Duskwood, la vida después del final.

Parte 33

Ellos salieron hacía el parking tomados de la mano.

Jake: Oye, ¿Qué harás ahora?

MC: Ir a casa, supongo.

Jake: ¿En que has venido?

MC: En la moto.

Jake la miró con cara de desaprobación.

MC: ¡Hey, que aun puedo montarla!

Jake: Si, pero es peligroso.

MC: Recuerdas que puedo cuidar de mi misma. Ya te lo dije, no soy de cristal.

Jake: Esta bien, lo entendí.

Él la tomó de la mano y la llevó hacía afuera.

Jake: Bueno dame las llaves, te llevare a un sitio.

MC: ¿A dónde iremos?

Jake: Es sorpresa. Solo confía en mi.

MC le entregó las llaves, ambos se montaron en la moto y fueron hacía la sorpresa.
Antes de llegar Jake le ordenó a MC que mantuviera los ojos cerrados.

Jake: Ten los ojos cerrados, no vale hacer trampa.

Mc: Pero, ¿Cómo caminare si estoy a ciegas?

Jake sonrió dulcemente.

Jake:  Solo apóyate en mi. Yo te guiare y si no funciona te cargo como si fueras mi esposa.

MC descendió de la moto algo temerosa, entonces Jake la cargo hasta la entrada. MC comenzó a reirse, esa situación le parecía por demás graciosa.
De pronto, escuchó que se abrió una puerta y un olor delicioso lleno sus fosas nasales. Jake la bajo y le pidió que abriera sus ojos.
Estaban en el restaurante chino que le había prometido.

MC: ¡Oh, esto es muy bonito! Me encanta.

La decoración era exactamente como se la imaginaba, muy colorida y alegre.
Un mesero los acompaño hasta su mesa, les entrego el menú y se marchó. Ellos comenzaron a ojearlo en busca de algo rico y delicioso.

MC ordeno un wok de ternera con vegetales, mientras Jake ordeno pollo al curry.

Mientras esperaban comenzaron a charlar.

MC: ¿No es demasiado riesgoso que estemos aquí?

Jake: Tal vez, pero ya analice cada vía de escape.

MC: Me hubieses avisado y traía el calzado adecuado para correr.

Él lanza una carcajada que resuena por todo el restaurante.

Jake: Tranquila igual y puedes correr descalza.

MC comenzó a hacerle muecas y sacarle la lengua.

MC: Que gracioso.

Jake: No será necesario. No te preocupes.

Menciono él mientras acariciaba su mano.

De pronto el camarero se acercó para dejarles la comida en su  mesa, está olía deliciosa.

Jake: Disfrutemos la comida y olvidémonos de los problemas por un instante. Quiero relajarme contigo y guardarme este momento para siempre en mi memoria.

MC: No hables así, suena como si fuera a pasarte algo malo y solo fueras a vivir de los recuerdos.

Jake: No lo veas de ese modo, solo fue una manera de decir. ¿Y ahora dime que tal esta tu plato?

MC: Mmm... sabe increíble. ¿Quieres probarlo?

Jake asintió y ella llevo su tenedor a su boca.

Jake: Si, claro. 

Luego de una breve pausa donde dejo que los sabores inundaran su boca.

Jake: Mmm... tienes razón, es realmente bueno.

Jake invita a MC a comer del suyo mientras le acerca el tenedor con un bocado a su boca.

Jake: Prueba el mio.

MC: ¿Estas seguro que sabe bien? ¿No querrás darme porque no es rico no?

Él sonríe.

Jake:  Confía en mi, vale la pena probarlo.

MC acercó sus labios y abrió su boca. El sabor invadió sus papilas llenándola de gratitud.

MC: Uff gracias por traerme aquí, un plato es mejor que el otro. Volveré, juro que regresare aquí.

Jake: Me alegra que te guste. De verdad, la primera vez que te pregunte tenía miedo de que me dijeras que la comida china apestaba.

Ella sonrío ante la idea de ver a un Jake dubitativo y preocupado por algo tan insignificante como elegir un restaurant donde comer.

MC: Me gusta la comida china, como veras. Pero si tengo que decir de que país es mi comida favorita definitivamente diría que es la italiana. La pizza, las pastas, los helados, con solo pensar en ese se me hace la boca agua.

Jake: Sabes, me encanta estar aquí contigo. Soy feliz al verte relajada y disfrutando.

MC: Cariño, a cualquier sitio que me lleves estará bien para mi. Siempre que tu estés conmigo no me importa si es un carrito de hot dog, un restaurante chino o la habitación de un hotel. Yo amo pasar tiempo contigo, mas allá de donde estemos.

Terminaron su cena y salieron del restaurante.