Capítulo 73: Caigo por ti

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Soy mala dibujando, pero practicaré y practicaré porque quiero algún día mostrarles dibujos de los personajes.
Que vean como me los imagino en mi cabecita con ideas locas

Pd: Tengo demasiadas ganas de hacer memes de mis historias jajaja

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Capítulo 73
"Caigo por ti"

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Sarah Cooper

—¡¿Escuchaste eso?!

Me apoyo del hombro de Adelí, tratando de digerir el hecho de que la versión adolescente de nuestro capitán acaba de abandonarnos.

—N-Nos llamó idiotas—titubeo—. Y no en broma, sino como un insulto de verdad... Tengo muchas ganas de llorar.

—Sí, lo oí bien—dice Adelí entre dientes—. ¡Ese hijo de...!

—¡Wow, wow, espera Adelí!—Zack la detiene.

—¡Antes era un niño así que lo toleraba pero ya no!—grita ella, sacudiendose para liberarse del agarre de Zack—. ¡Oye tú mocoso!

Los chicos están tratando de retener a Adelí cuando escucho movimiento en la camioneta. Observo un par de pies, caminando en el asfalto hasta rodear el auto. Se trata de Elízabeth, quien nos pasa de largo y se dirige hacia James.

—¡Oye, ¿Y tú a donde crees que vas?!—grita Adelí.

—No, espera—la detengo.

Todos vemos a Elízabeth caminar detrás de James hasta alcanzarlo y tomarlo de la mano.

—¡Oye no me toq..!—James estaba a punto de tirar de su mano bruscamente cuando se volteó para mirarla—. Ah, eres tú...

—¿Qué crees que haces, James?

No sé que fue de James, pero todos los demás nos quedamos helados al escuchar el demandante tono de voz de Elízabeth.

Un par de segundos después, James mira en nuestra dirección, y automáticamente todos fingimos estar haciendo otra cosa.

Mientras que yo finjo que hay popó en el parabrisas, Zack y Kenna dramatizan tratando retener a Adelí con todas sus fuerzas mientras que Dalia y Monique están agachadas mirando debajo de la camioneta fingiendo buscar un gatito.

—¡Gatito, gatito!—canturrea Monique.

—¡Cuidado chicos, podrían pisar al gatito!—nos dice una muy preocupada Dalia.

Despues de mirarnos, él y Elízabeth continúan conversando.

—Me voy, estoy cansado y tengo hambre—se queja él, pero sólo un idiota no se daría cuenta de que su actitud es completamente diferente a la de antes.

—Podemos ir a comer algo todos juntos—le dice ella, todavía tomando su mano.

—Ellos me ponen incómodo, no nos quitan los ojos de encima—hace una mueca—. Son raros, me quiero ir.

Ellos te salvaron de las brujas.

—Se los agradeceré yendome, así dejo de ser una molestia.

—No digas tonterías, sólo obedece y vuelve al auto.

James se le queda mirando, su ceño fruncido al igual que sus labios. Su expresión no puede disimular nada, está en una batalla interna contra sí mismo, luchando por enfrentar cualquier cosa que no sea la intensa mirada de Elízabeth, pero a la vez, se siente incapaz de dejar de mirarla.

Dark Souls |TC3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora