Rojo Puro Infierno

Capítulo 37

Jane

Axel me da un fogoso beso antes de dejarme machar junto a Jon y Jeremy. No puedo creer que aún se sienta celoso de él. En el pasado Jeremy y yo tuvimos algunos encuentros, nada más que besos, pero eso se acabó hace mucho y los dos lo hemos aceptado. Ser mejores amigos fue la mejor opción.

⸺ ¿Lista? ⸺ formula Jon

Jeremy aprovecha para entrar al edificio.

⸺ Yo siempre lo estoy⸺ respondo segura entrelazando nuestros brazos.

Bajo mis lentes y coloco el cuello de la larga gabardina beige que llevo puesta. Debo dar una imagen muy segura y parecer una mujer de clase, así será más fácil engañar a Hanna Khaler. Es imposible no fijarse en las similitudes que tengo con mi madre, más aún ahora que tengo el cabello teñido de un color castaño muy parecido al suyo.

⸺ Bienvenidos ¿En qué les puedo ayudar?

Jon se encarga de hablar mientras que yo ojeo el lugar con discreción. No hay nada destacable en el lugar, es una edificación amplia con más de doce pisos y hay varios trabajadores pululando por el lugar junto a gente que desprende dinero a cada paso que da.

Vuelvo a centrarme y le sonrío a la mujer que nos atiende antes de que nos indique a que piso debemos de ir para dar con Hanna Khaler. Una mujer diferente nos acompaña hasta el ascensor y se despide amablemente.

Una vez que entramos al enorme elevador, nos situamos de cara a las puertas, al lado de un hombre trajeado. Hay algo que se me hace familiar en su rostro, pero no puedo identificar el que. Agradezco el llevar gafas de sol, puesto que así ella no puede notar el movimiento de mis ojos repasándolo de arriba abajo.

⸺ La señorita Khaler tiene una agenda bastante ocupada ¿Qué os trae por aquí? ⸺ su voz es dulce y calmada. Sus ojos están impregnados de curiosidad.

⸺ Tenemos una gran vivienda que necesita seguridad, queremos saber que estamos confiando en los mejores del país.

⸺ Aseguro que es de este modo, llevo años trabajando junto a la joven Khaler, es una buena mujer de negocios.

El silencio vuelve a hacerse presente. No es hasta que llegamos a la séptima planta que el señor sale del cubículo despidiéndose amablemente de nosotros.

Sigo sus movimientos con los ojos y observo como se acerca a una mujer de cabello negro y corto. El hombre posa una mano en su espalda baja y le saluda jovialmente. La mujer se gira sorprendida justo en el momento que las puertas se cierran, por lo que solo lego a apreciar media parte de su rostro. Muerdo mi labio inferior y arrugo levemente el ceño al sentir una sensación familiar con esa pareja, pero rápido dejo de pensar en ello.

Cuando llegamos a la planta que nos indicaron en la recepción, Jon toma mi mano y la aprieta con cariño. Le sonrío antes de dar dos golpes con mis nudillos a la puerta del despacho de la brillante Hanna Khaler.

⸺ ¿Señor y Señorita Miller? Encantada, soy Hanna Khaler. Es un placer tenerlos aquí.

⸺ Igualmente, mi hermana y yo estamos totalmente agradecidos

⸺ Mi secretaria me ha informado sobre vuestra situación. De todas formas, me gustaría saber el contexto de primera mano.

Nos invita a sentarnos frente a su escritorio, donde descansan un par de papeles, una pequeña planta y un ordenador. Hanna se sitúa al otro lado de la mesa y nos sonríe esperando a que hablemos. Nadie sería capaz de pensar que una mujer tan dulce y atractiva como ella pudiera estar enlazada con la mafia.

⸺ Hace unos meses desde que hicimos un trato con una de las personas más veteranas de la ciudad para poder adquirir su vivienda, valorada en más de dos millones de dólares. Creemos que la vivienda, luego de las remodelaciones podría llegar a estar valorada en cinco millones de dólares, por lo que querríamos instalar un servicio de seguridad 24 horas que nos aporte tranquilidad.