Capítulo 48: Susurros del templo.

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Sasuke abrió los ojos. No recordaba muy bien lo que había pasado la noche anterior. Solo tenía presente que Hinata lo mordió en su cuello.

Bebió su sangre. Lo hacía sentir... amado, deseado.

Respirando, intentó levantarse. Sin embargo, al darse cuenta de que ella descansaba plácidamente sobre su pecho, se quedó lo más quieto que pudo... hasta que la vio abrir sus ojos y sonreír.

-Buenos días. - lo saludó.

-Buenos días... - dijo de vuelta, recibiendo de su parte un beso en sus labios.

Con su mano izquierda en su cuello, volvió a acostarse, jadeando con cada roce y caricia que le daba.

-¿Q-Qué hora es? - preguntó, más al pendiente de lo que la hibrida le hacía que de lo que pasaba a su alrededor.

-Aún está oscuro. - respondió, dándole una última lamida en su pecho antes de volver a la altura de su rostro y devorar sus labios.

-Espera... - pidió en voz baja, sintiendo una pequeña mordida en el lóbulo de su oreja izquierda.

Hinata no se detuvo, continuaba besándolo en los labios, robándole el aliento, acariciando su espalda, su pecho, sus piernas.

Todo con tal de hacerlo respirar excitado.

Unos segundos después, pareció escucharlo, porque se acostó de nuevo sobre su pecho, sintiendo los latidos de su corazón.

-S-Sabes bien... - la escuchó decir, por lo que levantó la mirada, sorprendido. - ...c-como u-un dulce... - confesó, mirándolo a los ojos y robándole otro beso.

Sin cerrar los ojos, Sasuke se quedó pensando en sus palabras, y en las de Mirai, durante su último encuentro en la residencia Sabaku.

***

-Voy a ser franca contigo. El conjuro de invisibilidad que protege a la fruta Tsuchigumo desaparece con rapidez. Si no la retiras pronto de tu cuerpo, los demonios vendrán hacia ti como una jauría hambrienta. Y nadie, ni siquiera las sacerdotisas más experimentadas, podrán detenerlos.

***

-Hinata, para. - pidió seriamente, entre un roce y otro, asustándola.

-¿N-No te gusta l-lo que hago? - preguntó entristecida, sentándose en su abdomen.

-Tranquila, no es eso. - afirmó. - Es que... - levantó su mano izquierda y la volteó de un lado a otro, mirándola. - ...me inquieta que el conjuro de invisibilidad de la fruta ya se haya desvanecido. Y, por eso piensas que soy...

Sin dejarlo terminar, lo besó en la boca, cortando su respiración unos segundos y llevando su mano a su costado derecho.

-No creo que tu sabor y el conjuro estén relacionados. - dijo, sonriendo. - Más bien... - girándolo, de manera que quedara bocabajo, llevó sus labios a su nuca. - yo lo asociaría a la fruta. - le susurró en el oído, acariciando sus pezones con las yemas de sus dedos.

-H-Hina... - murmuró, sintiendo varias descargas eléctricas, pasando por su espalda, al igual que los labios de la joven.

Temblando y jadeando, apretó con fuerza la colcha del futon, convirtiendo su mano izquierda en puño. La hibrida, al ver aquello, llevó su mano a ella, entrelazando sus dedos.

Sasuke, reaccionando, giró hacia atrás, encontrando sus labios con los suyos, al ladear también la cabeza. Al separarse, respiraron agitados.

-M-Me... - dijo ella, sonrojada a más no poder y sin quitarle sus ojos de encima. - M-Me... t-tú me...

Haunted and Lost | COMPLETODonde viven las historias. Descúbrelo ahora