Capítulo 38

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38. Solo los míos cuentan...

Tom corría por los pasillos de Hogwarts con ansías, no le importó los regaños de algún que otro profesor que le recordaba que no corriera, solo quería verla. Abrazarla y sentir su calor, oír su voz llamándolo con cariño.

Al ir llegando pudo oír voces hablando y riendo, se detuvo y camino a pasos lentos hasta poder divisar la, ahí estaba. Su larga cabellera negra, su espalda bañada en la luz de sol le daba una sensación etérea. Su corazón golpeaba con fuerza su pecho, el picor inundó sus ojos por las ganas de llorar, quería llamarla pero su voz no salía.

Estaba feliz, eso es seguro pero a la vez la culpa le carcomia en toda su alma, dos....

Dos veces....

Fueron dos veces que le perdió...

El verla morir en sus brazos y saber que él fue la causa, era un puñal sin filo que se clava sin piedad, una y otra vez en su corazón, cada golpe era doloroso.

- Tengo muchos arrepentimientos en mi vida, pero aún sabiendo todo el sufrimiento que conlleva mis decisiones, no dudé en aceptarlas por ti, como ahora - acurrucó su frágil cuerpo entre sus brazos mientras sentía que cada vez se volvía frío, no le importó el resto a su alrededor que se movían de formas extrañas, como si retrocedieran.

- Quédate conmigo, por favor. No me dejes de nuevo, renunciaré a mi magia y me entregaré para pagar por mis pecados, pero no me dejes. Anna.

- Siempre quise decirte... Te amo..

- Yo tambien te amo

- Qué alivio - sonrió llorando - Que alivio que me ames apesar de--

- ¡No lo eres!  - interrumpió esas palabras hirientes dirigidas a ella misma - Nunca lo fuiste, eres mi tesoro, mi hermanita inocente de todo, solo eras una niña que aún no había abierto los ojos al mundo y yo.... Solo un inútil hermano que no supo protegerte.

- Fuiste el mejor para mí. Si hay otra vida, deseo seguir siendo tu pequeña hermana - dijo débilmente, su respiración se iba apagando poco a poco.

- Lo serás, pero no cierres los ojos, quédate conmigo.

- Inicia de nuevo, yo me llevaré tus pecados al otro mundo - dijo esto último con las pocas fuerzas y cerró los ojos con una sonrisa en sus labios, como si estuviera durmiendo tranquila.

- ¡Anna!

__ ...Riddle __ Walburga quien lo vio lo llamo extrañada un poco por su expresión.

Anna giro su rostro apenas escucho su nombre __ Hermano __ se levantó y fue hacia él preocupada al verlo observarla anonado __ ¿Qué sucede? __ pregunto tomando su mano que estaba fría __ No parece que tengas fiebre __ su palma toco su frente __ Uhg! __ jadeo de sorpresa al ser abrazada con fuerza por Tom.

__ Anna.

__ Si.

__ Anna.

__ Dime hermano.

__ Anna.

__ Estoy aquí.

Respondió ella con paciencia devolviéndole el abrazo, sentía por medio se su magia que estaba algo perturbado en sus emociones. ¿Será que algo malo sucedió o tuvo una pesadilla?

Aunque sintió su columna que iba romperse, no se separó de él, le gustaba sentir su calor y más ahora necesita este abrazo que tal vez puede ser el último.

Walburga quien fue completamente ignorada, sabiamente supo que no era momento para estar aquí como un extra, se fue en silencio dejándolos a ambos que sin dudas necesitan privacidad.

__ Anna, mi pequeña, mi princesa, mi luz __ susurraba entre sus cabellos que aspiraba el olor como si tratase de grabarse el aroma. Anna se sonrojo ante sus palabras, su corazón latió rápido __ Tu sabes que lo eres todo para mí ¿Verdad? __ se separó y la vio a los ojos, asintió ante lo dicho, ambos lo eran todo del uno del otro __ Yo quien nací bajo el hechizo Mortencia, era mi destino no tener emociones de amor hacia otro; solo tú pudiste entrar en mi corazón __ una dulce sonrisa adorno su pequeña cara ante sus palabras __ ¿Recuerdas los que te dije esa noche? Nunca permitiré que te alejes de mí, y no dejaré que tengas oportunidad de hacerlo __ su voz bajo en tono serio y a la vez un poco amenazante, Anna sintió miedo, no por la amenaza bañada en miel, sino porque tal vez este sospechando de lo que está sucediendo. Tom vio su vacilación brillar en sus ojos, sintio miedo de que ella no confiase en él __ Siempre estaré ahí para ti, en las buenas y en las malas, no importa la situación en la que estés, por muy mala que sea. Seré tu Soporté, tu Pilar.

Cada palabra calaba en su corazón, debido a tantas emociones negativas guardadas pensó que lo soportaría sin importa qué, pero solo basto unas cuantas palabras de él para que la caja de Pandora fuera liberada. No pudo contener las lágrimas, el llanto se fue haciendo cada vez más fuerte.

Su corazón se estrujó al verla así, llego tarde, su hermanita ya había empezado a cargar con todo el sufrimiento en silencio.

__ Perdón, perdóname, lo siento.

Lloró tan fuerte con su voz y pulmones lo permitieron, cada lágrima era como si un peso se quitará sobre sus pequeños hombros. Se sintió más ligera y segura en los brazos de Tom.

__ Yo te protegeré, solo confía en mí __ dijo dándole besos en su cabeza, trato de transmitirle tranquilidad  y seguridad, la cubrió con su magia y estabilizó sus emociones __ Déjame ver __ pidió tomándola de su mentón y viéndola a los ojos, estaban rojos por el llanto, ella solo asintió sin entender bien pero lo supo al instante al sentir una intrusión en su cabeza, era tan suave y cautelosa como si temiera que le hiciera daño, accedió a dejarlo entrar a sus recuerdos.

Vio desde el primer encuentro hasta las amenazas de Rosario, la carta y las predicciones que hizo, cada vez sentía la magia de Tom agitarse con claras intenciones de matar. Lo dejo ver y no temió que su hermano supiera que podía ver el futuro, pero lo único que no quiso dejarlo ver fue cuando estaba en la enfermería, de un solo lo freno sin importarle el dolor. Tom se detuvo de inmediato preocupado de haberla lástima.

__ ¿Estás bien? ¿Te duele la cabeza? __ se apresuró de decir preocupado de algún daño. Ella solo negó. Tom tampoco pregunto del rechazo en eso, le daría su espacio para que ella se lo dijera cuando estuviera más segura de contarlo.

__ Tengo miedo de que algo malo te pase por mi culpa __ dijo cabizbaja __ Él solo me quiere a mí y no le importa mis negativas, sabe que tú eres mi punto debil y la hermana Refugio __ tenso su mandíbula, el odio era palpable.

__ Ya no será así __ contesto tocando con cariño su rostro y le hizo relajar su mandíbula para que no se lastimara __ Y... __ sus ojos se tornaron turbios y una luz roja brillo __ Ese beso no cuenta, nada de lo que te hizo cuenta.

Sus ojos avellana brillaron como si una nube negra se fuera para que el sol salga.

__ No cuenta, pero aún siento asco de solo recordarlo __ dijo sombría. Su mirada fue atraída hacia Tom quien con su pulgar acarició con suavidad sus labios y lo vio acercarse con cuidado viéndola ante cualquier signo de rechazo, pero no lo hubo, solo sorpresa cuando sintió sus labios posarse sobre los de ella.

__ ¿Y ahora? __ preguntó.

__ Yo.. __ su cara se tornó roja como un tomate, sus ojos solo lo reflejaban a él __ ..no lo sé __ dijo en voz bajita, pero con valentía y cautela dijo: __ ¿Puedes hacerlo de nuevo?

Tom también se sorprendió gratamente, la dulzura lleno su pecho, se inclinó para besarla, esta vez no fue solo un beso inocente, acomodo sus labios con los de ella, fue un beso suave llena de emociones tiernas. Al separarse de miraron a los ojos con amor, Tom la atrajo hacia su brazos y la abrazo, repartió besos en su cara.

__ Solo los míos cuentan.

La Hermana De VoldemortDonde viven las historias. Descúbrelo ahora