Parte 42

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JAKE, AL RESCATE.

MC estaba en su cama, con cientos de pruebas sobre ella.
Se hallaba en un punto muerto. Sabía que la persona que estaba investigando tenía trapos sucios, pero era astuto, no podía pillarlo con la guardia baja. Ella lo intuía, pero ir por sus propios medios a seguirlo era arriesgado.
En ese momento, Jake se conectó y le pidi9ó una videollamada.
MC la aceptó  y Jake quedó impresionado al ver el desastre de papeles que tenía sobre su cama.



Jake: Me parece que te encuentro en un mal momento. ¿Quieres que te llame luego?


MC: Oh no, luego estaré igual. Estoy en un callejón sin salida.


Jake: ¿Qué ocurre? 


MC: Pasa que en estos momentos me gustaría tener tus conocimientos.


Jake: Espera, ¿ Has comido? Son las ocho de la noche.


MC: No, hace unas horas que no tomo un descanso. Ni siquiera me había dado cuenta del tiempo que llevo aquí.


Jake: Compraré comida y en un rato estaré allí contigo.


MC: ¿De verdad vendrás? No es riesgoso.


Jake: No, bueno al menos no mas que siempre. Quiero verte, necesito estar contigo.


MC: Esta bien, ven. Mientras guarde todo esto.


Jake: No, no lo hagas. Quiero ayudarte en lo que sea que estés haciendo.



Jake da por finalizada la llamada y MC deja el trabajo de lado por un rato para relajarse.
Media hora después Jake llega con dos porciones de pasta con carne estofada.

Olía de maravilla, esto hacía que el apetito de MC se despertara de golpe.
Para tener mas espacio había bajado todas las cosas a la sala.

Tomaron las bandejas y comenzaron a comer, mientras MC empezó a explicarle la relación de dicho empresario con el mundo delictivo.



MC: Y es así como termino enterándome de que el empresario John Brown está involucrado en el mundillo de las drogas, pero no tengo ninguna foto, ni papel en el que figure como para incriminarlo. Por eso pienso en tus dotes y en lo bien que me vendría tener tu inteligencia.


Jake: ¿Por qué? ¿En qué pensabas?


MC: Tengo varios números que se suponen son de varios móviles que posee. Lo ideal sería poder pincharlos, escuchar sus conversaciones y grabarlo. Además quizás así logre alguna dirección o algo de donde encontrarlo y allí fotografiarlo.
No quiero tener que deambular por cada una de sus empresas para hacerlo, siento que me expongo demasiado.


Jake: OK lo haremos. Pincharemos sus teléfonos. 


MC: Pero, ¿No correremos riesgo de que nos descubran? 


Jake: No, si puedo borrar el rastro. No lo dejaré pinchado, solo lo haremos por el tiempo que pueda estar aquí para poder solucionarlo si es que hay un imprevisto.


 MC: Me parece bien. Bueno, hagámoslo.






Ambos trabajando en equipo eran los mejores. Prácticamente eran uno, uno era el cerebro y el manejo de las PC y el otro era rápido en sacar conclusiones y ver la conexión en las cosas.
Las siguientes horas se las pasaron  charlando y vigilando la actividad telefónica de los números que MC tenía en su poder.
No había tanto movimiento, solo una llamada le había resultado un tanto sospechosa.



Llamada entrante desconocida: Jefe mañana llegan los osos de peluche que encargo para sus hijas.


John Brown: Muy bien, llévalo mañana a flowers. Pasare por ahí.


Desconocido: Entendido jefe.


Jake: ¿Flowers? ¿Qué significa eso?


MC: Déjame pensar. No se porque pero tengo la sensación de que entre tanto papel he leído algo sobre un sitio con este nombre.



Luego de buscar por más de media hora, recordó que sobre una de las principales avenidas de una localidad cercana había un café con ese nombre.

Duskwood, la vida después del final.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora