Reborn and lost 12. La familia de Riku.

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Towa no podía creer que quien la estuviera sosteniendo en ese momento en sus brazos, era su amigo de la infancia Riku. Sin embargo, no tenía la apariencia que usualmente mostraba, al tratarse de un chico estudioso y tímido.

Ahora, en lugar de usar el uniforme de su escuela o ropas más relajadas que lo caracterizaban como fan de lo sobrenatural, vestía una larga camisa de rayas azules, en tonos claros y oscuros. Pantalones grises. Medias blancas y sandalias de bambú. Sobre la camisa azul, portaba un largo chaleco gris con franjas rojas en las orillas, el cual, era sujetado por una cuerda roja que se hallaba, a la altura de su abdomen.

Ya encontrándose en el suelo grisáceo del silencioso cuarto, rodeados de miles de flores diferentes, el muchacho se arrodilló frente a ella, asombrándola más.

-Voy a presentarme de nuevo. – dijo con una sonrisa. – Mi nombre es Riku y formo parte de una familia de demonios vagabundos que, por generaciones, se han dedicado a forjar armas y a viajar por el mundo de los humanos, buscando a los dueños indicados para ellas. – del interior de su chaleco, sacó una flauta de madera, decorada con flores rosas, pintadas a mano. – En cuanto supe que era una de los pocos afortunados, tuve que modificar sus recuerdos para hacerle creer a usted y a sus conocidos, que crecimos juntos. – la miró con tristeza y colocó la flauta en las palmas de sus manos. - Espero pueda perdonarme por ello y, aceptar de mi parte y de mi familia, a zanseiken, el arma que ha sido forjada especialmente para usted.

-Riku... - con sus ojos llenos de lágrimas, la joven se acercó a él y lo abrazó, ruborizándolo de golpe. - ¡Tenía tanto miedo...! – sollozó. - ¡Aunque seas un demonio, me da mucho gusto verte!

Riku sonrió. Y poniendo la flauta en su mano izquierda, la consoló con unas palmadas en su espada, dadas por su mano derecha. Una vez que se tranquilizó, Towa se apartó y le preguntó:

-¿Cómo me encontraste?

-Con mis aretes. – respondió, enseñándole sus orejas. - Todos los miembros de mi familia, portan un accesorio que les da un poder especial. El mío, por ejemplo, es traspasar las dimensiones creadas por seres sobrenaturales.

-¡¿Entonces puedes ayudarme a encontrar a Hisui, a Moroha y a los otros niños?! – preguntó, entre decidida y preocupada.

-No se preocupe por ellos. – comentó, ayudándola a ponerse de pie. - Al detectar más presencias dentro de este mundo, les pedí a mi padre, a mi tía y a mi hermana menor que los buscaran y los pusieran a salvo.

La peliplateada sonrió y asintió agradecida... hasta que, un pequeño temblor bajo sus pies llamó la atención de ambos. Tragó saliva, teniendo un mal presentimiento. Entonces, al girar hacia atrás, se toparon con la niña de ojos carmesí y alas de murciélago.

-¡Toque la flauta! – pidió Riku, invocando una espada curva y abalanzándose hacia la menor, quien lo recibió con una esfera de energía maligna.

La joven, sabiendo que no tenía mucho tiempo, decidió obedecerlo, tocando una canción que escuchó en su infancia. Un segundo después, con el dulce sonido permaneciendo en el ambiente, apareció ante ella una espada de filo delgado y empuñadura dorada, con una joya azul en medio de esta. Sin dudarlo, la tomó con sus manos y se unió a la batalla.

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Haunted and Lost | COMPLETODonde viven las historias. Descúbrelo ahora