Duskwood, la vida después del final.

Parte 46

MC cerro sus ojos y tomo una bocanada de aire para luego soltar un largo suspiro. 

¿Era arriesgado enfrentarse a este hombre e intentar quitarle su arma? ¿Cómo sabía quien era ella? ¿A caso alguien mas en la comisaría estaba filtrando información? ¿Alan lo había hablado con alguien mas? Muchas dudas y pocas respuestas. Definitivamente, estaba en desventaja. Ella estaba sola y ellos eran 5, sin contar a su jefe.

Julia, la mamá de MC había hecho que tomara infinidad de clases de defensa personal, karate y taekwondo. Ella las odiaba, pero ahora es que le agradecía a su madre esas clases odiosas. Largo el suspiro que contenía, levanto sus manos en señal de rendición y dándose vuelta le aplico una llave para desarmarlo. Pero en ese momento, no pudo terminar de quitarle el arma y un disparo se escapo disparándole en la pierna a su rival. Le quito su arma golpeándolo en la cara y se hecho a correr, pero eso dio aviso al resto de los custodios que se pusieron a perseguirla. 

Corrió unos cuantos metros, se escondió en un callejón dentro de un contenedor vacío. Quito la memoria de la cámara y la guardo en la almohadilla de su corpiño. La reemplazo por una vacía y volvió a colgarse la cámara. Levanto la tapa lentamente y no diviso a nadie. Antes de volver a salir, llamo a Alan para contarle lo sucedido.

MC: Vamos Alan, contesta. Te necesito.

Pero el teléfono timbraba incesantemente y no obtenía respuesta.

MC: ¡Mierda!

Comienzan a oírse voces en el callejón. MC se toma el tiempo de poner su móvil en silencio y lo guarda en su media. 

Momentos después comenzó a acariciar su panza y para sus adentros decía que no dejaría que le hicieran daño. 

Desenfundo el arma que había comprado y la preparo por si era necesario usarla. Con la suya se sentía mas cómoda, ya había practicado muchas veces y por suerte su puntería era mas eficaz ahora.