Capítulo 34: La sacerdotisa. Los dos templos, parte 1.

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-Hace 15 años-

-Kagome, Kagome. El pájaro dentro de la jaula. Cuando, oh, ¿Cuándo saldrá?

Terminando de cantar las frases, el niño de largo cabello negro; atado en forma de una cola de caballo, se paró detrás de una niña de corto cabello negro, tapándole los ojos.

-¡¿Quién está detrás de ti?!

-InuYasha... - lo llamó molesta.

El chico quitó sus manos y se apartó unos pasos de ella.

-¿Por qué cantas eso cada vez que me ves? – interrogó, frunciendo el ceño y volteando hacia él.

-Porque me gusta verte enojada. – contestó sonriente.

Ella lo vio con tres venas punzantes en su cabeza.

-¡Kagome! ¡InuYasha!

En eso, la voz de una chica los llamó desde el otro lado del pasillo del templo.

-¡H-Hermana Kikyo! – la saludó Kagome, haciendo una reverencia al igual que InuYasha.

-La ceremonia está a punto de comenzar, hay que darnos prisa.

La joven de 13 años le extendió sus manos a los niños, para luego correr juntos hacia el sitio acordado.

En el auditorio del templo Yin Yang, la anciana sacerdotisa Midoriko esperaba que sus nietas se acordaran a tiempo de lo que debían hacer. De lo contrario, no tendría otra opción más que enviar gente a buscarlas.

Afortunadamente, sus pensamientos se equivocaron, ya que, unos segundos después, Kikyo y Kagome aparecieron detrás del escenario, acompañadas por InuYasha.

-¡Qué bueno que están aquí! ¡Suban! – pidió la sacerdotisa Izayoi, indicándoles a las niñas por donde debían pasar.

Sin embargo...

-¡Alto ahí, jovencito!

...no pasó lo mismo con InuYasha, siendo detenido por su mano derecha.

-¡¿Ahora qué, mamá?! – interrogó entre nervioso y enojado.

Izayoi sonrió. Sacó un pañuelo de sus ropas y se agachó a su altura.

-No puedes inclinarte ante la gran sacerdotisa del templo Higurashi si tienes sucia tu carita. – dijo con dulzura, haciéndolo sonrojar como un adorable jitomate, mientras limpiaba con cuidado su mejilla izquierda.

Una vez que su madre retiró el pañuelo de su rostro, el pequeño InuYasha se apresuró en reunirse con su hermano mayor y sus amigas en el escenario. Había mucha gente del templo Yin Yang y el templo Higurashi presenciando la ceremonia. Entre ellos, se encontraba Toga Taisho, el esposo de la sacerdotisa Izayoi y el padre de InuYasha y Sesshomaru.

-Gracias a todos por venir. – comenzó la anciana Midoriko; la máxima autoridad del templo Higurashi, haciendo una reverencia. – Como cada año, nos hemos reunido aquí para honrar a nuestras familias, con jóvenes promesas que cumplan un papel especial en nuestra sociedad.

Volteó hacia atrás, tomando de una mesa; envuelta en una fina tela de color gris, varios collares que correspondían a los símbolos de cada templo. Un símbolo de luz y oscuridad para el templo Yin Yang y un símbolo de agua y fuego para el templo Higurashi.

Con un ademán, le pidió a los niños que se acercaran, tomando cada uno un collar correspondiente a su templo, para luego colocárselos en sus respectivos cuellos. Volvieron a sus lugares en el escenario. Y un segundo después, la anciana Midoriko tomó un báculo dorado, levantándolo para que, de su parte superior, comenzara a brillar.

Haunted and Lost | COMPLETODonde viven las historias. Descúbrelo ahora