Capítulo 31

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Axel

No puedo evitar sorprenderme, cuando llego al centro de reuniones de la ISAM y veo la luz de la sala de Jane encendida.

Es sábado, por lo que hoy ninguno de los dos tenemos que trabajar en el orfanato. Lo que significa que debemos centrarnos en la misión.

Mi enfoque está en los pasadizos, al igual que el de Ander y algunas personas más. Jane sigue las riendas de Khaler y, ahora que lo pienso, aun no me ha entregado el informe.
No es algo que me preocupe, aún quedan unas horas para que se acabe el día y se cumplan esas 72 horas en las que dijo que me lo entregaría. Lo más seguro es que esté trabajando en ello en estos momentos.

Trato de esquivar su oficina para no distraerla con mi presencia, pero, al parecer, ella tiene otros planes.

Veo como sale de la sala y viene directa hacia mí ojeando unos papeles de forma acelerada.

⸺ Necesito tu ayuda. no puedo acabarlo sola —admite—, hay algo que no me encaja, pero estoy casi segura de que esta persona tiene algo que ver con Khaler, Evelyn y quizá Maker.

⸺ En tu expediente pone que trabajas mejor sola ¿Por qué este cambio?

⸺ Eres bueno en tu trabajo, puedes complementar mi información y acabaremos más rápido—explica—. Si encontramos a este sujeto y acaba teniendo conexiones con Khaler nos será más fácil extorsionarla para averiguar datos sobre su relación con Maker.

⸺ Sí, puedo complementarte, Jane ⸺ digo a sabiendas de que se va a sonrojar.

Suelto una sonrisa cuando sus mejillas se tiñen de un adorable rojo carmín que solo se hace presente ante mis comentarios y después de nuestras sesiones de sexo.

⸺ Idiota.

⸺ Un respeto a tu jefe ⸺ bromeo chocando nuestros hombros, juguetón, haciéndola enojar.

⸺ Vete a la mierda, Schroder ⸺ hace amago de marcharse, pero, antes de que consiga alejarse, tomo su brazo y la acerco a mí hasta que su espalda choca con mi pecho.

⸺ ¿A dónde te crees que vas? ⸺ susurro en su oído haciéndola estremecer.

⸺ Axel… estamos trabajando ⸺ dice como si le pesara.

⸺ Lo sé, Jane.

⸺ ¡Deja de decir mi nombre así! ⸺ sisea, y se aleja unos centímetros cuando dos compañeros pasan delante de nosotros, pero no le permito zafarse de mi agarre.

⸺ ¿Así cómo? ⸺ hablo con el mismo tono.

⸺ Tú sabes como ⸺ hay algo en su tono que me indica que algo anda mal.

⸺ ¿Qué te pasa, Ninfa? ⸺ susurro acariciando su brazo de arriba abajo.

⸺ No te odio, siento haberlo dicho ayer.

Lo último que esperaba era que se disculpara, pero lo agradezco eternamente, puesto que si llegué a creer que volvía a odiarme.

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