lanzó la maldición, es un poco más complicado.

-¿Por qué?

-Por Tsubaki. Sus conjuros son tan fuertes, que aún no existe un caso en el que se haya disuelto una de las maldiciones hecha por su serpiente.

***

-¿Podría ser que Tsubaki le lanzó una maldición, a través de Hinata Hyuga? - en eso, el sonido de su celular lo despertó de sus pensamientos. Apretando un botón para responder, lo llevó a su oído derecho. - ¿Diga? 

Al escuchar a Kohaku, alterado al otro lado de la línea, sus ojos dorados se abrieron como platos.

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-¡Por favor, no obstruyan el paso!

-¡Hacemos todo lo que podemos, conserven la calma!

-¡A un lado, por favor!

La estación de policía de Suginami era un caos. Bomberos, rescatistas, policías de otros distritos y una ambulancia, se encontraban en el lugar, junto con una multitud de gente curiosa que alzaba la cabeza para ver lo que sucedía. 

La fachada estaba destruida. Muchos de los casilleros, documentos y computadoras que habían tenido ahí por años, estaban deshechos. Los escombros; trozos de ladrillos, yeso, vidrios y fierros, se encontraban mayormente en la banqueta y una parte del asfalto. 

Los bomberos tuvieron que utilizar taladros y otro tipo de máquinas para abrirse paso y buscar sobrevivientes.

-Según los vecinos, el edificio explotó de pronto. – explicó Kohaku, parado al lado izquierdo de Sesshomaru, quien continuaba helado ante el desastre en la estación de Suginami. – Muchos dicen que fue por una fuga de gas. Pero, si me lo preguntas, eso no tiene mucho sentido.

-¿Por qué? – preguntó, atónito.

-Ambos lo sabemos muy bien.

***

-¡Mamá! – recibiendo en sus brazos a una pequeña Rin, Sesshomaru no tuvo más opción que abandonar a la sacerdotisa de corto cabello castaño, dentro del templo. - ¡¡MAMAAAAAA!!

***

-El incendio del templo Yin Yang... - murmuró, percatándose de algo. - ¿Crees que Tsubaki fue la responsable de esto?

-¡Abran paso! – frente a ellos, aparecieron unos rescatistas que llevaban en una camilla a un hombre de largo cabello plateado.

-¡Papá! – gritó el detective, corriendo hacia él junto con Kohaku. Estaba inconsciente y tenía rasguños en su rostro y torso.

Haunted and Lost | COMPLETODonde viven las historias. Descúbrelo ahora