| Capítulo 26 |

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Liam

Llegamos a su departamento. La dejé ahí y fui al mío en busca de la carpeta que me habían dado en la agencia de investigación. Cuando regresé vi que dejó la orquídea, en una mesita a un lado de la ventana. Caminó hasta la cocina y vertió en dos tazas el agua para café que previamente puso.

— ¿Cómo quieres el café? Déjame adivinar, Black like your soul.

Reí, me gustaba cuando recordaba detalles que ya habíamos platicado, porque eso me decía que si prestaba atención a lo que le decía.

—Así que si presta atención a lo que le digo.

—Solo a las cosas importantes, como por ejemplo al café. Así podré envenenarlo cuando me hagas enojar, recuerda que tengo acceso a muchas bacterias—rió.

—No sería capaz.

—Tienes razón—sonrió.

Me dio la taza de café. Me senté en el comedor y ella lo hizo frente a mí.

—Y bien ¿Qué fue lo que descubrieron?

Le extendí la carpeta, ella la tomó y comenzó a verla. Leyó cada una de las hojas. Y yo solo la miraba fijamente, mientras bebía de mi café a sorbos pequeños.

— ¿Esto es verdad?

—Según los investigadores, sí.

—Siendo sincera, esperaba que algo turbio saliera, pero no pensé que la compañía tapara todo esto. Ahora entiendo, porque me dieron una advertencia en México.

— ¿Le advirtieron de algo así en México?

—El CEO en México me dijo que había muchos problemas aquí en Colombia, pero no me dijeron que sería algo tan grave como esto. Sinceramente, pensé que sería algo como que robaban cosas de los laboratorios ó que saboteaban proyectos. No que la integridad de mis compañeras, incluso la mía, estaría en riesgo—soltó una respiración sostenida— ¿Te dijeron si es que podemos hacer algo?

—Rafael Guzmán, es hijo del CEO de aquí en Colombia, así que no puedes denunciarlo a recursos humanos. Necesitamos asesorarnos con ellos, para ver qué es lo más conveniente.

—En México, mi jefe me dijo que cualquier cosa que supiera sobre lo que pasaba aquí tenía que reportarla.

—Eso que descubrieron es sobre su pasado y el motivo que él esté aquí en Cartagena, pero a no ser que él le haya hecho algo aquí, no creo que podamos hacer mucho, porque la empresa lo protege por el puesto de su papá.

—Odio a este tipo de personas. Me parece increíble la impunidad que existe. No sé cómo voy a actuar delante de él, después de saber esto. Tengo que mandar todos estos archivos a México.

—Siendo sincero, cree, en verdad que eso no lo sepan ellos. Son grandes compañías, harían cualquier cosa para que no se descubra toda la mierda que hay detrás de ellos.

—Nunca pensé que me vería envuelta en una situación así. Solo soy una científica, que quiere hacer su trabajo lo mejor posible, es todo. No quiero luchar contra una corporación de ese tamaño, siento que no podría, pero no puedo dejar de lado mi sueño de crear un cambio en el mundo científico con esto que estoy haciendo.

Me levanté, caminé hasta ella, la abracé fuertemente, ella me correspondió el abrazo de la misma manera.

—Sé que es más de lo que pensamos, pero no está sola Valentina. No dejaré que pase por esto sola. La apoyaré, de eso esté segura.

Levantó la cabeza.

—Eres un buen novio falso, pero sobre todo un buen amigo—sonrió.

Pasó cerca de una semana, cuando recibí una llamada de la agencia, está vez decidí llevar a Valentina, ya que ella tenía muchas dudas acerca de cómo podría actuar con respecto a esa situación, si se podría proceder legalmente en contra de Rafael en dado caso de que la situación fuera más grave.

Llegamos juntos al edificio. Nos pasaron casi de inmediato y la recepcionista nos encaminó hasta la oficina de Tomás. Ella se presentó con él, se saludaron y sentaron.

— ¿Qué es lo que han encontrado?

—Indagamos más profundo y encontramos unas fotos ocultas de ellos besándose, y en fiestas. También hay una clausula en los contratos de la empresa, que dice que las relaciones entre trabajadores están penadas, así que ese fue el motivo para que no se hiciera pública su relación.

—Pero usted trabaja con ellos Valentina, ¿no notó algo entre ellos? —le preguntó Tomás.

—Yo prácticamente acabo de llegar. Tengo tres meses en la ciudad y creo que esto pasó antes de que yo llegara.

—Según las fechas que tenemos, sí, pasó a finales del año pasado.

—Ahora que lo recuerdo, hubo un tiempo en el que ellos eran casi muy unidos, los veía juntos por los pasillos, reían, eran casi uña y mugre y de pronto a Abigail le afectaba estar cerca de él. Fue en ese lapso en el que él pudo haberle hecho algo.

— ¿Recuerda cuando fue que notó ese comportamiento?

—Creo que a mediados del mes pasado. ¿Se puede proceder legalmente contra él? En dado caso que le haya hecho algo.

—Tendría que haber una confesión por parte de ella y una denuncia por acoso. Serviría de mucho, si se sumaran más personas diciendo que fueron acosadas por él.

—Podría ponerla usted, porque él también la acoso. Y no diga que no lo fue, porque hostigarla para invitarla a salir todo el tiempo, es un tipo de acoso.

—Podría denunciarlo en recursos humanos.

—Podría comenzar por hacer eso, y si no le hacen caso en la empresa y quiere proceder legalmente, nosotros podríamos ayudarla. La agencia cuenta con un bufete de abogados.

Ella lo miró fijamente.

—Eso es lo que haré y trataré de hacer que Abigail hable conmigo, sobre él.

La tomé de la mano y ella la apretó.

Después de salir de la oficina, estuvo muy callada y pensativa. Cuando estuvimos afuera en el estacionamiento. Habló.

—Gracias. De verdad agradezco todo esto que estás haciendo. Que repito no tienes porque hacerlo.

—Tú tampoco tenías porque haber estado al pendiente de mi abuelo y gracias a ti él está vivo. Y lo hago con mucho gusto, sé lo difícil que debe de ser estar en una ciudad tú sola sin ningún familiar cerca. Y hago esto, porque ninguna debe de pasar por esto. Se deben de respetar sus decisiones.

Ella sonrió.

—Me sorprendes, piloto engreído.

—Es la verdad. Todos los hombres deben de aprender a respetarlas. Todos provenimos de una y algunos tienen hermanas y probablemente tendrán una hija. El pensar que un hombre le haga eso a mi hija me revuelve la tripa. Será mejor que nos vayamos, ya es de noche y usted debe de descansar que mañana trabaja.

—Como usted ordene—dijo entre risas y yo no pude evitar reír junto con ella, porque supe el motivo detrás de esa frase.

—Como usted ordene—dijo entre risas y yo no pude evitar reír junto con ella, porque supe el motivo detrás de esa frase

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Feliz navidad los TQM hasta el infinito y más allá.

Nuestras mañanas de marzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora