Duskwood, la vida después del final.

Parte 168

CHARLA DE AMIGOS

Mientras todos charlaban Alan se dirigió al cuarto de MC, golpeo la puerta y espero a que respondieran.

MC: ¿Quién es?

Alan: Soy Alan. ¿Puedo pasar?

MC: Si, claro.

Él abrió la puerta y se quedó observando.

Alan: ¿No molesto no?

MC: No, claro que no. ¿Qué sucede?

Alan: Necesito la visión femenina de este drama.

MC: ¿Qué ha pasado?

Alan: Nos hemos separado. Creo que su beso con Marco solo fue la última gota que le faltaba al vaso para que desborde.

MC: ¿Tan así? Creí que estaban bien, al menos eso se veía desde afuera.

Alan: Lo sé, pero creo que el problema fui yo. Si, Lilly me gusta pero no siento una gran química.

 Luego de separarme volví a sentir esa sensación de entenderme con alguien solo una vez y fue contigo.

 MC: Alan... no.

Alan: Espera... déjame hablar. Ese tiempo que estuviste en casa se sintió genial, las conversaciones fluían, nos reíamos todo el tiempo, nos entendíamos con solo mirarnos, nos preocupábamos el uno por el otro, por cómo nos sentíamos, nos preguntábamos que tal había ido nuestro día. No sé si es que dejaste la vara demasiado alta, pero es lo que busco en alguien para ser feliz y con Lilly no lo sentí. Hasta creo que fui cobarde al no cortar antes y esperar un error suyo para hacerlo.

MC: Tal vez debieron hablarlo, decirse como se sentían el uno con el otro o que cosas te disgustaban. Al comienzo de una relación es difícil entenderse, lleva su tiempo conocerse.

Alan: Pero tú y Jake, la química estaba ahí. Ni siquiera tuvieron que conocerse en persona para darse cuenta de que se habían enamorado y al conocerse esa llama no se apago, al contrario se convirtió en un fuego abrasador que se propago.

 MC: Pero no todos somos iguales, cada quien va a su tiempo. Algunos se enamoran a primera vista y otros por el contrario si no pasan un tiempo como amigos no les generan nada. 

Alan: No sé, supongo que todo el tiempo estoy intentando que mi vida se parezca a la tuya. Quiero que alguien me quiera de la misma forma en que tú amas a Jake. Si me pongo a analizar mi vida, creo que jamás una mujer me ha visto con los ojos tan llenos de amor como los tuyos por él.

MC: Es que esas son cosas que suceden, yo no lo busque. Incluso creo que si lo hubiese hecho no hubiese sido tan perfecto como fue. Tomate tu tiempo, no apures las cosas, tal vez la distancia les haga bien y ahí se den cuenta si quieren volver a intentarlo o dar por finalizado el tema. Lo único que puedo decirte es que si la buscas nuevamente hazlo porque de verdad quieres que ella este en tu vida, no lo hagas por no sentirte solo porque terminaras lastimándola.

Alan: Gracias por la charla, me hace bien hablar contigo.

MC: Aquí estoy, para eso son los amigos.

Alan: ¿Puedes darme un abrazo?

MC: Claro.

MC se levantó dejando a Liam sobre la cama y le dió un abrazo a Alan.

Este la tomó fuertemente en sus brazos y olió su cabello. Que ella estuviera a su lado en este momento lo hacía sentir mucho mejor. Jake había escuchado todo, Alan había dejado su puerta abierta. De alguna manera no le molestaba que él quisiera abrazarla, podía notar que Alan estaba muy solo y que encontró en MC a una confidente.

Instantes después Alan abrió sus ojos para ver a Jake del otro lado de la puerta. Él se alejó de MC dejando el espacio suficiente.

Alan: Lo siento, solo fue un abrazo.

Jake: Esta bien, no me molesta. A veces es necesario que alguien te abrace.

MC: Oye, ¿Qué has hecho con mi Jake?

Jake: Que graciosa. Puedo ser alguien comprensivo. Quizás seas tú quien esté cambiando mi manera de ser. 

Alan: No hay razón para molestarse, todos sabemos que ambos son el uno para el otro.

MC: Bueno vamos a tomar algo con los demás, solo dejen que acueste a Liam.

Jake: Ve tú, yo lo llevo a su habitación.