13. Amor "Ideal".

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Miércoles 10 de Abril 2019

10:00 PM

Era una hora prudente para regresar a casa tras gastar su día en... ¿Absolutamente nada? Cada día Kook se sentía menos productivo. Subiendo en el ascensor, se perdió una vez más en la grata compañía, en el murmullo de su corazón declarando estar en el lugar correcto, oyendo la insistente pero sedosa voz del fragante elim a su lado. Taehyung comentaba mil trivialidades, estrechando dichoso la pintura que había dado por perdida meses atrás, feliz de que Hobi se la regresara... No era consciente de cuánto estaba cambiando la vida de su "novio", el que no era tal.

No era inusual hallar a Kook perdido en sus pensamientos, pero... El pintor ya no pintaba. El coach de boxeo dejaba el trabajo al terminar su turno, extrañando a sus aprendices. Sólo su faceta de escritor se beneficiaba, pero... ¿Desde cuándo lo suyo eran los poemas? Se apilaban silenciosos en el bloc de notas de su teléfono móvil, como evidencia inequívoca del sentimiento corriendo en sus venas, de la paz y regocijo que, debía admitir, sentía por primera vez en décadas.

¿Qué le pasaba a Jungkook? La respuesta era fácil y evidente. Una mejor pregunta sería ¿Quién era? y ¿Por qué un sentimiento inofensivo amenazaba su forma de vida? Decir que, como léuzur, le preocupaba su fuente de energía sería una respuesta corta, igual que resumir una novela en una frase.

No se puede hablar de la vida de Jeon sin mencionar a su madre, una hermosa y talentosa léuzur que alguna vez fue el amor platónico de Park Jaesang, padre de Hobi, pero esa es otra historia. La dama conoció el amor en el 54", siendo afortunada de hallar un "hombre perfecto", de alma resistente, quien fue tan feliz con ella que la relación cubrió su necesidad de energía sin necesidad de caer en la infidelidad... ¿El problema? Su ser amado era un humano, vulnerable al paso del tiempo. Su amor no sería eterno.

En el 68" la pareja tuvo a su primer hijo, Jin, cuando el padre tenía ya 39 años. Se sorprendieron, pues el 90% de los hijos de un léuzur, que suelen ser numerosos por obvias razones, nacen humanos... Tormento cubrió a la pequeña y perfecta familia cuando esta volvió a crecer en el 79"; Jungkook no estaba en los planes de sus padres. Un segundo léuzur fue una maldición cuando su padre, ya con 50 años, apenas tenía energía suficiente para su esposa.

Jin fue enviado a vivir con sus abuelos para fortalecer el vínculo con ellos, medida triste y desesperada para que, al cumplir 15, el joven léuzur pudiese sustentarse de su energía. Jungkook no lo vio mucho en esos años. Creció... En la familia "perfecta", la que alimentó sus altas expectativas e ideales sobre el amor. Sus padres realmente lo eran; una pareja tranquila, sin prejuicios, en la que se respiraba compañerismo, protección y comprensión pintando el amor como la clave de la felicidad. Relación en la que, tras décadas de fidelidad, ni siquiera era necesario el contacto sexual entre ellos para que la energía del padre pasara a la madre.

Kook vivió en una hermosa burbuja hasta que cumplió 15 años y se enteró de la realidad de su raza. Hoseok, en ese entonces con 45 años y pésimas costumbres en lo que su vida romántica y sexual respectaba, no era el indicado para dar al jovencito "la charla" que para todo léuzur era vital, pero, en vista de que sus padres seguían pintando el mundo de iluso rosa para él y no se dignaban a advertile del riesgo que todos corrían, intervino... Enviado por su amigo Jin.

Jin en esos años ya tenía 26 y seguía viviendo a expensas de sus abuelos, con su energía peligrosamente baja día a día. Mientras, el "tío Jaesang" promocionaba su carrera como cantante e insistía en concederle el pacto de lealtad para sus fans, con el que, aseguraba, no sólo su fama se dispararía sino que jamás volvería a preocuparse por escasez de energía... Pero Jin no quería. No estaba listo para tomar semejante decisión; renunciar a la posibilidad de enamorarse como una persona normal, para toda la vida, la que al ser léuzur podía extenderse siglos... No era una decisión que tomar a la ligera.

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