Capítulo 42: La cabaña.

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-Sasuke-sama... Sasuke-sama, despierte...

Abrió los ojos. El sitio donde se hallaba era oscuro y lúgubre. Un gran caldero en el centro de la habitación burbujeaba, conteniendo en su interior un resplandeciente líquido violeta que iluminaba solo el techo.

A su alrededor, había muchos frascos de vidrio, colocados cuidadosamente sobre repisas viejas y sucias de madera. Como estaba sentado en el piso, al lado contrario, le era imposible ver lo que contenían.

-¿Dónde estoy? – musitó, moviéndose hacia adelante.

Sin embargo, al hacerlo, se dio cuenta de que sus muñecas eran presas de un par de grilletes, con cadenas unidas a una pared hecha de piedras.

-Es la cabaña de Tsubaki. – dijo una voz ajena, saliendo del interior de su playera blanca.

-¿Koryu? – lo llamó confundido, reconociendo su cabeza, en su hombro derecho. - ¿Cómo...?

-Antes de que Tsubaki se transportara, volé lo más rápido que pude y me escondí en su ropa.

En eso, ambos escucharon como dos cadenas se movían en el piso. Koryu tragó saliva. Salió por completo de la prenda del muchacho y voló hacia el otro lado del cuarto, iluminándolo con una llama que invocó de su pata izquierda.

-¡Ay, cielos! – exclamó asustado.

No obstante, antes de poder comunicar su hallazgo, escuchó como los cerrojos de la puerta se abrían, por lo que volvió a toda velocidad con Sasuke, escondiéndose, esta vez, detrás de su espalda. Unos segundos después, la habitación fue iluminada con la luz de la luna, seguida por la silueta de una furiosa Tsubaki.

-Basura inútil... - dijo despectiva, rompiendo un papel blanco en forma de muñeco y arrojando los pedazos al piso. - ...sabía que debía matarlos cuando apenas eran unos mocosos. – pasándose una mano por su largo cabello blanco, volteó hacia el Uchiha, mirándolo unos segundos en silencio antes de sonreír. – Qué bueno que estás despierto. Espero que hayas tenido un sueño placentero.

-Es difícil dormir cuando tus brazos cuelgan de la pared. – comentó molesto, haciéndola reír mientras caminaba al otro lado.

Con un chasquido, iluminó la habitación, encendiendo de golpe todas las velas escondidas en las repisas, el piso, el techo... incluso tenía un escritorio con pergaminos, tinta y pinceles de varios tamaños. Sin embargo, eso no fue lo que llamó su atención.

Ahora comprendía mejor porque Koryu sonó tan abrumado.

Sentada en el piso, encadenada de las muñecas y con varios cortes en sus ropas y su cuerpo, se encontraba Hinata. Verla en aquellas condiciones, le dio un vuelco en el corazón y lo hizo entrar en pánico.

Al verlo tan angustiado, Tsubaki bufó y sonrió de lado. Se inclinó a la altura de la hibrida y le arrancó un mechón de su largo cabello negro. Acto seguido, se aproximó al caldero y lo arrojó a su interior. Luego de comprobar que se había unido sin problemas a su mezcla, la rodeó y se aproximó a Sasuke.

Él se hizo hacia atrás, tratando de esquivar sus manos. Pero fue un esfuerzo inútil, ya que, de todas formas, la mujer terminó por arrancarle uno de sus cabellos, repitiendo lo mismo que hizo con el de Hinata. Cuando la poción cambió de color, introdujo su dedo índice derecho, humedeciendo su yema y llevándola a su boca.

-Le falta un ingrediente extra... - habló, invocando su serpiente blanca en su brazo derecho.

El shikigami, posicionándose sobre el caldero, dejó escapar de sus colmillos la sangre que había extraído del joven, al momento de provocarle un desmayo frente a Naruto y los demás. En cuanto los ríos de sangre se revolvieron en la poción, en forma de varias espirales, esta volvió a cambiar de color y a descender al fondo.

Haunted and Lost | COMPLETODonde viven las historias. Descúbrelo ahora