Capítulo 54: El preludio del espíritu blanco.

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-¡Majestad! - con cierta prisa, Kagura atravesó las cortinas de la oscura habitación, portando en su mano izquierda su abanico cerrado. - ¡Tsubaki ha comenzado a moverse! ¡Tenemos que...!

Antes de proseguir, sus ojos carmín se abrieron de par en par, viendo asustada a Naraku inconsciente sobre el piso, tosiendo más gotas de sangre.

-Se acaba el tiempo. - dijo de pronto una voz detrás de la mujer, obligándola a voltear.

Como de costumbre, Kanna sostenía inexpresiva su espejo circular.

-Si el intercambio de corazón no se lleva a cabo antes del amanecer, su majestad Naraku desaparecerá.

Kagura gruñó. Abrió un portal con su abanico hacia el mundo humano y tomó a Kanna de uno de sus brazos, llevándola consigo.

Pese a percibir, de parte de su compañera, una gran ira y frustración, la niña no cambió en ningún momento su semblante vacío.

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***

-Rin. - la suave voz de una mujer la llamó, parada en medio de un inmenso campo de flores. - Dentro de poco, ocurrirá una desgracia que azotará al templo Higurashi.

-¡M-Madre!

***

Rin abrió de golpe sus ojos castaños. Sin darse cuenta, se había dormido de nuevo, por lo que no tenía idea de lo que había pasado, después de subir a la espalda de Sesshomaru, auxiliada por Kagome.

Confundida, volteó la cabeza a su derecha. Su corazón se estremeció, al ver como un Youkai sostenía en brazos a Sasuke, dándole de beber algo en su boca con un plato rojo.

Ignorando por completo los malestares en su cuerpo, tomó el arco y las flechas, colocadas cerca de ella y le disparó a Shisui, dándole en el hombro derecho.

-¡Suéltalo! - gritó, tomando otra flecha y colocándola en medio del arco, tensando el hilo. - ¡Si no lo haces, dispararé a tu cabeza!

-¡Rin! - Kagome la llamó a lo lejos, distrayéndola solo por un segundo, antes de enfocar su mirada nuevamente en Shisui. - ¡Para, no lo lastimes! - pidió, colocándose al lado del Youkai, antes de que otro temblor sacudiera la tierra.

-¡¿Por qué lo proteges?! - exigió saber la joven, frunciendo el ceño. - ¡Solo míralo! ¡Quiere matar a Sasuke!

-¡Lo está curando! - replicó Kagome. - ¡Míralo bien! ¡Míralos a todos!

-¿Qué...? - murmuró Rin, bajando el arco y la flecha.

A su derecha, Naruto, Sakura, Shikamaru y Mirai estaban acostados, quejándose por las heridas recibidas por la ráfaga que destruyó el templo, pero sin abrir sus ojos.

-¿Q-Qué les pasó?

-Tu presentimiento fue correcto. - dijo la sacerdotisa, asustándola. - Alguien entró a la pagoda prohibida y liberó al ogro que mi madre y mi tío sellaron hace años.

-Fue Tsubaki. - comentó Shisui de pronto, llamando la atención de ambas y quitándose la flecha. - Desde aquí, puedo percibir su poder maligno. No importa que se haya fusionado con la criatura encerrada en la pagoda, aún sigue siendo ella.

Apenada, Rin se levantó de donde se encontraba y se sentó frente a Shisui.

-Cómo lo siento. - se disculpó, haciendo una pequeña reverencia. - Cuando desperté y te disparé, olvidé por completo que no todos los Youkai son malos.

Haunted and Lost | COMPLETODonde viven las historias. Descúbrelo ahora