Parte 180

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EL SECRETO


La manera en la que Jake y MC se conocieron no había sido nada tradicional. Por lo que Jake quería que su propuesta de casamiento tampoco lo fuera. Sin lugar a dudas debía ser algo relacionado con la informática, ¿Pero qué podía hacer?

Mientras todos dormían permaneció unos minutos solo, sentado frente a su ordenador solo pensando. Era un poco frustante que las ideas no llegaran, por lo que se levanto y fue a la cocina en busca de un café. Mientras iba llegando la luz encendida de la heladera lo sorprendió. Ares se había despertado e intentaba alcanzar una taza de la alacena.


Jake: ¡Hey Ares! ¿Qué haces?

Ares: Tío Jake. No quería despertarte.

Jake: No lo hiciste, estaba en la oficina trabajando. Espera que encienda las luces.

Ares: No puedo dormir, mamá nos hacía una taza de leche caliente cuando eso sucedía.

Jake: Bien, deja que te la prepare. ¿Quieres ir a acostarte y cuando este lista te la llevo?

Ares: No, quiero quedarme contigo.

Jake: Esta bien. ¿Y qué es eso que te tiene tan preocupado como para no poder dormir?

Ares: ¿Qué pasara con mi vieja casa o con la casa de campo de mi abuelo o con las demás? ¿Con que dinero pagaremos la escuela? ¿Iremos a la misma o nos cambiaran?

Jake: A ver... ven siéntate aquí. Primero no debes preocuparte por eso, tu hermana y yo nos encargaremos de todos esos problemas. Aun no hemos hablado de la escuela, pero llegado el momento les preguntaremos si quieren seguir allí o si quieren ir a otra. El dinero no es un problema, su padre en su momento le dijo a MC que había dejado dinero en el banco para ustedes, sus hijos, por lo que no hay que preocuparse. Pero en caso de que eso se acabe, su hermana y yo trabajaremos duro para que no les falte nada. Quizás no tengamos los millones que tenían con sus padres pero de todos modos intentaremos vivir cómodamente. Así que pequeño aleja todas esas dudas de tu cabecita e intenta volver a dormir.

Ares: Bien, lo intentare ti... cuñado Jake. Ya lo sé, miles de veces dijimos tío Jake pero es que cuñado no nos sale tan fácil.

Jake: ¿Y si solo me llamas Jake?, sin poner nada delante.

Ares: Lo intentare, pero quizás en algún momento se nos pueda escapar.

Jake: Si se equivocan no importa, no es tan grave.

Ares: Oye Jake, ¿Puedo quedarme un rato contigo en la oficina?

Jake: Si, claro. Hay un sillón allí, si quieres puedes recostarte mientras trabajo.

Ares: ¿Y en que estas trabajando?

Jake: Mmm... si te lo cuento no debes decírselo a nadie. Solo debe ser un secreto entre tú y yo. Algo así como secreto de cuñados.

Ares: Bien, no diré nada. Lo prometo.

Jake: Bien. Quiero casarme con tu hermana, pero quiero proponérselo de una manera única, no quiero que sea como lo hace todo el mundo. Me gustaría que fuera algo relacionado con la informática pero no se me ocurre nada, estoy bloqueado.


El pequeño se quedó por unos minutos en silencio, luego de pronto su cabeza se iluminó.


Ares: Creo que puedo ayudarte.

Jake: ¿En serio? A ver genio ilumíname.

Ares: Hace un tiempo cuando era chiquito estaba jugando en el ordenador de mi mamá y no sé que hice pero empezaron a salir un montón de carteles. Mi mamá me dijo que eran como propagandas o no sé, yo entendí eso. Quizás puedas hacer algo así, que vayan pasando imágenes con lo que quieras decir para que al final se lo digas.

Jake: ¿Sabes qué? Es una muy buena idea. Gracias Ares, quien diría que me terminarías ayudando.

Ares: De nada cuñado, solo quiero que hagas feliz a mi hermana.

Jake: Es lo que más quiero, hacerla feliz siempre. Bueno me pondré a trabajar, intenta dormir que la mañana llegara pronto.


Mientras Jake iba diseñando su propuesta, Ares se quedó dormido junto a él. Lo difícil era que decir, las palabras no eran su fuerte pero por MC él sería capaz de intentarlo, ella era la única persona que podía hacer que él se abriera, que dejara salir de su corazón sus verdaderos sentimientos. Simplemente dejo que sus dedos fluyeran, su mente comenzó a andar a toda prisa. Tenía tantas cosas por decir y nunca había encontrado la manera para hacerlo, cada vez que lo había intentado las palabras se atoraban en su garganta, un nudo se apoderaba de su ser y todo quedaba en nada. Ahora era el momento apropiado, porque no se trataba de hablar, solo era escribir, de esa manera los nervios aparecerían luego cuando MC comenzara a leer. Toda la noche estuvo trabajando, aun no estaba listo, quería que dará perfecto pero a la vez no quería extenderse demasiado, cuanto más tiempo pasara más dudas tendría sobre si sería de su agrado y mucho mas de su respuesta. Al siguiente día, se dirigió hacía el antiguo departamento de MC. Allí Jake había dejado un obsequio que dejo su madre, algo que él tendría que darle a quien creyera que fuera su compañera de vida perfecta. Y definitivamente MC era la elegida.

Duskwood, la vida después del final.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora