The Sins Of The Father

CAPÍTULO 27: Tontos de verdad.

El menor durmiente es despertado por alguien que se mueve debajo de él. Gime, murmura algo como 'Para de moverte' para volver a estar  en una posición cómoda. No piensa en nada que sus ojos se abren al recordar lo que hizo. Al levantar la vista, ve a Zee parpadear un poco sorprendido, pero un poco curioso también.

—Uhmm.
—¿Cuándo te pusiste encima de mí? —Zee pregunta atontado. El menor sonríe tímidamente y se encoge de hombros, rodando sobre el señor del crimen y cayendo sobre las sábanas frías. El más joven se queda sentado contra su costado, su mejilla aplastada en su brazo.
—A noche. —Responde sofocando un bostezo. —Eres cómodo.
—Hmmm. —Zee murmura algo más por lo bajo, pero no puede entenderlo. Todo lo que hace el mayor es voltearse de costado y acurrucarse en las sábanas, chasqueando los dientes somnoliento.

De la nada, Zee se levanta de la cama y el esclavo golpea su rostro contra la almohada.

—Vamos. —Dice el señor del crimen. —Despierta.
—Estoy despierto.
—Bueno, entonces levántate.
—Bien. —Nu New rueda hacía el borde las sábanas de seda y cuelga sus pies sobre el borde. Zee ha desaparecido en algún lado, pero vuelve a aparecer con un bonito par de jeans azules, zapatos de vestir negros, una camina negra con un blazer blanco encima.

Le da a Nu New la ropa que trajo y el más joven se lo lleva. Está a punto de ir al baño para cambiarse cuando Zee dice: 'Ya lo he visto todo.' mientras miraba su teléfono.

El joven de veinte años pone los ojos en blanco y va a cambiarse. La simple camisa azul es liviana, perfecta para el clima caluroso de California y un par de jeans pálidos. La camiseta es un poco grande que su talla, pero él asume que le pertenece al hombre de cabello oscuro y es por eso que está suelto.

Regresa y ve a Zee tendiéndole  un par de converse blanco. Nu New los toma y se los pone, después de eso, deciden bajar  a la habitación donde cenaron.

Los otros señores están presentes. Max susurrando algo a Nat, New defendiéndose de Tay y Bas ha reaparecido. Earth y Mix están sentados juntos a lado de New y Kat, sentada a un par de asientos con una expresión de enojo  en su rostro que Nu New sospecha es porque él entró con Zee. Pone los ojos en blanco y se sienta en el asiento libre junto al señor del crimen.

Hay un camarero que llega unos minutos más tarde, que va por la mesa y anota sus órdenes de desayuno. Zee a penas mira al hombre mientras ordena, escribiendo vigorosamente en su teléfono, pero cuando le toca a Nu New, todo lo que hace es mirar. "Yo no hablo inglés, mierda."

Está seguro de que Mix tiene algunas habilidades para hablar, ya que la mayoría de los coreanos aprenden inglés en la escuela y probablemente haya pedido para Earth o algo por el estilo. No tenía dudas de que todos los señores sabían inglés fluido también. "¿Cómo ordenó Kat?"

—¿Qué te gustaría?
—Uhm... wayles strabwelly. —Dice lo mejor que puede.
—Tenemos una comida de gofres de bayas silvestres. Esa es una alternativa aceptable.

Nu New mira a Zee en busca de ayuda y el señor del crimen lo mira.

—Ve a buscar las fresas o lo que sea que él quiera. ¿Entendiste? —El camarero se inclina después de lo que dice el señor del crimen y desaparece. Desde el otro lado puede ver a Kat, fulminándolo un poco más. "En serio, ella me está molestando."

El desayuno es bastante mundano, incluso Bas está más tranquilo de lo habitual. Mientras caminan hacía el piso del casino, escucha que Kat hace un comentario sarcástico en voz baja. Él no escucha de que se trata, por lo que decide darse la vuelta.

—¿Qué fue eso?
—Dije que no tienes suerte de haber conseguido tus wayles especialmente arreglados y fresas ya que tenemos el desayuno regular que comemos en la casa solariega. Además te conseguiste ropa diferente, ¿no te sientes avergonzado de que salgas con cosas agradables? ¿Así tienes el descaro de decir que no le abriste las piernas a Lord Zee?
—Kat... —Dice frunciendo el ceño. —Nu New y Lord Zee están saliendo, ¿no es eso lo que dijiste? —Preguntó el chico coreano-tailandés, buscando la confirmación del otro. El menor de encoge de hombros, no siente que deba una explicación a alguien tan enojada y criticona como Kat.