Capítulo 39: La mujer de negro.

15 1 0
                                    

-Fue frustrante. - comentó Kagome, finalizando con su relato. - Presencié en primera fila, como Tsubaki le daba esas despiadadas instrucciones a Hinata. Pero, debido a las condiciones de mi habilidad heredada, no pude moverme de los escombros del sanatorio Akasuna y hacer algo para detenerla. - volteó apenada hacia InuYasha. - Un rato después... la ambulancia de Konoha llegó.

***

-¡Kagome, Kagome!

-Me temo que ya es tarde, hijo. Estuvo en esas condiciones por más de 2 horas.

-¡¡NOOOO, NOOOOOO!! ¡¡NO PUEDE ESTAR MUERTA, ELLA NO!!

-¡InuYasha, contrólate!

-¡¡KAGOME, DESPIERTA!! ¡¡POR FAVOR, ABRE LOS OJOS!!

***

-En ese momento, no hubo otra cosa que me doliera más... que ver a mi prometido llorando de rodillas. Y a la señora Namikaze... recostada sobre el cuerpo de Minato-sama.

Sasuke agachó la mirada, preguntándose si, en algún momento, Kushina había sido capaz de decirles la verdad de lo sucedido a Naruto y a Karin.

-Después de que me internaran en el hospital Shikon... - prosiguió Kagome, despertándolo de sus pensamientos. - me encontré con un alma varada en el pasillo. Parecía no saber en dónde se encontraba, porque no dejaba de caminar de un lado a otro con intranquilidad.

-¿Itachi? - cuestionó Sesshomaru.

La joven asintió.

-Él no lo recuerda del todo, pero fui yo quien lo ayudó a cruzar al mundo astral. De esa manera, sería más fácil para InuYasha conectar con nuestras almas y devolvernos a nuestros cuerpos. - hizo una pausa. - Sin embargo, con lo que no contaba, era con que Tsubaki pusiera una maldición en el cuerpo de Itachi, usando a Hinata.

-¿Cómo sabes eso? - interrogó InuYasha.

-Izayoi-sama me lo contó. - respondió, sorprendiendo a los Taisho. - Cada vez que venías a visitarme, la parte de su alma que te acompañaba, se transportaba al mundo astral para buscarme. Y cuando finalmente dio conmigo, me explicó con lujo de detalle lo que estaba sucediendo con Hinata, la fruta Tsuchigumo y lo de la maldición de Itachi.

-Madre... - la llamó Sesshomaru en sus pensamientos.

-¡Por eso apareciste aquella vez en mi habitación! - exclamó InuYasha.

***

-Tienes que volver al hospital. Si no regreso a mi cuerpo, no podré ayudar a Hinata.

***

-¡No fue un sueño! ¡Realmente pude verte y escucharte!

-¿Pero cómo fue posible? - preguntó Toga. - InuYasha no puede interactuar así con las almas.

-Izayoi-sama también me ayudó con eso.

-¡Cielos! - A resopló, llevándose una mano a su frente. - Los jóvenes y sus maneras tan revoltosas de resolver las cosas...

-Ni que lo digas... - agregó el mayor de los Taisho. - Saber sobre los movimientos del alma de mi esposa hace que me sienta mareado.

-¿De verdad? - cuestionó la bruja, haciendo aparecer ante ella, varios jarrones con diferentes tipos de hierbas. - ¡En ese caso, le prepararé un té que lo curará de inmediato!

-¡N-No hace falta! - dijo Toga, sonriendo nervioso. - ¡Solo necesito recostarme, es todo!

-¡También haré una bebida especial para su compañero! - agregó con felicidad, girándose hacia A, quien, notando los extraños ademanes que le mandaba su compañero desde su cama, no hizo otra cosa más que parpadear confundido.

Haunted and Lost | COMPLETODonde viven las historias. Descúbrelo ahora