CAPÍTULO 25: California.

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—¿Por qué?
—Por qué, qué?
—¿Por qué no voy a ir? —Nu New resopló cruzando los brazos en señal de molestia. El mayor se encogió de hombros y se reclinó en su silla giratoria, apoyando los brazos a su lado mientras miraba al esclavo con una expresión vacía.
—¿Por qué lo haría?
—Hmmm, porque se supone que estamos saliendo y eso es parte de las reglas.
—Parece que usas estas reglas demasiadas veces, pero dado que mi memoria parece ser mejor que la tuya, déjame decirte tus reglas palabra por palabra. Regla número 1, ya no puedo llamarte juguete. Regla número dos, no puedo dormir más con Saint y por último, pero no menos importante, la regla número tres, tengo que compartir cosas contigo. Esas fueron las tres únicas reglas que me diste y las he cumplido. —Nu New se mordió el labio molesto porque sabía que tenía razón. Tal vez el menor debió pensar más a largo plazo que a corto plazo al estableces las reglas y probablemente era demasiado tarde para convencer  al obstinado señor de que aceptara más restricciones sobre él. —No he roto ninguna regla al no permitir que vengas. —Terminó chasqueando los dientes.

El más joven miró hacía sus pies derrotados. Sabía que Zee tenía razón, no estaba haciendo nada incorrecto o que estuviera en contra de las reglas. Técnicamente no tiene porque llevarlo, pero Nu New simplemente asumió que lo haría.

—Bien, tú gana... —Se cortó cuando notó algo. Las manos de Zee ya no descansaban en los antebrazos de la silla, uno estaba ligeramente enrollado y el  otro colgaba, pero era el dedo anillado lo que era curioso. No se movía nerviosamente, pero estaba clavando su uña contra el pulgar, era una muy sutil acción, desde cualquier otro ángulo uno pensaría que sus dedos estaba doblados sobre el borde, pero Nu New estaba ligeramente a un lado por lo que podía ver lo que estaba haciendo. "Hmmm, interesante. No es un tic, no hay nada de lo que haya dicho que valga la pena mentir. Estaba diciendo la verdad, así que no había razón para que su hábito de los dedos entrara en acción. ¿Entonces que era? ¿Qué significaba eso? Bueno, podría probarlo." —No, mira... estás preocupado porque me dejaste entrar y ahora tratas de poner una distancia para tener tiempo de reconstruir tus paredes. —Soltó, sus ojos se dirigieron instantáneamente al dedo. No se movía, pero comenzó a chasquear un poco agitado.
—Mis paredes. —Repitió Zee rechinando los dientes.
—Sí, tus paredes. Siempre las dejas caer un poco antes de que trates de volver a levantarlas  cuando sientes que te estás  resbalando, ¿y por qué? Porque tienes frío y estás lejos, no quieres perder. Si lo haces significa que me has dejado entrar, significa que te preocupas por mí y tendrías que admitirlo.
—Tú... no tengo tiempo para discutir contigo. —El señor del crimen lo rechazó levantándose de su silla. Nu New se plantó enfrente de él cuando se acercó, obsticulizándolo apropósito cuando Zee intentaba moverse por su alrededor. El mayor exhaló bruscamente  poniendo los ojos en blanco. —Muévete. 
—No.
—Te mueves tú o te muevo yo.
—Supongo que tendrás que mover... Hey, bájame. —Nu New agitó sus brazos cuando fue bruscamente arrojado a un sillón cercano. Infló sus mejillas enojado. —Imbécil.
—Ya dije que no vendrás. Llevaré a Mix así que detente, mocoso terco. —El menor se quedó solo con su enojo y una pequeña molestia cuando el hombre  de cabello oscuro salió de la oficina. Nu New hizo una mueca, llevando sus rodillas debajo de su barbilla mientras se sentaba y contempla los últimos quince minutos. ¿Por qué era tan inflexible sobre él qué no vaya? No era como si no hubiera sido arrastrado a situaciones peligrosas antes. Él lo llevó a todas partes, pero de nuevo, esto era Estados Unidos. Era una escala diferente a la de Tokio y Seul, ¿pero Mix? ¿Por qué Mix? Quizás porque Ten también era un esclavo, tal vez fue una tontería pensar que Zee lo llevaría  por su juego y tal vez Nu New era un idiota por hacer las reglas tan rudimentarias, pero había aprendido algo hoy. No estaba seguro de que tipo era, pero tenía que ser algo, el leve y agitado chasquido de su dedo anular con el dedo de su anillo de esqueleto ( que siempre parecía ser su mayor secreto), significaba algo. Solo tenía que resolverlo.

Nu New  odiaba admitirlo, pero estaba dolido porque Zee no lo llevaría y no estaba seguro de cuanto tiempo se iría el mayor. La distancia los retrasaría  significativamente  si el señor del crimen tiene tiempo suficiente para protegerse. Lo odiaba, Zee tenía mucho poder sobre él, mientras que Nu New avanzaba un paso hacía él, Zee retrocedía tres pasos.

—Zeeeeeeeeeeeeeeecito. —Un destello juvenil irrumpió en la oficina quedándose sin aliento de la sorpresa de estar a punto de estrellarse contra ele esclavo. El menor se preparó para el impacto, cerró los ojos con fuerza , pero afortunadamente el señor patinó hasta detenerse  antes de colisionar. —Ja... Oops. Hola, Nu New.
—Hola. —Dijo el joven con escepticismo. —¿Qué estás haciendo?
—Estoy buscando al señor oscuro. —Dijo. —¿Lo has visto?
—Sí. —Resopló. —Simplemente se fue el idiota.
—Oh, ¿pasó algo? —Tay parpadeó.
—Podría decirse que sí. No me llevará con él a Estados Unidos y está siendo todo un imbécil.
—Oh... —Incluso el señor sonrisas pareció sorprenderse por la información. —¿De verdad?
—Sí, ¿por qué?
—No lo sé, solo pensé que te llevaría.  ''¿Lo ves? No soy solo yo.''
—Creo que yo también lo hice. —Respondió el menor con tristeza. —¿Cuándo se van de todos modos?
—Hmmm, por la mañana. —''¿Qué?''
—Mix dijo que se iban en unos días. —Nu New se quedó boquiabierto.
—Y así era, pero luego Zee envió un mensaje de texto a todo el mundo y dijo que nos íbamos por la mañana. ¿Alrededor de las siente de la mañana? Algo así.
—¿Qué?  ¿Por qué? ''No, no, no. Maldito seas por salir temprano.''
—No sé, pero necesitaba preguntarle en que hotel nos estaremos quedando.
—¿A dónde van?
—Los Ángeles, Chicago y Nueva York. —Dijo Tay, pero luego palideció rápidamente. —No estoy seguro de si debería decirte esto...
—Oye, ¿puedes llevarme? —Preguntó con esperanza, pero Tay se estremeció escépticamente encogido mientras musita un 'oh' en vez baja. —¿Qué?
—Es solo que, bueno, si Zee específicamente no te lleva, entonces no sé...
—¿Cómo funciona exactamente el sistema de selección o lo que sea?
—Bueno, quiere decir que cada señor se le permite llevar  a un esclavo con ellos, por lo general Nat no se molesta, tampoco Bas. Mi querido podría llevarse  uno para ayudar con el trabajo pesado y Max lleva uno en alguna ocasión, yo no, pero no eres mi esclavo. Eres de Zee.
—Pero todos los señores están a cargo de los esclavos, ¿verdad?
—T-técnicamente...
—Entonces eso significa que puedes llevarme contigo, ¿verdad?
—T-técnicamente...
—¿Así que me llevarías?
—...
—¿Por favor? —Suplicó.
—Y-yo... Dios, probablemente tratará de matarme. Bien, te llevaré a pesar de que eso significara mi muerte prematura.
—Eres el mejor... —Chilló saltando Nu New. —¿Tengo que empacar?
—Ah...
—¿De verdad tengo algo para empacar o llevar?
—Buen...
—Lo que sea. —Nu New rebotó fuera de la habitación mientras Tay estaba ocupado contemplando sus opciones de vivir.
—Oh Dios, realmente va a matarme.









Zee guardó un silencio sepulcral en el automóvil de camino al aeropuerto. Tay ni siquiera podía mirarlo y Nu New solo sonreía con aires de suficiencia. Había un aura oscura y molesta que provenía del señor del crimen por lo que el menor sabía que no debía  decir algo descarado o tímido en este momento, pero estaba tentado.

The Sins Of The FatherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora