CAPÍTULO 8: Miedo.

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Nu New salió del baño secándose el cabello con la toalla. Zee se había cambiado mientras el joven estaba en la bañera. Ahora llevaba un pantalón azul oscuro con una camisa de vestir blanca metida en la cintura, era bastante informal, pero aún lucía listo para la pista.

El joven estaba vestido con la ropa del señor del crimen, se notaba porque le quedaba demasiado grande, pero era mucho mejor esta limpio. Zee había empacado su computadora portátil, la cama ya estaba hecho y el iphone en sus manos.

Miró hacía atrás cuando escuchó la puerta abrirse.

—¿Terminaste? —Preguntó y Nu New asintió. —Vamos. —Hizo un gesto al menor con uno de sus dedos.

Nu New le siguió por detrás de vuelta a la cabina. Bas también se había cambiado, ahora estaba vestido con pantalones de cuero, un cuello de tortuga negro y botas de combate.

—Buenos días, señor Nu. —Le sonrió y Nu New le devolvió la sonrisa. —Ya estamos listos para ir al hotel, mi señor. —Agregó Bas. Zee asintió metiendo su teléfono al bolsillo del pantalón.
—Despierta a Max. —Dijo enérgicamente caminando hasta la salida del avión.
—Está bien. —Sonrió. Se aclaró la garganta, se inclinó hacía la oreja del hombre pelirrojo y...
—¡DESPIERTA! ¡DESPIERTA! ¡DESPIERTA! —Max saltó agitado y cayó al suelo.
—¡Ah, ¿qué mierda, Bas?! —Le gritó frunciendo el ceño. El más joven de la familia rió poniendo un dedo sobre sus labios. El más alto se levantó y tomo al señor más joven del cuello.
—Le dije que lo hiciera, así que tranquilízate. —Zee intervino dándoles una severa mirada. —Vamos, tenemos que llegar al hotel, ¿Bas, hiciste los cambios que te pedí?
—Sí, sí, sí. —El psicópata asintió. —Todo listo. —El señor del crimen asintió, salieron del avión y a fuera ya los estaba esperando otro auto de color negro.

Nu New entró en la parte trasera. Estaba en medio de Zee y Max mientras Bas estaba en el volante.

—¿Por qué conduce? —Nu New susurró. Ese psicópata probablemente causaría un accidente automovilístico solo para saber cuantas personas podía matar en el proceso y no podía creer que el señor del crimen pudiera confiar en él para conducir en un país sobre poblado.
—Es el único que tiene permiso para conducir en este país. —Respondió el hombre cabello oscuro. "¿Quién en su sano juicio le daría un permiso internacional?" El esclavo tragó saliva mirando nervioso al señor más joven quien estaba arreglando los espejos.
—¿Listos? —Bas sonrió. De repente el esclavo quería volver al avión, sintió que sus posibilidades de su supervivencia eran mayores en ese cubo de metal y pernos desafiantes  de la gravedad que en ese automóvil donde de todas las personas que conducían, le había tocado un psicópata.
—Conduce el maldito auto. —Ordenó el mayor. Bas hizo un pequeño ruido en la parte posterior de su garganta y concentró sus ojos en la carretera.

No puede ser tan malo, ¿verdad? ¿Qué tenía de malo un psicópata al volante? Nu New debería estar tranquilo. Si tiene una licencia es porque aprobó el examen.

Inhaló para poder calmarse, dejó de lado su preocupación y miedo. Si sobrevivió en ese estúpido avión, podrá sobrevivir a esto, ¿no?

—Apresúrate, estamos llegando tarde. —Presionó Zee. Nu New miró por el espejo retrovisor e inclinó la cabeza en confusión cuando vio algo siniestro en los ojos del señor más joven...
—¿Qué está...? ¡Ahhh! —Gritó Nu New. Su cuerpo se estrelló contra el asiento cuando Bas atacó el acelerador. La fuerza opuesta sorprendió también a los otros señores que estaban sentados en la parte trasera. Zee incluso dejó escapar un gruñido sorpresa.
—¡Bas! —Ambos señores gritaron. El señor más joven simplemente se encogió de hombros inocentemente.
—Dijiste rápido. —Le hizo ojitos.

The Sins Of The FatherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora