Capítulo 47: El escape de la cabaña.

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-Esa noche lo perdí todo. - dijo Tsubaki, reflejando en su voz la rabia que le generaba volver a sus días de juventud. - Pero, al igual que una serpiente, mudé de piel para convertirme en alguien intimidante y poderosa. Alguien que nunca más, volviera a ser humillada ante quien sea.

-¿Eso incluye a Naraku, el rey del inframundo? - preguntó Sasuke, ganándose su atención.

-Realmente será una lástima deshacerme de alguien tan inteligente y perceptivo como tú. - lo halagó con una sonrisa. - Al principio, las cosas con Naraku marchaban de maravilla. Él me encargaba maldiciones específicas, para ciertos enemigos que se refugiaban en el mundo mortal, entregándoselas como si se trataran de medicinas, en frascos de cristal. Mi mente estaba tan enfocada en eso, que no me di cuenta de que pasaron más de 40 años... hasta que vi a Naraku relacionarse con una mujer humana. - apretó los puños bajo las mangas de su camisa negra.

El muchacho la interrogó con la mirada.

-Mirai Nara es la hija de Naraku.

-Claro... - susurró, recordando su último encuentro. - eso explica muchas cosas.

-El día de su nacimiento, aproveché el descuido de Naraku y me escabullí en sus aposentos para robarme la maldición del sharingan y la fruta Tsuchigumo. - Tsubaki prosiguió con su explicación, introduciendo su dedo índice derecho en la mezcla turquesa del caldero. - Mi plan original, era llevarme el collar Meidou y el cuerpo de Madara. Pero, por desgracia, no pude encontrarlos por ninguna parte.

-De haberlo hecho, ¿Nos habrías dejado en paz?

-Ni siquiera los hubiera tomado en cuenta. - respondió como si nada, llevándose su dedo a la boca y probando su creación. - Lo único que me interesa, es traer a mi esposo y a mi hija de regreso. Gracias a la desaparición del collar Meidou, mi plan se distorsionó, por lo que no tuve más alternativa, que llevarme unos sustitutos. - tomó un pañuelo en su escritorio y se limpió la mano derecha. - Mientras tanto, planearía mi venganza contra Midoriko, deshaciéndome poco a poco de todo lo que fuera importante para ella. Incluyendo a sus patéticas aprendices y a su mediocre intento de templo.

-¿La señora Izayoi y la señora Hitomiko?

Tsubaki afirmó con la cabeza, haciendo aparecer una hoja de papel con un movimiento de su mano izquierda. El titulo decía en letras grandes y claras "poción para extraer la fruta Tsuchigumo de un ser vivo".

-Enju jamás se dio cuenta de que mi serpiente la hurtó para mí. - de pronto, su palma la quemó, volviéndola cenizas y perturbando al joven. - Ahora ya no existe NADA que pueda liberarte de la fruta Tsuchigumo. - dijo complacida, acercándose a él y tomándolo de su cabello. - Y si alguien intenta quitártela por otros medios... terminarás perdiendo la vida.

-¿Eso es lo que vas a hacerme? - cuestionó enojado, mirándola fijamente a los ojos. - ¿Matarme para quedarte con mi cuerpo, y poner en su interior el alma de Madara?

La sacerdotisa se relamió los labios. Se acercó más y le robó un beso en la boca. Sasuke, cerrando los ojos con asco, le mordió el labio inferior con fuerza, haciéndola sangrar y separarse bruscamente.

-¿Sabías que al beso de una sacerdotisa oscura...? - preguntó entre risas, limpiando la sangre de la comisura de su labio con el dorso de su mano izquierda. - ¿...también se le conoce como el beso de la muerte?

En eso, unas manchas negras se mostraron en la piel del muchacho.

-¡¿Pero qué...?! - interrogó asustada, acercándose para verificar lo que más temía.

Sin embargo, Koryu la detuvo en el proceso, transformándose en una pequeña nube, al darse rápidamente tres golpes en la cabeza.

-¡¡TOME, TOME, TOME, TOME...!! - exclamó, lanzándole varias flechas doradas que la tiraron boca arriba al suelo... y la hicieron reír a carcajadas.

Haunted and Lost | COMPLETODonde viven las historias. Descúbrelo ahora