Parte 4

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La habitación era pequeña, luminosa, decorada en tonos blancos y azules, estaba compuesta de una cama matrimonial en el centro, un escritorio con una vieja computadora, una cocina pequeña y un baño. Desde la ventana se podía ver la ruta y la motocicleta estacionada sobre el frente. Ambos se mantenían en silencio, pero no era un silencio incomodo, al contrario se sentían muy a gusto el uno con el otro. Como si se leyeran la mente, dejaron sus cosas sobre el suelo al mismo tiempo. Fue Jake quien tomo la iniciativa y se aproximo a MC, la tomo por la cintura y la acerco a él lentamente, sin dejar de mirarla a los ojos ni un solo segundo. Los nervios hacían que la boca de MC se secara y le costara respirar. Él apoyo su frente sobre la suya y lentamente comenzó a descender reclamando sus labios. Estaba fascinado con su boca, era suave, de un tono rosa claro y su aliento era dulce, como una adicción para sus sentidos. Mc dejo que Jake la guiara, comenzó siendo un beso delicado y tierno, pero en el momento en el que ella abrió sus labios invitándolo a entrar la pasión fue aumentando, unieron sus lenguas e hicieron de ese un beso único, encajaban a la perfección estaban hechos el uno para el otro. No podían dejar de besarse y mientras lo hacían Jake la dirigió hacia la ducha. Ambos estaban sudorosos y sucios por la tierra de la mina. MC comenzó quitándole la sudadera y su camiseta, dejándolo así con el torso desnudo. Ella pasaba sus dedos por su cuello, su pecho tonificado y su abdomen trabajado, él sentía electricidad ante su toque y cada pequeño movimiento hacía que más la deseara. Sin dejar de obsérvala, Jake comenzó a abrir la ducha mientras que MC se quitaba lentamente su ropa. Ella se sentía expuesta, pero no solo por su desnudez, también podía ver que con solo mirarla llegaba a lo más profundo de su alma. Ella estaba debajo del agua con sus ojos cerrados, él se ubicaba detrás de ella. Con movimientos lentos dejaba un reguero de caricias por sus hombros y brazos, sus dedos eran suaves y hacían que su piel se erizara. Sus labios se posaban en su cuello y tenían un poder sobre MC que hacía que se olvidara de respirar y solo jadeara al ritmo de sus labios en su piel. Jake tomo el jabón y comenzó a frotarlo sobre su cuerpo , luego ella hizo lo mismo con él. Desnudos y mojados se dirigieron hacía la cama, él no podía dejar de mirarla mientras ella estaba acostada boca arriba. Como un tigre que esta por atacar a su presa, Jake se movió lentamente hacía MC. Mirándola a los ojos: 


Jake: Nunca me voy a cansar de decirte cuanto te quiero. 


MC: No me lo digas, demuéstramelo.


 Y tomándolo por el cuello lo atrajo hacía sus labios para devorarlo en un beso lleno de pasión y lujuria. Se había olvidado por completo del mundo, solo lo deseaba a él, allí y ahora mismo. Simplemente se dejaron llevar, solo eran ellos dos. Su ritmo iba al unisonó como la letra y la melodía en una canción. Él amaba los sonidos de MC mientras le hacía el amor, lo llevaban a lo más alto del clímax. Con unas cuantas embestidas y mientras MC arañaba su espalda y enroscaba sus piernas alrededor de sus muslos invitándolo a entrar más profundo, ambos finalizaron ese acto de amor que tanto habían esperado. 

Tratando de recobrar el aliento, Jake atrajo a MC junto a su pecho. Ella podía escuchar a su acelerado corazón y él se calmaba acariciando su cabello y besando su frente. 


Jake: MC quiero decirte algo.


 MC levanto su cabeza y lo miro a los ojos.


 MC: Dime...


Luego de un breve silencio. 


Jake: No sabes cuánto te amo. 


Los ojos de MC se humedecieron, no podía contener su emoción. Leerlo en una pantalla era una cosa, pero escuchar esas palabras siendo pronunciadas por sus propios labios era otra.


 MC: (con un hilo de voz) Yo también te amo... mucho. 


Se abrazaron fuertemente escuchando el sonido relajante de su respiración y se durmieron.

Duskwood, la vida después del final.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora