Blanco y Negro

37. Cacería frustrada.

Correr, porque tu vida depende de ello. ¿Han sido perseguidos por un animal alguna vez? una gallina loca, un pato. Un perro es más peligroso, especialmente siendo niños es fácil asustarse. Pero... no los ha perseguido un tigre ¿o sí?

Kook descubrió lo que se sentía ser una presa, correr más rápido de lo que jamás pensó que fuera posible, oyendo los pisotones tras sus pasos y el aterrador jadeo del perseguidor. El instinto se apoderó de él, lo suficiente para hacerlo olvidar que trataba con un conocido. Planeó largamente al conseguir saltar desde una pendiente, anhelando desesperadamente alzarse más alto... sin lograrlo. Para colmo, el tigre no era uno normal y agitaba el aire a su paso, causando que éste traicionara a las alas del léuzur.

Sí; Yoongi intencionalmente lo desvió hacia sí e hizo que se desplomara. Kook, próximo a los 5 metros del suelo, consiguió patear una rama e impulsarse un poco más alto, esquivando a tiempo el salto a garras extendidas de felino que casi lo atrapó. «Es ahora, hombre ¡Vuela ya o este lunático te va a...!», alcanzó a rezongar contra sí mismo.

Sin resultados. Una y otra vez dependió de los árboles, acrecentando su frustración, hasta que la suerte lo abandonó. No había suficientes árboles en la zona de las cabañas. Inevitablemente descendió y el "maldito predador" trepó al tejado en un tris.

El tigre saltó, su zarpa alcanzó la pantorrilla de la presa y cerró el agarre alzando la otra pata para retenerlo por el muslo. En esa fracción de segundo le abrazó la pierna, clavando las diez garras de 8 centímetros en su carne, ni hablar del mordisco en la otra pierna... Hoseok, que estaba fuera de la cabaña, gritó de espanto. Namjoon a su lado abrió grandes los ojos, incrédulo, cuando predador y presa cayeron al suelo desde al menos seis metros de altura como un costal de carne, rodando por las hojas.

—¡YOONGII! —Hoseok jamás había gritado tan fuerte y furioso.

El collar en el cuello del felino lo paralizó a tiempo ¿Iba a comerse a Kook? ¿Estaba loco? Cegado por el instinto, claramente. Su presa rodó a un costado, gritando rabioso tanto por el dolor físico de la caída y las grandes heridas sangrantes en sus piernas, como por la frustración de no haber estado ni cerca de su objetivo.

«Si ni con esto lo logré ¿Cómo...?», golpeó el suelo, bajando fugazmente la vista a su pierna. Poco le faltó para desmayar; a causa de la adrenalina no había dimensionado la gravedad del daño... Su pierna no se movía, la carne colgaba a jirones y la sangre empapaba rápidamente el suelo, nublándole la vista. Se desangraba.

—¡Jorgitoo~! —Hobi se lanzó de rodillas ante su amigo, actuó rápido. Jorgito era el nombre del salvador; Kook sintió el golpe de energía alentar su cuerpo, deteniendo la hemorragia y cerrando las heridas más profundas— ¡Por todos los dioses! ¡Yoongi! —espetó el amo rabioso, volteando hacia el animal que luchaba contra el collar en su cuello, retorciéndose enfurecido en el suelo— ¡¿Qué mierda te pasa?! ¡Casi matas a Kookie!

Yoongi fue considerado y atacó en su forma de tigre "normal", es decir del tamaño de uno natural y no como el monstruoso Byakko que destrozó a los dragones, o Kook estaría partido a la mitad... cerro arriba.

—¡Ahí te vas a quedar, gato malo! ¡Esto es grave! —advirtió el galdro al ponerse de pie, en lo que Namjoon cargaba a Kook para llevarlo dentro de la cabaña.

Bufidos, chillidos, gruñidos, rugidos... Ni el más miserable miau miau~ iba a librarlo del castigo. Yoongi estaba jodido y Hoseok severamente enojado, haciendo oídos sordos a su escándalo; no le quitaría el collar ni lo dejaría moverse de ahí hasta que le diera una explicación.

Tae y Jimin estuvieron ahí en un parpadeo tras oír los gritos. Se desconcertaron al ver al tigre "atado" junto a la cabaña, vieron la gran cantidad de sangre derramada en el suelo y el pelaje del predador... entraron aún más a prisa. El menor armó un escándalo al ver a su novio herido. Kook estaba apenas consciente, tratando de pensar en una buena excusa que librar a ambos pues, a fin de cuentas, Yoongi trataba de ayudarlo con su cometido cuando se le pasó la mano. Más bien las garras.