Duskwood, la vida después del final.

Parte 182

NOCHE DE PIZZAS

Ese día MC no podía quitar la cara de enamorada de su rostro, no dejaba de mirar su mano un solo instante.

¿En serio Jake le había propuesto matrimonio? ¿Cómo hizo para abrirse de esa manera y decir esas cosas tan bellas? ¿Estaba soñando o era real?

En su cabeza la idea de que ese hombre la eligiera no podía ser cierta, ¿Qué había hecho para merecerlo? Llevaban tiempo juntos, pero formalizarlo y proyectar a futuro era algo completamente distinto.

Jake por su parte estaba mucho más relajado que por la mañana temprano. En su mente, el miedo a que MC le dijera que no era muy grande y escuchar de su boca que si aceptaba fue un alivio enorme, su alma volvió a su cuerpo. La observaba desde la sala, mientras limpiaba su ordenador. Ella estaba en la cocina con los niños, verla le daba paz, definitivamente MC era el sostén de esa familia que comenzaba a formarse, los niños estaban muy a gusto con ambos. El miedo de Jake era que sus hermanos sintieran la ausencia de sus padres y no saber cómo manejar esa situación. Pero ella los complacía, era cariñosa, afectuosa y compresiva. Tenía la paciencia para enseñarles como colaborar en el hogar, como mantener el orden entre todos, les enseñaba cosas de la escuela aunque aún no habían regresado, compartían tiempo bailando, cantando, dibujando, jugaban vídeojuegos, los motivaba a ser mejores niños, a ser cultos y educados. A ser seres pensantes, que hicieran cosas que los hicieran felices y a no tener miedo a decir lo que sintieran. 

Ellos por su parte, nunca reprochaban nada y seguían cada orden que les daba su hermana. Si ella les decía que había que estudiar lo hacían, porque sabían que luego ella los dejaría hacer algo que les gustara.

En ese preciso momento, ellos estaban cocinando. MC cortaba las verduras, mientras ellos las lavaban y le alcanzaban los utensilios. Los filetes de res humeaban en la cocina y las papas fritas comenzaban a llenar la fuente.

MC: Scott, si sigues robando papas de la fuente cuando vayamos a la mesa no habrá más.

Scott: Pero tengo hambre hermana.

MC: Solo espera unos minutos mas y estará todo listo.

Ares: Ven ayúdame a poner la mesa.

MC: Esa es una muy buena idea, ayuda a tu hermano a colocar los platos y si se portan bien, luego del almuerzo les doy de postre helado.

Scott: Siii, yo quiero de chocolate.

MC: Y lo tendrás, pero si dejas de robar papas de la cocina.

Scott: Esta bien, me portare bien.

Jake no podía eliminar la sonrisa tonta de su rostro, verlos de esa manera lo enorgullecía. Definitivamente, su madre estaría muy feliz de la mujer que había elegido para pasar su vida juntos. Él no tenía dudas, era ella, siempre lo había sido.

Luego del almuerzo, mientras los niños dormían la siesta, MC envió un mensaje al grupo.

CHAT DE GRUPO

MC: Hola chicos. ¿Cómo están todos? Lo sé, estoy desaparecida. Los he descuidado, pero la vida con tres niños y un marido es ajetreada. No me quejo de eso, pero me mantiene bastante ocupada. Ahora mejor me centro en lo que quería decirles, esta noche los quiero a todos en mi casa. Jake y yo tenemos algo que contarles.

Dan: ¡No! ¿Otra vez?

MC: ¿Qué pasa Dan? No comprendo que quieres decir.

Dan: Nos dirás que estas embarazada de nuevo ¿No?