CAPÍTULO 26: Somos unos tontos.

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El masivo edificio al que recurren era algo salido de los libros de cuentos, eso era algo seguro. Las puertas están bellamente pintadas con elegantes diseños que combinan con el sofisticado diseño de granito y madera de la gran curva situada justo encima de la puerta.

Jackpot Casino está escrito suavemente  en cursiva sobre la puerta, iluminado por LED blancos brillantes. Hay una fuente a la derecha con rocas que parecían aleatorias colocadas estratégicamente  a su alrededor para un efecto calmante. Bas se estaciona justo en medio  de la rotonda  y chilla, sorprendiendo al esclavo.

Daya salió rápidamente, seguida por New y luego Bas. Zee lo jaló de la mano y le indicó que saliera. Nu New lo siguió sintiéndose un poco desairado cuando el señor del crimen finalmente soltó su mano. 

Optó por meter su mano anillada en el bolsillo de sus pantalones, miró detrás de ellos al segundo automóvil de la ciudad  que se detuvo.

Tay, Max y Nat aparecieron, aunque Tay al instante se escabulló hacía la camioneta que se detuvo detrás del segundo, Earth, Mix y la niña misteriosa  fueron sacados. Nu New saludó sutilmente a los chicos y ellos le devolvieron la sonrisa. No parecían molestos o amargados por no haber viajado en la camioneta con los demás cuando probablemente debería haberlo hecho, pero la niña lo miraba sin comprender, se sintió incómodo así que decidió simplemente desviar la mirada.

—¿Está todo el mundo? —New preguntó, susurrando números en voz baja mientras contaba cada cabeza presente.
—Parece que sí. —Respondió Tay sonriendo alegremente. "Es un ángel, ¿cómo se quedó atrapado con estos locos y psicópatas? El señor gruñón asintió mirando a Zee. El señor del crimen exhaló lentamente y comenzó a caminar sin decir palabra alguna hacía el casino.

Bas sonrió y saltó detrás de él, sus zapatos de cuero chirriando con cada salto emocionado. Tay empujó al esclavo y éste salta.

—Vamos. ¿Todo bien? —Dice. Nu New sonríe sutilmente  y se encoge de hombros.
—Cansado, supongo. —El señor asiente con comprensión y el grupo se dirige hacía las puertas. Si el exterior era increíble, el interior era espectacular. Tan pronto como entraron, había un camino de mosaico que conducía a través del casino y se bifurcaba en diferentes lugares.

Algunos llevaban fila tras fila de maquinas con grandes palancas y numerosos destellantes, otras con mesas cubiertas de un verde sedoso con naipes y fichas de colores esparcidas por todas partes. Había personas en todas personas, unos paradas en la mesa con rueda y otros  con los dados en su mano, un par de mujeres caminaban en uniforme con bandejas y algunos hombres también.

El techo era de cristal, lo que permitía que el cielo nocturno fuera  perfectamente visible a través de la claraboya clara. Mientras Nu New se arrastraba por las hermosas alfombras color crema, no podía dejar de sentirse abrumado por la cantidad de gente y lo ruidoso que era. La gente animaba  junto aquellos que gemían abatidos.

Fuera de la conmoción, dos hombres caminabas con un propósito hacía su grupo. El de la izquierda parecía un  poco aterrador, sus ojos oblicuos que estaban cubiertos por lentes de contactos azules, obviamente. Sus labios eran muy regordetes, pero encajaban en su rostro amablemente. Su cabello era rubio y salpicado hacía arriba, tenía un tatuaje  visible sobre el pecho.

El otro tipo era menos intimidante que su amigo, tenía el pelo recogido por el centro y cepillado a los lados, con el cabello negro asegurado por un par de gafas de montura gruesa. Sus mejillas eran delgadas y sus labios tenían forma de puchero.

—Maldita Daya, ha pasado un tiempo. —El que parecía asustado saludó. El cantinero sonrió, fingiendo  un tímido gesto de su mano. Por supuesto,  sin falta se acercó a ambos y les dio un beso.
—Hola, Chris, Dany. —Dijo Daya retrocediendo. —No los he visto en mucho tiempo.
—Daya... —Advirtió New. —Cuídate a ti mismo.
—Tienes un palo como ese. —Se quejó el barman. —Bien, bien. —Se rinde cuando el señor del crimen le dio una mirada feroz. Zee se puso al frente  e hizo un gesto a los dos y al instante se inclinan.
—Bienvenido, mi señor.
—¿Hicieron todo lo que les pedí? —Dijo el señor del crimen yendo a la caza. Ambos hombres se enderezaron y asistieron.
—Sí, señor. Seguimos las instrucciones de su correo electrónico a la perfección. ¿Le gustaría ver?
—Obviamente. —Habló New, volviéndose hacía los otros. —Quédate aquí y... ¿dónde diablos está Bas?

Todos miraron a su alrededor  y notaron que el señor más joven había desaparecido. Nu New se quedó boquiabierto. ''¿Cuándo él...?

Zee no se vio desfasado por la ausencia del psicópata, aunque realmente debería porque podría ir y cortar personas como cuadrados de jamón o algo así.

—Está bien, conoce sus limitaciones. —Dice el mayor.
—Bien. —Gruñó el otro señor, aparentemente agitado. —Supongo que Max vendrá en este momento. Tay y Nat, van a vigilarlos —Señala New al grupo de cuatro esclavos. —hasta que volvamos, ¿entendido?
—Sí, cariño. —Tay sonríe. Nat asiente con la cabeza como siempre.

Mientras los otros señores se van, se toma el tiempo para hablar  con sus dos amigos por primera vez desde que se fueron.

—Earth, no sabía que vendrías. —Dijo Nu New.
—Sí, yo tampoco, para ser sincero, pero Lord Max me dijo que iba a venir, así que...
—Oye, —Susurra moviendo la cabeza en dirección a la niña. —¿quién es ella?
—Su nombre es Kat, ella es una de Lord New. —Responde Mix. —Es bastante introvertida, algo así. —El menor rió y atrapó la atención de la niña. 
—Tengo oídos, ¿sabes? —Resopla cruzando los brazos. —Y no lo soy, no estoy interesada en involucrarme con ustedes.
—Bueno, siempre puedes tener un amigo. —Sugiere Mix inocentemente, sonriendo suavamente. La niña se burla poniendo los ojos en blanco.
—Odio decírtelo, pero no somos amigos y ni quiero serlo. Somos esclavos, todos ustedes pueden ser amorosos, ser lo que sea, pero para personas como yo, que no durmió con un señor, —Ella mira fijamente  a Nu New. —la tenemos difícil.
—¿Por qué todos piensan que dormí con Zee? —Kat se ríe.
—Todo el mundo te conoce y como estás pasando por algo con Lord Zee. No estamos ciegos, vemos tus marcas de mordiscos y chupetones, siempre caminas con ellos con ropa de lujo. Eres de él, pero a la vez no lo eres, ¿ya?
—No, yo no soy suyo. —Nu New chasquea, cruzándose de brazos. —Es complicado y no es realmente tu problema de todos modos.
—Lo que sea. No estoy tratando de mover ninguna olla, solo quiero pagar mi deuda y largarme de aquí. Por lo tanto,  te pido amablemente que te le alejes de mí, parece que todos ustedes atraen problemas y no quiero nada de eso.

''Encantadora.''

Los tres muchachos hablan hasta que Zee, New, Chris y Dany regresan. El señor generalmente tenso en realidad  parece bastante complacido mientras garabatea algo furiosamente sobre la carpeta de cuero que llevaba.

—Con esto, todo debería estar listo para mañana. —Dice Dany, el señor asiente secamente. 
—Le gustaría que le pidiera a los chefs que le prepare una cena especial, mi señor. —Dice Chris. A continuación, Zee se encoge de hombros mirando alrededor del casino. Es bastante introvertido por alguna razón, el menor se pregunta que es lo que come.
—Bueno, me gustaría hacer mi pedido ahora. —Dice Max. —Tomaré el bistec con champiñones salteados.
—No te estaba hablando a ti, gordo. —Dice Dany en broma.
—Estoy herido.
—Paren sus inútiles discusiones. —El hombre de cabello oscuro chasquea, sus ojos estaban brillando con fastidio. Los dos instantáneamente cerraron la boca, moviéndose para encenderse detrás de New, quien probablemente era la única persona que podría ir con Zee y vivir para contar la historia a menos que Nu New estuviera incluido.
—¿Tienes hambre? —La pregunta es lanzada al aire sin una dirección directa, pero Nu New sabe que es para él porque Zee lo está mirando directamente. Él piensa por un momento y asiente, no ha comido desde la cena de a noche y por la mañana subieron al vuelo.
—Bien, usaremos el comedor privado.
—Por supuesto, mi señor. —Detrás de él pudo escuchar a Kat burlarse. Nu New se gira para mirarla.
—¿Qué?
—Nada, princesa.
—Eres realmente odiosa para alguien que no sabe nada de mí. —Nu New resopla. La esclava pone los ojos en blanco.
—No estoy tratando se no saber  nada sobre ti. No quiero tener nada que ver contigo, tienes el olor a problemas y no quiero quedar atrapada en ninguna cruz por tu culpa. Simplemente me resulta divertido como pareces olvidar  que ya te pusiste un collar como el resto de nosotros.
—No lo olvidé. —Gruñó de nuevo. —No sabes nada sobre mi relación con Zee. —Kat abre demasiado los ojos por como el menor dice el nombre del señor del crimen tan casual, pero a Nu New no le importa. Él ya está irritado con ella. —Y ciertamente no tienes ni idea de lo que pienso, ¿de acuerdo? ¿Quieres quedarte sola? Está bien, pero mantén tus estúpidos ruidos y opiniones para ti. —Se va molesto y excitado, pero lo hace pensar. "¿Eso es lo que piensan los demás? Earth y Mix  no habían mostrado mala voluntad hacía él. Sam siempre se mantuvo neutral, porque lo que dudaba que ella dijera  alguna vez si estaba molesta por su relación con Zee. Jan no tuvo no tuvo reparos en mostrar su disgusto por su estado, ¿pero alguien más?"

The Sins Of The FatherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora