Suerte, destino, casualidad o causalidad. Nunca sabré cual fue la verdadera razón que me trajo a esa ciudad, pero yo la llamé oportunidad laboral. Me mudé de México, por solo un lapso de tiempo. 6 meses que tenía que pasar en un nuevo país, creí que sería el nuevo comienzo que necesitaba. En una ciudad en la que no conocía a nadie, lejos de mi familia y de todo lo que conocía, lejos de mi zona de confort.
Cuando mi madre se mudó con su gran amor a la ciudad en la que siempre quiso vivir, no dudé en que yo debería de tener un nuevo comienzo. Así que acepté la oportunidad que la compañía me estaba dando, algo que no me volvería a pasar, me ofrecían estadía y viáticos pagados. No cualquier empresa te ofrece todo en bandeja de plata.
Así que tomé un avión y me mudé a Cartagena.
Y ahí me encontraba yo, con todo un camino por delante, pero ¿cuál fue mi recibimiento? Una gran tormenta, y un pésimo día. Pero no todo podía ser tan malo siempre, ¿no?
Nota autora:
Hola a todos. Soy yo de nuevo, con esta historia que será un ... mejor no les digo que tipo de cliché será, para que ustedes lo descubran conforme lean esta historia. Espero que le den la oportunidad.
Lo quiero hasta el infinito y más allá.
Deya.
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Nuestras mañanas de marzo
RomanceUn nuevo comienzo. Una nueva ciudad. Un día de lluvia y... ¡un maldito se robó mi taxi! Recién llegada a Cartagena, una serie de eventos llevan a Valentina a pedirle un favor a su enigmático vecino, quién no tarda en aceptar, pero con algunas condi...
