Parte 173

215 16 0
                                    

EL ATAQUE


Hacía tres días que Jake se había ido de Duskwood por trabajo, MC ocupaba sus días entre su hijo y las visitas a la comisaria. Poder ir un rato a su trabajo la hacía sentir útil, hacía que su mente se ocupara en otra cosa y no tanto en que Jake no estaba con ellos. Ellos habían estado hablando a diario, por suerte los operativos que habían realizado allí habían sido exitosos y sin ninguna complicación para el FBI. Jake nunca había estado en peligro, su trabajo consistía en mantenerlos comunicados y en averiguar datos de cada uno de los detenidos y la relación que tenían estos con la banda. 

MC por su parte había llevado expedientes a su casa para luego pasarlos al pendrive y hacerle mas liviano el trabajo de oficina a Alan. Además era una manera de volver a trabajar sin estar expuesta en el campo.

En la tercera noche, MC estaba en su cama con una gran cantidad de papeles y su ordenador. Anteriormente, había bañado a Liam, habían cenado y luego él se quedo dormido por lo que lo llevo a su cuna.

 Ya en su habitación, había encendido su reproductor con sus canciones favoritas. La música era suave, con un volumen moderado, una taza de café humeante yacía en su mesa, la noche era sumamente tranquila, el silencio en las afueras del bosque era abrumador y la luz de la luna se filtraba por su ventana.

La última vez en observar su móvil decía que eran las doce y media de la noche, había ido al baño y luego observo cómo estaba Liam, este dormía plácidamente. Luego de eso el cansancio la venció y se quedo dormida, con el ordenador encendido al igual que la luz de su mesa de noche, los papeles esparcidos por la cama y el café a medio tomar.

Eran las 3 de la mañana cuando volvió a despertarse, su boca estaba seca, tenía sed. Descalza y a oscuras se dirigió a la cocina, solo podía escuchar el sonido de los grillos allí afuera. Tomo un vaso de la alacena y comenzó a llenarlo en el dispenser, lo bebió lentamente y cuando se dispuso a dejarlo en el fregadero un sonido proveniente de su espalda la hizo asustar, lo siguiente fue una persona muy fuerte tomándola por la espalda, mientras que ella tomó un cuchillo del escurridor de los platos y lastimó el brazo de su atacante. Cuando este la soltó ella corrió hacía la habitación de Liam, atravesó la sala a toda prisa, pero al ingresar al largo pasillo este la alcanzo y lo único que pudo recordar es un pinchazo en su cuello y un sueño profundo. Una hora después despertó en el sillón de la sala, algo aturdida y tambaleante se dirigió a la habitación de Liam, él ya no estaba, su cama estaba vacía. 

A toda prisa pero inestablemente se encaminó hacía su habitación, los papeles estaban desordenados pero en su sitio, lo que le daba la pauta de que esa persona buscaba algo pero que los casos que estaban en su cama no eran de su interés. Revolviendo todo encontró su móvil debajo del acolchado, con la visión borrosa llego a divisar el numero de Alan comenzó a llamarlo pero este no contestaba.


MC: Demonios Alan contéstame.


Un nuevo intento y este cogió el teléfono un tanto dormido.


Alan: Hola, ¿Quién llama a estas horas?


MC: Alan por fin, ven a casa. Es urgente, te necesito.


Alan se despabiló al escuchar la voz de MC, esta sonaba como si estuviera borracha, sus frases se arrastraban.


Alan: MC, ¿Qué sucede? ¿Estás borracha?

MC: Alguien me ataco, Liam no está.

Alan: ¿Qué? Ya voy para allí. ¿Te han hecho daño?

MC: Me han inyectado algo, no pude verlo. Pero Liam...


MC comenzó a llorar, Alan ya estaba vestido y tomando las llaves de la patrulla para dirigirse al bosque.


Alan: Oye cálmate, lo encontraremos. Ya estoy en camino.

MC: Gracias. Creo que ha forzado la cerradura, la puerta estaba cerrada con llave. No había puesto la alarma porque me quede dormida trabajando.

Alan: Bien, ya llego. Quédate donde estas.


Minutos después Alan estaba en su puerta, MC tambaleando camino hacia la sala. Alan se abalanzo hacía ella y la tomo en sus brazos evitando que se cayera.


Alan: Te tengo, ven siéntate aquí y cuéntame que paso.

MC: Gracias por venir. Estuve trabajando en la cama hasta las doce y media, luego fui al baño y al salir pase a ver a Liam, estaba todo normal. Volví a la habitación a seguir con los archivos, pero en algún momento me dormí. Como a las 3 me desperté, tenía sed, me levante descalza, Liam seguía dormido, fui a la cocina por un vaso de agua, saqué uno de la alacena, me serví, lo bebí, lo dejé en el fregadero y en ese momento escuché un ruido detrás de mí, me asuste y al siguiente segundo un hombre me tenía tomada por la espalda, llegue a tomar un cuchillo del escurridor y le hice un corte en su brazo, me soltó y salí corriendo por la sala, pero al entrar al pasillo me alcanzó y sentí un pinchazo en el cuello, no recuerdo nada mas, luego me despierto aquí mismo acostada, de inmediato fui a la habitación a ver a Liam y no estaba, voy a buscar el móvil a la habitación y veo todos los papeles desparramados, como si alguien hubiese buscado algo en especifico y luego te llame a ti.

Alan: Bueno llamare al equipo forense, cuando llegue la puerta estaba abierta puede que tenga huellas e incluso tenemos el cuchillo con su sangre.

MC: Oh tienes razón, no lo había pensado. Enciende las luces veamos si no se lo llevo.

Alan: Quédate ahí, yo lo haré. A ti debe haberte aplicado alguna especie de somnífero para poder llevarse al bebe consigo.


Alan caminó hacía la cocina, encendió la luz y el utensillo no estaba. Pero para su suerte unas gotas de sangre yacían en el mueble y otra en el piso.


Alan: Se lo llevo, pero quedaron unas gotas de sangre. Eso debería servir para averiguar quién fue.

MC: Espero que sí. Oh demonios debo decirle a Jake, me odiara por no mantenerlo a salvo.


Alan se acercó a ella, se arrodilló y tomó sus manos en la suyas.


Alan: No digas eso, no fue tu culpa. Tú lo has protegido, nunca lo has descuidado.

MC: Pero nunca me perdonará si le llegase a pasar algo. Quién sabe qué demonios le harán a mi bebe. Debe estar asustado, tendrá hambre, querrá saber dónde está su mamá.

Alan: Intenta mantenerte lo más serena posible. Si te alteras no podremos analizarlo con tranquilidad y llegar a Liam. Estoy aquí, no te dejare sola, lo encontraremos.


Él le dió un abrazo y ella se desahogó en su hombro. Estaba muerta de miedo, en esos momentos deseaba que hubiesen hecho cualquier cosa con ella pero que no tocaran a su hijo y ahora se sentía tan impotente por no saber nada de él y la ansiedad por tener que hablar con Jake la estaba matando.

Duskwood, la vida después del final.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora