Capítulo 40: Detrás de la máscara.

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-Maldita... - habló Kushina, apretando la mandíbula. - ¡¡Si te atreves a tocar a Sasuke, te juro que te arrepentirás!!

Tsubaki sonrió de lado, chasqueando sus dedos. En ese segundo, las serpientes volvieron a estrujar una vez más los cuerpos de la pelirroja y de los jóvenes a su lado, haciéndolos gritar de agonía.

-¡D-Detente! - pidió el muchacho de ojos negros, preocupado.

La sacerdotisa bufó. Chasqueando de nuevo sus dedos, detuvo a sus serpientes, consiguiendo que el rubio y los demás jadearan aliviados.

-Cómo te habrás dado cuenta, tengo en mi poder la vida de estas cinco personas. - explicó. - Y si yo quiero, puedo pedirles a mis Youkai que los aplasten hasta la muerte, que los envenenen, que se les coman o que exploten.

-¡¿QUÉ?! ¡¿TODO ESO?! - gritó Naruto, con dos círculos blancos en lugar de ojos. - ¡USTED ESTÁ LOCA, DE VERÁS!

-¡No la provoques, Naruto! - exclamó Shikamaru.

-Hazle caso a tu amigo... - dijo la sacerdotisa, pidiéndole a la serpiente que sujetaba al rubio; con un ademan, que subiera sus colmillos a la altura de su cuello. - no querrás ser el primero en morir por mi falta de paciencia, ¿O sí?

-¡Ya déjalos en paz y dime qué quieres! - Sasuke intervino, haciendo sonreír a Tsubaki.

Con un movimiento de su mano, hizo retroceder a su criatura, levantando su cabeza por encima de la del Namikaze.

-No se trata de lo que yo quiera, sino de lo que tú decidas hacer. - comentó, confundiéndolo. - Te daré dos opciones. Si vienes conmigo por tu propia voluntad, dejaré en libertad a estas personas y desharé para ellos mi conjuro de cacería Youkai. El cielo morado rojizo.

-¿Y qué hay de quienes están en el hospital Shikon?

-Tengo cuentas pendientes con esa gentuza. - habló despectiva. - Sin embargo, por los ojos de Hijiri, mi sirvienta... - volteó un segundo hacia la mujer de ropas negras, arrodillada. - pude ver que deshiciste la maldición de tu hermano, Itachi Uchiha.

-Itachi Uchiha... - pensó Kushina, atónita. - ¡¿Está vivo?!

-Te aseguro que también lo dejaré fuera de esto. - hizo una pausa, acariciando la cabeza de su serpiente blanca con su mano derecha. - Pero, si te rehúsas, me aseguraré de que tu sufrimiento, sea peor que el que viviste hace 10 años.

Ese comentario, hizo latir el corazón del Uchiha con frenesí.

-Lo recuerdas, ¿Cierto? - bajando su mano a la altura de su costado, comenzó a caminar a su alrededor en círculos. - Como tus padres y tu hermano fueron cruelmente asesinados.

Fugaku y Mikoto Uchiha ya no respiraban, encontrándose tirados en charcos hechos con su propia sangre, al mismo tiempo que Hinata; con 8 años, los pisaba mientras gruñía.

-Como los demás hablaban a tu alrededor, sin tener idea de lo destruido que estabas por dentro.

En la escuela, escuchaba con claridad las habladurías de algunas madres de sus compañeros. A veces, viéndose forzado a escapar, perdiéndose de Kushina, Nagato y sus hermanos adoptivos.

-Como las pesadillas te atormentaban, haciéndote llorar cada noche.

Sentado en su cama, refugiado por la oscuridad, se abrazaba a sí mismo mientras contenía las lágrimas, para no despertar a Naruto.

-Como los Namikaze se vieron forzados a recibirte, solo porque les diste lástima.

-¡No la escuches, Sasuke! - la voz de Kushina lo devolvió a la realidad, haciéndolo dar un respingo. - ¡Yo quise hacerme cargo de ti porque quería protegerte! ¡Apoyarte para que salieras adelante! ¡Para que, en nuestra compañía, pudieras superar de a poco tu dolor!

Haunted and Lost | COMPLETODonde viven las historias. Descúbrelo ahora