Blanco y Negro

29. Mi Esperanza.

Viernes 12 de Abril

—No sabemos mucho, puesto que la existencia de la semilla fue un estricto secreto, guardado únicamente por Maritania hasta el primero de febrero —explicó Namjoon, siendo consciente el impacto que aquellas palabras causaban en Taehyung. Jimin vio el dolor en los ojos de su amigo con sólo oír aquel nombre, y se acercó a estrechar su hombro para reconfortarlo. Cabizbajo, Tae puso atención—. Tu alma es especial, Taehyung; no diferencia el blanco del negro. Cada vez que se cansa y absorbe energía del ambiente, su proporción de luz y oscuridad se altera, cambiando tu propia raza... Maritania... Maritania no es tu madre —aclaró despacio—. Alguno de los dioses debió elegirla para cuidarte. E hizo bien. Gracias a su silencio y astucia creciste a salvo en Nirdumbay, donde sólo existe la energía blanca, de ese modo tu raza no cambió por veinte años y la naturaleza de tu alma pasó inadvertida para quienes te hubieran dado muerte. También, aunque no fuiste nombrado Niryusa, recibiste la bendición de una diosa de luz.

—Tus alas —mecionó Jimin sacando presuroso un disco dorado del bolsillo de su chaqueta. Tae inhaló sorprendido al volver a verla; aquella pieza de oro, no más grande que sus manos, contenía sus alas— ¡Son un obsequio de Irhea! No pude abrirlas, deben ocultar algo importante.

—Pero... —Tae recibió el disco en sus manos. Lo intrigaba, pero en aquel momento no podía pensar sino en...— ¿Y mi mamá? ¿Maritania? —inquirió con ojos brillantes de lágrimas. De todo lo perdido en Nirdumbay, de los borrosos recuerdos de su infancia, ella era de quien se negaba a desprenderse.

—Años atrás, Maritania me advirtió que me elegiría para ejecutarte tras tu presentación —explicó Jimin sosteniendo su mirada, alentando su esperanza—. Me pidió que buscara una forma de salvarte, pues estaba decidida a presentarte y sabía que tu alma no podía ser pura; que serías condenado... Jamás te lo dije, y hasta el último momento no la creí capaz de hacerlo, no entendí nada hasta ahora, pero así pasó. Gracias a su advertencia pude pensar con claridad ese día y supe cómo salvarte sin levantar sospechas.

—Las almas de luz pura no pueden mentir —prosiguió Nam— No sé cómo se las ingenió para hacer creer a todo el mundo que eras su hijo sin caer en una sola mentira, en su corazón lo eras, supongo... Pero el día de tu presentación no tuvo opción; mintió al decir que te deseaba la muerte, Taehyung. Lo hizo para tener el derecho de elegir qué soldado te ejecutaría y dónde, para que salieras con vida de nuestro mundo y llegars a la Tierra levantando la menor sospecha posible.

Maritania no gritaba de odio y rabia aquel día. Su propio corazón se desgarraba al traicionar a su pequeño, al ver el terror en sus ojos, sabiendo que lo mejor para él sería horriblemente doloroso. Aquella fue la única manera de salvarlo. Desde entonces la mentira agrietó su alma, impidiéndole recuperar energía; la Niryusa se debilitó gradualmente, aún así resistió el mayor tiempo posible con tal de no levantar sospechas y brindar a su hijo tiempo valioso; tiempo que le permitiera apreciar el que sería su nuevo mundo. Envió un ave de fuego con un mensaje al abismo en busca de la diosa Alhir, quien pudiese elegir almas dispuestas a proteger la semilla... a quien consideraba su hijo.

Finalmente, el primero de Febrero Jaree percibió la debilidad de Maritania y, aprovechando su condición, indagó en sus pensamientos en busca de una explicación. La Jefa de Almas se enteró de la existencia de la semilla, y que esta estaba en la Tierra. Exacerbada ordenó a Lord Zerus y sus hombres ir tras Taehyung, mas grande fue su sorpresa cuando el General Níreo se negó, jurando defender la voluntad de Lymbreus.

Fue Zerus quien salvó a Maritania, encerrando a Jaree temporalmente y enfrentando a los soldados él solo. Maritania fue por Jimin, probando por última vez la férrea lealtad del joven soldado hacia su alma gemela al ordenarle que lo asesinara. Obviamente, Jimin prefirió ser perseguido por su raza y arriesgar su vida que traicionar a Tae; era apto para proteger la semilla.