CAPÍTULO 39: Novios.

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ADVERTENCIA: MENCIONES DE SUICIDIO.





El aire queda queda eliminado en él. Nu New queda conmocionado, en algún lugar entre la incredulidad y el asombro. "Hermana. Ji Soo era su hermana, no su novia y ella se suicidó. Oh, Dios mío."

Zee se separa de Nu New y se inclina hacía atrás, pasando una mano por sus sudorosos mechones. Nu New se asienta en sus antebrazos, todavía un poco tembloroso desde los momentos íntimos anteriores. No sabe que decir. ¿Qué diablos puede decir? ¿Lo siento, tu hermana se suicidó  y pensé que ella era tu novia? ¿Ah, y que además él la odiaba porque pensaba que por ella él no lo dejaba entrar? No, no podía decir eso.

—Yo... Yo no sabía. —Dice sin convicción, sentándose por completo. El edredón es cálido y huele a Zee.
—Por supuesto que no. Nunca te lo dije. —"Sí, puedo ver porqué. A mí tampoco me gustaría hablar sobre la muerte de mi hermana."
—Yo... puedo ver porqué.
—¿Entonces pensaste que mi hermana era mi novia? —"Y ni mencionarle que creí que era su prometida y hasta su esposa. Dios, eso me da ganas de vomitar."
—Bueno, ¿cómo se suponía que iba a saber? Acabas de decir que nunca me lo dijiste. Tenía que hacer suposiciones, además... ni siquiera se parecen.
—Supongo que no. —Reflexiona Zee, apoyándose contra la cabecera. —Ella siempre se pareció a nuestra madre. —Hay una punzada de tristeza en su voz y tira de las fibras del corazón de Nu New. Se arrastra apresuradamente hacía Zee, ya no se preocupa por como está y se acurruca en su costado, esperando darle algo de consuelo.

El menor apoya su cabeza sobre el pecho del señor del crimen, su brazo se refugia alrededor de las caderas adelgazadas y los abdominales cincelados con un esfuerzo perezoso. Zee mueve su mano para deslizarse por la espalda de Nu New, descansando sobre la curva de su cintura inferior.

—Lo siento. —Susurra en su piel. —Si hubiera sabido que era algo así yo... no te hubiera presionado.
—Sí, pero no podrías haberlo sabido.
—No... no sé. ¿Quieres hablar de eso ahora? Quiero decir, no es necesario, me dijiste quién era Ji Soo y creo que no debería haber insistido.
—Eres bastante insistente.
—Lo soy, pero... —Se queda a mitad de la frase. Zee lo mira...
—¿Pero?
—No sé, sinceramente solo quiero ayudarte, Zee. Genuinamente, pero sé que hay cosas en el mundo que no se pueden presionar. Hay mucho misterio a tu alrededor y... realmente necesito comprenderte. Quiero saber por qué eres como eres y qué te hizo ser así. No puedo entrar sin saber porqué estoy siendo bloqueado. —Explica con voz suave, corriendo distraídamente. Su dedo sobre el estómago de Zee. El núcleo del mayor se estremece y se sacude cuando las yemas de los dedos de Nu New se deslizan sobre un parche de piel particularmente sensible.

Para ser sinceros, no espera una respuesta. La única motivación de Nu New era sacar la idea y que con el tiempo, Zee quiera compartirlo por su cuenta y con la admisión verbal de adoración, Nu New confiaba en que se quedará el tiempo suficiente para ese momento.

Está en silencio por unos minutos, pero el menor prácticamente puede escuchar los pensamientos del señor del crimen correr una milla por minuto. Eventualmente los únicos sonidos en la habitación son los de respiraciones constantes y las sábanas arrugadas mientras cambiaban para dar cuenta del entumecimiento.

En un gesto repentino, Zee inhala bruscamente, saliendo de la cama. Nu New chilla por lo bajo cuando de repente se encuentra en un colchón en lugar de una piel lisa, marcada y pálida, pero un par de pantalones cortos y una camisa están en sy rostro. Mira a Zee a través de su flequillo húmedo, inclinando su cabeza en una posición parecido a un animal confundido.

—Póntelo.
—¿A dónde vamos?
—A ninguna parte.
—¿Entonces?
—Preferiría no hablar desnudo sobre mi hermana muerta, así qué... —"Oh, tiene razón. Nu New busca la ropa y no se da cuenta hasta que se tira la camisa por la cabeza.

The Sins Of The FatherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora