CAPÍTULO 5: ¿Qué había hecho?

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—¿Ya te sientes mejor? —Preguntó educadamente el doctor Off.
—S-sí. —Nu New asintió. Ya no estaba mareado como lo estaba antes. Escuchar a Bass hablar sobre asesinar y torturar gente con tanta indiferencia había golpeado algo dentro del joven. —Gracias.
—Todo lo que hice fue darte relajantes. —Se rió entre dientes. —Estabas muy cerca de tener un ataque de pánico. ¿Qué pasó?
—¿Uh? Nada. —Sacudió la cabeza. —Off parecía no creerlo, pero asintió con la cabeza. En ese momento la puerta de la enfermería se abrió y una odiosa voz llenó de irritación a Nu New.
—Yo, yo, yo... —Max aplaudió sarcásticamente. —Ciertamente sabes como engañar a la gente.
—¡¿Puedo ayudarte?! —Gritó el joven sonriendo dulcemente.
—¡Cierra la boca, maldito mocoso! —Se burló Max.
—¿O qué? —Preguntó rizando su labio inferior. Max gruñó cerrando la mano en forma de puño.
—Oh Dios, realmente quiero golpearte, muchacho.
—Madura, Max. —Era Nat.  —Nu New, eres un estúpido esclavo, ¿verdad? Personalmente te encuentro interesante, pero Zee no. —"Sí, no parece tener ningún problema cuando tiene sus labios sobre mí".
—Me gusta lo febril. Añade carácter. —Llegó Chen.
—¿Por qué te dejó salir de esa jaula otra vez? —Max gruñó empujando al primo del señor del crimen. —Ugh, que peste. Aléjate de mí, maldito mono.
—No es culpa mía, no hay duchas allí. —Se quejó Chen.
—Uno pensaría que aprenderías la lección sobre que hablar después de vivir aquí por tres años. —Nat sonrió.
—¿Qué puedo decir? ¡Yo sé todo de la gente! —Chen se encogió de hombros. —No estoy de acuerdo con sus prácticas comerciales.
—Y sin embargo, sigues siendo un solado. —Se burló Max, parpadeando sarcásticamente. —¿Por qué no te vas entonces?
—Porque espero que el idiota de mi primo por fin entre en razón y de la vuelta a una nueva página. —Chen se defendió.
—Lo que sea. —Dijo Max volviéndose hacía Nu New. —Vamos, mocoso.
—¿A dónde? —Preguntó el joven escéptico. No confiaba en ninguna de las personas aquí. Especialmente en Max. Bueno, excepto quizás en Jan, Sam, Earth y Mix, Off no parecía tan malo, pero no podía obtener un indicador claro sobre él todavía.
—¿A dónde? —Repitió el señor burlonamente. —A donde quiera que yo diga y Chen... —Se volteó. —Toma una maldita ducha.

Nu New se deslizó de la cama y fue tras Max. La ubicación de la enfermería significa que tenía que volver por la oficina de Zee, lo que le dejó una sensación inquietante en el estómago. No creía que el señor del crimen estuviera particularme feliz de verlo ahora mismo. Se había alejado de él como si tuviera una enfermedad o algo así.

Mientras caminaban, el más joven escuchó el crujido de la puerta abrirse. Su corazón se detuvo cuando vio a una figura familiar saliendo, enderezándose el cabello. Saint se puso de pie acomodándose el traje. ¿Está hablando en serio?

—Saint, ¿qué te digo todo el tiempo? —Max ladró. —Quédate fuera de las áreas restringidas.

¿La oficina de Zee estaba restringida? Es cierto que no había visto a nadie esperar en los pasillos por el gran Lord Zee Pruk, pero no pensó en aquello.

—Te haré saber que yo fui invitado. —Sonrió. —Zee me dijo que viniera.
—Oh, lo estás presumiendo por lo inútil que te ves, ¿verdad? —Dijo sin rodeos.
—Hicimos el amor.  —Corrigió. Enviando  efectivamente una sensación nauseabunda a través de Nu New.
—¿Todavía estás tratando de acostarte y casarte con él, ¿verdad? —Le escupió el más alto. —Saint, no se va a comprometer contigo, no seas estúpido. ¿Cuántas veces tenemos que repetírtelo?
—Entonces, ¿por qué siempre me llama de vuelta? —Gritó él furioso. —No me importa con quien se esté acostando, siempre vuelve a mí y se quedará así porque él me ama. —"Dios, me voy a enfermar. Esta chica..."
—Oh Dios mío. —Suspiró el señor de repente poniendo sus manos sobre su frente. —Oh Saint, no lo siento. Lo he entendido mal.
—¿Eh? —Él parpadeó sorprendido. —¿Así que admites que estás equivocado?
—No, te he entendido mal. Tú no sigues patéticamente detrás de él, estás en negación y mentalmente estropeado. Eso debe ser, podemos ayudarte, Saint. Resopló golpeándole la frente. Él jadeó frotando el lugar y fulminándolo con la mirada. Nu New no pudo evitar la risa que amenazaba con pasar de sus labios, pero Saint había escuchado sus intentos de ocultarlo.
—¿De qué demonios te ríes? —Gruñó. —Oh, eres ese chico que estaba vagando por el sótano.
—Dónde no deberías haber estado tampoco. —Soltó Max.
—Lo que sea. —Bufó él. —Mira, voy a dejar que te vayas ya que soy un buen futuro gobernante y todo, pero no vuelvas a salir de tu lugar otra vez.
—Por el amor de Dios... —Max alcanzó un poco de porción del cabello de Saint, tirando hacía atrás. Nu New jadeó en estado de shock y observó como lo maltrataba. Él puede ser un "Pu..." pero no merece ser tratado de esa manera. —Mira como estás hablando, Saint. No estás en una mejor posición que él, eres un agujero sucio e inútil para la gente de la familia, ¿por qué no te acuerdas de no pasarte de nuevo? ¿O quieres regresar una puta celda? —Lo empujó, haciéndolo caer con un ruido bastante fuerte.
—Ten cuidado. —Él sonrió. —Eso duele mucho. —"Ok, no importa. Se lo merece."

The Sins Of The FatherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora