CAPÍTULO 58: Una vez más.

437 68 17
                                    

Z E E 

La mañana aparece en un borrón con el brillante sol sobre su rostro y la clara sensación  de la pérdida de un peso a su lado. Zee gime, sentándose en el borde de la cama, moviendo su rígido cuello. Él rápidamente nota la ausencia de un cuerpo dormido. "Probablemente esté en el baño o algo así."

—¿Nu New? —Él llama, levantándose de la cama y dirigiéndose al baño. Está vacío. "Supongo que está con Earth y los demás" Él se encoge de hombros. El señor agarra una toalla y sale de la habitación, dirigiéndose  al ascensor.

Mientras baja con las manos metidas en los bolsillos de su sudadera, su mente vagabundea. No hay un lugar en especifico al que vaya. En su mayor parte no es nada borroso hasta que el ascensor suena y le avisa que ha llegado a la planta baja.

El gimnasio es bastante decente. No es exactamente lo que quería, pero es lo suficientemente bueno. Sin embargo, no hay ningún saco de boxeo. Entonces él elige una segunda opción y termina con la cinta. A él le gusta la quemadura, el empuje para seguir.

Le gusta que se pueda desconectar y simplemente moverse sin una misión en mente, solo por hacerlo. Algo que no ha hecho a menudo. Siempre hay una razón. Siempre hay un objetivo.

—Nunca actúes primero, hijo. La impaciencia es muerte. Nunca hagas algo a medias. Si vas a hacerlo, te comprometes. Los misiles disparan sin un objetivo. Siempre ten un objetivo y un final de juego.

"Sí, un gran consejo para unos niños de apenas siete años." No es algo de lo que Zee pueda quejarse. Lo mantuvo vivo, le ha dado a su Familia. Es quién es él ahora, le guste o no. Una sonrisa se escapa de sus labios. Nu New no parece exactamente estar de acuerdo. Aunque Zee puede decir fácilmente que el mocoso lo ha desgastado.

Él no es estúpido. Él es consciente de la vulnerabilidad  que le está creando y sin embargo, no se detiene a sí mismo. Se siente inquietante, tanto ha cambiado así mismo. Lo desconocido da miedo, se siente mejor estar en su caparazón  de seguridad. Mientras más seguro esté, es mucho mejor.

"Y sin embargo, aquí estoy."

Se limpia la cara y el cuello con la toalla que trajo y simplemente la arroja en la canasta al momento de salir de ahí.

Cuando entra al comedor, Zee advierte que hay dos sillas vacías en la mesa redonda cuando se sienta. Donde los dos son los que causan más problemas.

—¿Dónde están?

—No sé dónde está Saint, probablemente esté en algún lugar. —Max resopla. "Bueno." Sin embargo, todos son responsables de uno solo.

—¿Y dónde está Nu New? —Zee resopla mirando alrededor de la mesa. Los idiotas solo se encogen de hombros y se miran tontamente. Zee frunce el ceño. —Bueno, vayan a buscarlo, idiotas.

Max reacciona primero, saltando de la silla con los demás rápidamente después. Los ojos de Zee giran en su cabeza, parándose tan rápido que su silla se desliza con fuerza sobre los gruesos pisos de mármol.

Es una hora más tarde y su respuesta es la misma. 'No pueden encontrarlo'. Con el ceño fruncido, Zee entra corriendo por el vestíbulo, agarrando el cuello del primer pobre empleado que puede encontrar. El pobre idiota parece asustado.

—tú, ¿has visto a un joven alrededor de una pulgada más corto que yo, cabello negro, mejillas grandes? —Dice.

—Oh... el chico con el que llegó... ¿ayer? —El pregunta.  Los guardias de seguridad miran, pero no hacen nada. Decisión inteligente en realidad. —N-no, señor. No lo he visto  desde la última noche.

The Sins Of The FatherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora