Parte 95

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MC comienza a llorar, era demasiado peso, los recuerdos de cuando era pequeña, el haberse hecho a sí misma, el abandono de sus padres. Era como si el muro que había construido sobre ella para que nada la dañara, ahora se hubiese caído a pedazos. Todas las responsabilidades que tomo por sí misma y que la hicieron la mujer que era hoy día, hoy también le empezaban a pasar factura.

Hay momentos de la vida en los que se necesita tener a alguien a su lado que te abrace y diga que todo va a estar bien y por eso MC le agradecía a dios o a quien fuera que Jake estuviera allí con ella. Eran demasiadas cosas y de estar sola lo más seguro es que se derrumbara. 

Jake se lanzó sobre ella, la veía tan frágil, como nunca la había visto. Ella siempre se mostró fuerte, era una contención para todos, nada la vencía y siempre se mostraba positiva. Pero el haberle dicho a su padre como se sintió desde la separación con su madre hizo que ese muro se debilitara. Por primera vez, fue vulnerable con su padre y ahora lo hacía nuevamente con Jake. Él la contuvo, la recostó a su lado y la acarició, de vez en cuando posaba sus labios sobre su cabeza y acariciaba su vientre. Fue así que MC se abrió con él e incluso le contó sobre su vida, detalle por detalle, desde su maravillosa niñez, su solitaria adolescencia y su manera de llevar su adultez. Definitivamente, Jake no podía estar mas que orgulloso de la mujer que había elegido. Era una guerrera, que aunque la vida la golpeo duro muchas veces, seguía de pie, caía y se levantaba, era un ejemplo, él también podría aprender de ella. Los dos estaban rotos, pero por alguna razón el destino los había cruzado. Tal vez era el momento de que ambos se sanaran mutuamente. Por fin, la vida no parecía tan oscura como él creía. Definitivamente, eran dos almas que estaban unidas por pura casualidad pero eternamente conectadas.

Duskwood, la vida después del final.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora