Dark Souls |TC3

Capítulo 23. Reencuentro Inesperado

Alexander Pearson

Si de algo estaba seguro, era que la fotografía que Rihanna estaba mostrándome se quedaría grabada en mi memoria por el resto de mi existencia, sobre todo porque era la fotografía de una bruja que había muerto hace cinco años por asesinar a decenas de niños huérfanos para robarles su alma.

Esa era una de las ventajas/consecuencias de ser un vampiro. La memoria fotográfica.

Cada rostro que has visto, cada escena o paisaje que has presenciado, las conversaciones que has tenido, se graban en tu memoria como si fueran libros añadidos a una biblioteca infinita en tu cerebro. Es algo hermoso cuando existen cosas que quieres recordar, cosas que cualquier humano al que le ha llegado la vejez desearía poder revivir en su gastada memoria.

Pero está claro que en la vida no sólo pasan cosas buenas. También ocurren tragedias, sucesos que tiñen de amargura tus sentimientos y que retuercen tus recuerdos.

Y el rostro que se estaba tallando como un fragmento más en mi memoria, es uno que ni la persona más estúpida confundiría.

Pero la mayor de las razones por las que sé que nunca iba a olvidarlo, es porque lo tenía a menos de un metro de mí justo a hora, mirándome con la cabeza ladeada, como si estuviera tratando de adivinar mis pensamientos y dándose cuenta de mi descubrimiento. Para luego llevar su mano velozmente hacia su bolsillo trasero y sacar una pistola, al mismo tiempo que los tres sujetos que la acompañaban lo hacían también.

Y lo más importante de todo, es que ella no parecía muy muerta que digamos.

-Disculpa...-carraspeo-. ¿Cómo dijiste que te llamabas?

No lo había dicho, y ninguno de nosotros había preguntado.

"Ahh, la estupidez de un Pearson..."

Cuanta razón tenía Mathews.

La chica con la pistola esboza una sonrisa amplia, digna de un asesino en serie.

-Hessabel, Hessabel Rivers-suelta una risilla-. Un gusto torturarlos, y acabar con ustedes este día. Estos son Leonard, Santiago y Dante.

Y por si fuera poco, los nombres que había dicho, también forman parte de la lista de los familiares.

-Eres la hija de Varsery-digo.

-Qué dicha que...¡El gran Alexander Pearson me conozca!-exclama exageradamente.

Dejé pasar su tonito de odio y el evidente sarcasmo, pues justo ahora en mi cabeza había un montón de Alex corriendo por todos lados, y yo estaba tan asustado como para hacer otra cosa que no fuera estar estático mientras trataba de procesar lo que ocurría.

-Se supone que estás muerta-ni siquiera había planeado decirlo en voz alta, pero daba igual, esta mañana tampoco planee ver a un maldito fantasma.

-Cierto...lo estaba-ríe, como si eso fuera algo gracioso-. Pero ahora pueden ver que no.

-¿Dijo..."Estaba"?-murmura Rihanna a mi lado, con voz temblorosa.

Hessabel aparta sus ojos morados de mí y se dirigen a mi hermana para examinarla de pies a cabeza con una sonrisa torcida.

-Rihanna Pearson, vampiro común con el don de congelar el tiempo, no eres tan peligrosa.

-¿Quieres probar esa última teoría?-Rihanna da un paso al frente, pero el sujeto que yace detrás de ella la toma de la muñecas bruscamente.

-Quitale las manos de encima-le gruño.

Hessabel estalla en carcajadas que hacen que piten mis oídos. Segundos después se detiene para seguir con su semblante de victoria.