2. Virgen a los Cuarenta.

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31 de Enero 2019.

11:15 PM.

Narrador Omnisciente.

«Eso es, ya cayó; es mi noche de suerte», pensó Jungkook. Aquella calurosa noche de verano no sólo había vendido una de sus obras, por un abusivo buen precio, sino que se sentía cercano a conseguir algo... algo que necesitaba más que el dinero. Más que comer o dormir en ese momento.

El léuzur "mataba" por satisfacer su déficit de energía. ¿Qué tipo de energía? Para entender el origen de su desesperación es necesario manejar tres conceptos básicos.

Primero; las almas están hechas de energía. Segundo; esa energía puede ser blanca u oscura. Tercero; el porcentaje de luz y sombra en las almas determina su raza.

En la Tierra, la raza predominante es la humana. Sus almas, a pesar de ser pequeñas y débiles, están compuestas por el porcentaje perfecto de luz y sombra, es decir 50 y 50%, por lo que su energía es estable, se pierde en partes iguales y se repone mediante el descanso y la alimentación, como los animales.

Las cuatro razas de no-humanos en la Tierra, a pesar de gozar de eterna juventud, no gozan de esa suerte; sus almas no equilibradas se debilitan lentamente hasta la muerte y por ello son escasos. Pero ¿Cómo sobreviven? Robando energía, de preferencia; a los humanos.

Mal llamados "vampiros", los léuzur poseen almas 70% oscuras. Se distinguen por sus coloridas alas emplumadas y ojos de tonos vibrantes, con los que seducen a sus víctimas. Atractivos, sensuales y lujuriosos cual vampiros de las mejores novelas, no beben sangre sino que obtienen su energía absorbiendo la euforia y el placer de las personas a su alrededor... Lo que les ha conferido una fama contradictoria: Los más hábiles y respetados se yerguen en la cima de la sociedad como famosos ídolos, obteniendo su energía mediante la ovación de los fans que, al ser tantos, no perciben el robo de energía. No obstante, aquellos son unos pocos; la mayoría de los léuzur suele verse en eventos públicos, antros y clubs nocturnos , buscando a quien brindar buen sexo tras el cual la víctima puede sentirse desanimada y hasta deprimida, esto si el ladrón no es hábil o cuidadoso.

Un léuzur necesitado y desconsiderado puede empujar a alguien al suicidio e, irónicamente, ser condenado por homicidio.

Entonces ¿Aquella era la idea de Jungkook? ¿Acompañar al joven desconocido a su casa para seducirlo, tener sexo casual y robar su energía? Sí, esa era la "idea"... Una decisión sensata para un léuzur, la verdad, pero no para él.

Jungkook era un léuzur peculiar, uno que no quería ser famoso como su hermano mayor ni tampoco robar energía teniendo sexo casual con desconocidos... Pero ahí estaba, tratando de vender sus pinturas, su energía menguando a niveles desesperantes que lo hacían actuar como no quisiera; como un atractivo fanfarrón de ojos hipnotizantes.

Las lentillas negras, sobre sus iris naturalmente morados, ayudaban un poco. Aún así coqueteó discreto con el chico bonito que compró su pintura, engtusándolo sin más que un par de gestos y miradas. «Es que soy un maldito», lamentó. Su instinto lo fichó como una presa en extremo fácil y tentadora, literalmente podía oler su ingenuidad.

«De piel canela, joven y tersa. Ojos almendrados y expresivos, barridos por largas pestañas. Sedosos rizos castaños y... ¿Qué clase de coquetería son esos pequeños cristales en sus pómulos?», no tenía idea, pero le encantaban. A su "vampiro interno" le fascinaba la idea de acompañar al bello espécimen a su casa y profanarlo, enloquecerlo de placer para recargar su propia energía a tope sin causarle el menor daño. En teoría sería fácil, pero...

No sabía hacerlo, y la sola idea de arruinarlo lo aterraba.

Sí; Jeon Jungkook, era una burla para su raza... A sus 40 años seguía siendo virgen.

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