Duskwood, la vida después del final.

Parte 150

HORAS PREVIAS

Los ánimos en el bar estaban alterados, todos querían ayudar pero de pronto se había convertido todo en un alboroto. MC caminaba del brazo de Jake y Jessy, no quería que la cargaran. Phil se apresuro a despejar el camino, el sitio estaba lleno de gente lo que dificultaba llegar a la salida.

MC: Gracias Phil, eres muy amable.

Phil: Lo que sea por mi chica favorita, luego voy a visitarte.

Jake: Vamos apurémonos, no hay tiempo para charlar.

MC: No hace falta que seas tan desagradable.

Jake no respondió, solo la ayudo a subir al auto, se sentó del lado del conductor para ir a toda prisa al hospital.

MC: ¿Puedes ir más lento? Sino ni siquiera llegaremos vivos. No estamos corriendo una carrera de fórmula uno, ni tu eres Charles Leclerc.

Jake: Lo siento, solo estoy nervioso. Quiero llegar cuanto antes, no quiero que lo tengas aquí dentro.

MC: Bien, pero las contracciones son fuertes cada 5 o 10 minutos y leí que deben ser mas seguidas. De otra manera aun no estoy lista.

Jake: Vale, pero me sentiré más tranquilo cuando la obstetra este allí dándonos indicaciones.

MC: ¿Aun quieres presenciar el parto?

Jake: Por supuesto, tienes a un hombre muy valiente a tu lado, no me rendiré fácilmente sin intentarlo.

Ella se rió de sus ocurrencias. Aun en momentos como este podía hacer que se relajara.

MC: Bien, solo espero que no terminen atendiéndote a ti primero.

Jake: No pasara, confía en mí. Te lo prometo.

Jake la ayudo a bajar, mientras los demás iban llegando en sus autos detrás de ellos. En cierto modo, todos estaban ansiosos por la llegada del bebe. Era el primer pequeño del grupo y eso era motivo suficiente para estar felices. Ingresaron a la guardia con los nervios a flor de piel, una enfermera se les acerco y Jake frenéticamente comenzó a hablarle.

Jake: Oiga debe ayudarnos, mi bebe esta por nacer. ¿Qué debemos hacer? No sé, ¿Debemos esperar o ya ir a la sala de partos?

Enfermera: Primero que nada relájese, sino le trasmite sus nervios a la señorita.

MC: Rompí la fuente hace unos 20 minutos, me duele mucho la espalda, las contracciones son aproximadamente cada 5 o 10 minutos.

Enfermera: Muy bien, venga conmigo. La preparare y llamare a la doctora para que pueda revisarla. Debe relajarse, respirar profundamente por la nariz y dejar salir el aire lentamente por la boca.

Ella hacía lo que le ordenaba, la dejo en una habitación y se marcho por unos minutos.

Jake la tomaba de su mano, quería tranquilizarla pero estaba incluso más nervioso que ella. El resto de los chicos esperaban afuera y también estaban ansiosos. Caminaban de un lado a otro, hablaban entre ellos, algunos bebían café, mientras que otros se comían las uñas. A medida que los minutos avanzaban, los dolores se hacían más intensos. Jake masajeaba su espalda con suavidad, respiraba junto con ella para que se relajara y de igual modo le servía a él. Aproximadamente una hora y media después comenzó a caminar por el lugar, incluso la enfermera le trajo una pelota enorme donde debía sentarse para aliviar los dolores de espalda y relajar la pelvis.