Reborn and lost 10. El seguimiento de Naraku.

9 1 0
                                    

-¿No crees que este lugar está demasiado silencioso? – preguntó Hisui, volteando de un lado a otro, en el interior de la cafetería del hospital Shikon. 

Sentados frente a una mesa rectangular y blanca, solo escuchaban el lento movimiento de los ventiladores en el techo.

-¡ACHÚ!

Cuando alguien más estornudó, Towa revisó el interior de su chaqueta blanca. Dentro de un bolsillo, Koryu recobraba el conocimiento.

-¿Cómo te sientes? – lo interrogó.

Sin embargo, antes de que pudiera responder, la mesera de turno apareció frente a ellos, dejándoles las cartas del menú con una expresión de pocos amigos, antes de volver a la cocina.

-¡Pero qué señora tan fea! – exclamó el dragoncito. - ¡Mínimo debería peinarse bien!

Salió de la prenda de Towa y voló hacia la silla a su derecha, donde Kirara; despertando brevemente de su siesta, le gruñó. Asustándose por sus enormes ojos, regresó con la chica peliplateada, quedándose en su hombro derecho.

-Oye, lagartija... - lo llamó Hisui.

-¡Soy un dragón! – replicó enojado.

-Lo que seas... – habló seriamente, cruzándose de brazos. – Si nos metes en problemas, también estarás muerto.

-T-Tranquilo, no habla en serio. – comentó la Taisho, volteando la mirada de la criatura hacia el joven Higurashi. – Vamos, Hisui, dile que no hablas en serio.

-¿Ya decidieron que van a ordenar? – preguntó la mesera, apareciendo de repente y sacándoles un susto de muerte a los tres.

-Ah... Sí. – dijo la menor, estudiando el menú. – T-Tráiganos... dos platos de ramen y dos tazas de té, por favor.

La mujer asintió. Dio media vuelta y regresó a la cocina. Al verla desaparecer, los menores suspiraron aliviados.

-¡¿Y mi plato?! – preguntó Koryu.

-Tranquilo, te daré un poco de mis fideos. – respondió Towa.

-¡¿Qué?! – exclamó enojado. - ¡Prefiero comer pegamento echado a perder!

-¿Por qué?

-¡Porque, para mi familia, perteneciente a la servidumbre de los demonios del inframundo, es un pecado mortal degustar del mismo plato de su amo!

-¿Me convertí en "su amo" al salvarlo? - pensó la joven, con una gotita de sudor bajando por su cabeza.

-Entonces te daré de los míos. – dijo Hisui.

-¡Ni de chiste! – se quejó de nuevo, dando manotazos en la mesa. - ¡También está mal visto que seamos alimentados por un "siervo de Dios"!

-Bueno, muérete de hambre. - el muchacho se encogió de hombros, mientras Koryu se volvía de piedra.

En eso, aparecieron sus platos en la mesa, junto a sus tazas de té.

-Buen provecho. – bufó la mesera, dándoles la espalda.

-Gracias... - hablaron y asintieron al mismo tiempo.

-¡Hipopótamo!

Con ese grito de Koryu, la mujer volteó indignada, al mismo tiempo que los jóvenes se giraban hacia las puertas, avergonzados por dentro.

-¡Towa!

Rin, acompañada por Sarada, Moroha, Sakura y Boruto, apareció de repente en el sitio, corriendo de inmediato hacia su hija para abrazarla. No obstante, cuando sus ojos magenta se toparon de nuevo con los de la menor de cabello negro, volvió a asustarse, levantándose de la silla y retrocediendo unos pasos hacia la pared.

Haunted and Lost | COMPLETODonde viven las historias. Descúbrelo ahora