Duskwood, la vida después del final.

Parte 127

MADRUGADA FELIZ

Eran la 1 de la madrugada cuando MC tomo el ordenador y abrió la sala de chat de su mensajería instantánea. Busco entre sus contactos y el número de Jake sobresalía del resto. Sus manos temblaron  y un nudo comenzó a formarse en su garganta. De pronto su dedo pulso sobre su número e inmediatamente el cursor empezó a titilar sobre su charla. Le pidió una llamada, sus dedos tiritaban demasiado como para escribir. Se coloco los auriculares, activo su micrófono y en pocos segundos su voz se escucho del otro lado. 

Jake: Cariño, ¿Eres tu?

MC permaneció en silencio, las palabras no salían, se amontonaban en su boca y las lagrimas cubrían sus ojos. En cambio, Jake estaba feliz. No podía creer que el nombre de MC brillaba en su pantalla.

Jake: Amor háblame por favor.

Nuevamente silencio, MC trataba de encontrar el coraje necesario para pronunciar palabra alguna.

Jake: Mejor no, solo escúchame...

MC lo interrumpe.

MC: ¡Para!

Jake se queda en silencio.

MC: No llame para que hablemos de lo que paso. Yo... aun no estoy lista.

Jake: Es que no tienes que decir nada, solo escucharme.

MC: No, no ahora.

ake: ¿Entonces que sucede?

MC: Es por trabajo, solo por eso. Aun así ¿Quieres ayudarme?

Jake: Por supuesto, solo quiero pasar tiempo contigo. Me has hecho falta.

MC: ¡Para Jake! No me presiones, no puedo olvidar de la noche a la mañana. Estoy esforzándome por hablar contigo y no largarme a llorar o incluso insultarte y gritarte como una loca. Atengámonos a trabajar y nada mas.

Jake: Pero... también echo de menos a Liam.

MC: Lo sé, por eso dejare que hagamos una videollamada mientras trabajamos en conjunto. ¿Esta bien?

Jake: No, videollamada no.

MC: ¿Por qué? ¿Qué sucede?

Jake: Mmm.... Bueno a la mierda igual y te enteraras. Tuve una discusión con Dan, a la tarde me estaba esperando en casa y las cosas no pasaron como hubiese querido.

MC: Pon la cámara por favor.

Jake: Pero MC....

MC: Has lo que te digo.

En ese instante, él aceptó su llamada y ella vio los golpes en su cara. MC lo observó y no podía creer a lo que habían llegado. Instintivamente llevó su mano a su ordenador y lo miró con pena y amor al mismo tiempo. Él instintivamente hizo lo mismo. MC lo extrañaba aunque no quería reconocerlo, pero la herida también dolía y eso lo hacía difícil. 

MC: ¿Es que ustedes están locos? ¿Cómo se van a pelear de esa manera?

Jake: Lo siento, pero esto es entre tu y yo no se porque Dan se mete en todo esto.

MC: Simplemente porque quiere protegerme. No es el modo, lo sé.

Jake: Ese loco parece que te quiere.

MC: Lo sé. ¿Y pusiste algo en tu cara para que no se inflame?

Jake: No.

MC: Ve a buscar hielo, toma un repasador del cajón de debajo de los cubiertos. Yo te espero.

Jake: Gracias.

MC: ¿Por qué me agradeces?

Jake: Por preocuparte por mi a pesar de todo.

MC sonrió sutilmente y espero a que Jake regresara. Una vez que lo hizo pusieron las manos en sus ordenadores, la hora de trabajar había llegado.